Un insólito hecho de inseguridad tuvo lugar en la madrugada de este jueves 30 de octubre, en el departamento Capital de San Juan, donde dos jóvenes fueron detenidos tras robar 10 kilos de azúcar de una vivienda ubicada en calle Ayacucho 1187 Norte.
De acuerdo a lo informado por la Policía, el hecho se produjo alrededor de la 1 de la madrugada, cuando dos individuos saltaron una pared para ingresar al domicilio de una mujer, y sustrajeron 10 paquetes de un kilo de azúcar marca Mitaí.
Los sospechosos fueron identificados como Cristian Cayetano Montaño, de 25 años y residente del barrio Noroeste 3, y Matías Lisandro Lopes, de 27 años, domiciliado en el barrio Dorrego.
Tras concretar el robo, ambos se dirigieron por calle San Lorenzo con dirección hacia avenida Rawson, intentando escapar con el inusual botín. Sin embargo, personal de la Motorizada I logró interceptarlos en la intersección de Caseros y Corrientes, donde fueron aprehendidos con los paquetes en su poder.
Ambos quedaron detenidos y fueron puestos a disposición de Flagrancia, que llevará adelante el proceso judicial correspondiente. La insólita elección del objeto robado pone de relieve el contexto de vulnerabilidad social, aunque desde la Policía remarcaron que se actuó con rapidez para evitar daños mayores a la víctima.
Dos jóvenes fueron detenidos en la madrugada de este jueves tras robar 10 kilos de azúcar de una vivienda en Capital. El hecho ocurrió en calle Ayacucho 1187 Norte. Los ladrones, que habían trepado una pared para ingresar, fueron interceptados por personal policial en Caseros y Corrientes y quedaron a disposición de Flagrancia.
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En una ciudad donde los precios suben más rápido que los termómetros en enero, hasta el azúcar parece haberse convertido en objeto de deseo criminal. Esta madrugada en Capital, dos jóvenes protagonizaron un robo que dejó boquiabiertos incluso a los oficiales de la Motorizada I: se metieron a una casa, no por oro, no por electrodomésticos… sino por 10 kilos de azúcar. Sí, como lo leen. Según la crónica policial, los sospechosos —Cristian Cayetano Montaño y Matías Lisandro Lopes, ambos con domicilio en barrios del oeste capitalino— saltaron una pared en plena noche, sustrajeron los paquetes marca Mitaí y emprendieron la fuga como si acabaran de saquear una joyería. Pero el azúcar no endulzó la escapatoria: fueron atrapados unas cuadras más adelante, en Caseros y Corrientes, con el botín aún en su poder. Ahora, en lugar de café con leche, les espera una taza amarga de Flagrancia. Y aunque la escena suena tragicómica, el episodio vuelve a poner sobre la mesa lo surrealista de una crisis en la que hasta el azúcar necesita custodia.
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