En Chimbas, un sujeto con antecedentes fue detenido por la policía tras ser encontrado en posesión de una batería robada.
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La batería, objeto del deseo y la perdición. Un elemento tan vital para un auto como el mate para un argentino. Y en Chimbas, escenario de esta tragicomedia policial, una batería robada se convirtió en la protagonista de una tarde que, de no ser por la intervención de las fuerzas del orden, podría haber terminado en un asado con karaoke y final abierto.
Nuestro antihéroe, Ever (no el famoso jugador de futbol Eber Ludueña), fue sorprendido por la dupla dinámica de la ley: el Móvil Cipolletti y la Motorizada 5. Imaginen la escena: La tensión en el aire, el sonido de las sirenas a lo lejos (o quizás no tan lejos, porque en San Juan todo queda a 10 minutos), y nuestro protagonista con la batería en cuestión, probablemente transpirando más que un testigo falso en un juicio.
Uno se pregunta, ¿qué pasaba por la cabeza de Ever en ese momento? ¿Habría planeado una fuga digna de Hollywood, con saltos acrobáticos y explosiones controladas? ¿O simplemente se resignó a su destino, con la misma cara de resignación que uno pone cuando se da cuenta que se olvidó el tupper en la heladera?
La UFI Flagrancia, siempre atenta a los detalles, tomó cartas en el asunto. Porque claro, no se puede andar por ahí robando baterías como si fueran figuritas. Ahora, Ever enfrentará las consecuencias de sus actos. Y la batería, bueno, esperemos que vuelva a su legítimo dueño, para que pueda arrancar el auto e ir a comprar pan y semitas. Porque en San Juan, sin auto, sos figurita repetida.
El Semitón ~ Un toque de humor en las noticias
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