Ojo, no estamos hablando de cualquier domingo de resurrección conejil. Pésaj, la fiesta judía que recuerda la liberación del pueblo hebreo de la esclavitud egipcia (léase: menos pirámides, más libertad), arranca el 12 de abril al atardecer y dura ocho días. Mientras tanto, los cristianos, que celebran la vuelta a la vida de Jesucristo (un milagro que ni el mejor mago podría replicar), tienen su festejo el 20 de abril. Y ahí es donde las papas queman, o mejor dicho, donde el cordero y el matzá se juntan en una fiesta interreligiosa de proporciones bíblicas.
¿Será este el inicio de una nueva era de paz y armonía interreligiosa? ¿O simplemente una excusa para comer doble ración de delicias pascuales? La respuesta, mi amigo, está soplando en el viento… o quizás en la sección de ofertas del supermercado. Lo que sí sabemos es que el 20 de abril de 2025 será un día para el recuerdo (o para el empacho, depende de cuánto se entusiasmen con el banquete).
Una Pascua para dos credos: Coincidencia histórica en 2025
En un evento poco común, el año 2025 será testigo de una superposición en las fechas de celebración de la Pascua judía (Pésaj) y la Pascua cristiana, un hecho que subraya las profundas conexiones históricas entre ambas religiones.
El Pésaj, que conmemora la liberación del pueblo hebreo de la esclavitud en Egipto, se celebra según el calendario hebreo desde el atardecer del 14 de Nisán y se extiende por ocho días. En 2025, esta festividad comenzará el sábado 12 de abril al anochecer y culminará el domingo 20 de abril.
La Pascua cristiana, por su parte, celebra la resurrección de Jesucristo. Esta festividad se observa el primer domingo después de la primera luna llena posterior al equinoccio de primavera, fecha que en 2025 coincide con el domingo 20 de abril.
Esta inusual coincidencia en el calendario litúrgico ofrece una oportunidad para reflexionar sobre las raíces comunes del judaísmo y el cristianismo y las narrativas históricas que comparten. La superposición de ambas Pascuas en la misma fecha convierte al 20 de abril de 2025 en un día de particular significado para ambas comunidades religiosas.