El Gobierno y la fe en el Centro Cívico: una misa por la unidad y el servicio público
La ministra de Gobierno, Laura Palma, participó de la Santa Misa por el Trabajo, la Unidad y la Camaradería de los Agentes de las Reparticiones Públicas, un evento que tuvo lugar en el Hall de Exposiciones del Centro Cívico. La ceremonia congregó a autoridades y empleados de diversas reparticiones, en un gesto que buscó fortalecer los lazos comunitarios y el espíritu de servicio.
La jornada litúrgica se inició con la bendición y palabras de esperanza impartidas por el padre José María Nieto, en un ambiente de recogimiento y expectativa. Posteriormente, la celebración fue conducida por el padre Gastón Molina, quien desarrolló un mensaje centrado en la importancia de la unidad y el compromiso con el servicio, elementos considerados fundamentales en la labor de los agentes estatales, especialmente ante la proximidad de las festividades de fin de año.
Reflexión colectiva y compromiso renovado
El encuentro permitió a los agentes de las distintas áreas de la administración pública compartir un momento de comunión y reflexión colectiva. La iniciativa tuvo como propósito la renovación del compromiso con la labor cotidiana y el acompañamiento constante a la comunidad, pilares esenciales de la función pública.
La ceremonia contó también con la presencia de la secretaria de Relaciones Institucionales, Claudia Sarmiento, y el secretario de Gobierno, Justicia y Derechos Humanos, Juan José Dubos, quienes acompañaron a la ministra Palma en esta singular convocatoria. El evento subraya la articulación entre la esfera gubernamental y la dimensión espiritual, buscando potenciar valores compartidos en el ámbito laboral.
La ministra de Gobierno, Laura Palma, encabezó una Misa por el Trabajo, la Unidad y la Camaradería de los Agentes de las Reparticiones Públicas, celebrada en el Centro Cívico. El evento, que congregó a funcionarios y agentes de diversas áreas, buscó fomentar la reflexión colectiva y la renovación del compromiso con el servicio público en la antesala de las festividades de fin de año, con mensajes de esperanza y unidad impartidos por los padres José María Nieto y Gastón Molina.
Resumen generado automáticamente por inteligencia artificial
La ministra de Gobierno, Laura Palma, estuvo allí. Con todo el peso de la responsabilidad gubernamental, pero también con la ligereza del espíritu. Imaginen el cuadro: agentes de distintas reparticiones, dejando sus planillas y expedientes para unirse en un acto de fe. Una fe que, esperemos, también se traduzca en menos filas y trámites más ágiles.
El padre José María Nieto dio el puntapié inicial con bendiciones y «palabras de esperanza», esas que siempre vienen bien, especialmente cuando uno enfrenta el cierre del año y la inminente llegada de los balances. Luego, el padre Gastón Molina profundizó en la unidad y el servicio, conceptos que, en el ámbito público, a veces parecen más un milagro que una práctica. Todo esto, por supuesto, «en vísperas de las fiestas de fin de año», momento ideal para renovar el compromiso… con la vida eterna, y también con la jornada laboral, supongo. Porque la comunidad no se acompaña sola, y la burocracia, mucho menos.
Contenido humorístico generado por inteligencia artificial
El Gobierno y la fe en el Centro Cívico: una misa por la unidad y el servicio público
La ministra de Gobierno, Laura Palma, participó de la Santa Misa por el Trabajo, la Unidad y la Camaradería de los Agentes de las Reparticiones Públicas, un evento que tuvo lugar en el Hall de Exposiciones del Centro Cívico. La ceremonia congregó a autoridades y empleados de diversas reparticiones, en un gesto que buscó fortalecer los lazos comunitarios y el espíritu de servicio.
La jornada litúrgica se inició con la bendición y palabras de esperanza impartidas por el padre José María Nieto, en un ambiente de recogimiento y expectativa. Posteriormente, la celebración fue conducida por el padre Gastón Molina, quien desarrolló un mensaje centrado en la importancia de la unidad y el compromiso con el servicio, elementos considerados fundamentales en la labor de los agentes estatales, especialmente ante la proximidad de las festividades de fin de año.
Reflexión colectiva y compromiso renovado
El encuentro permitió a los agentes de las distintas áreas de la administración pública compartir un momento de comunión y reflexión colectiva. La iniciativa tuvo como propósito la renovación del compromiso con la labor cotidiana y el acompañamiento constante a la comunidad, pilares esenciales de la función pública.
La ceremonia contó también con la presencia de la secretaria de Relaciones Institucionales, Claudia Sarmiento, y el secretario de Gobierno, Justicia y Derechos Humanos, Juan José Dubos, quienes acompañaron a la ministra Palma en esta singular convocatoria. El evento subraya la articulación entre la esfera gubernamental y la dimensión espiritual, buscando potenciar valores compartidos en el ámbito laboral.
La ministra de Gobierno, Laura Palma, estuvo allí. Con todo el peso de la responsabilidad gubernamental, pero también con la ligereza del espíritu. Imaginen el cuadro: agentes de distintas reparticiones, dejando sus planillas y expedientes para unirse en un acto de fe. Una fe que, esperemos, también se traduzca en menos filas y trámites más ágiles.
El padre José María Nieto dio el puntapié inicial con bendiciones y «palabras de esperanza», esas que siempre vienen bien, especialmente cuando uno enfrenta el cierre del año y la inminente llegada de los balances. Luego, el padre Gastón Molina profundizó en la unidad y el servicio, conceptos que, en el ámbito público, a veces parecen más un milagro que una práctica. Todo esto, por supuesto, «en vísperas de las fiestas de fin de año», momento ideal para renovar el compromiso… con la vida eterna, y también con la jornada laboral, supongo. Porque la comunidad no se acompaña sola, y la burocracia, mucho menos.