¿Qué pasará con los 800 kilos de achuras decomisadas en Sarmiento?

En un operativo que haría temblar a cualquier asador clandestino, la Policía Rural de San Juan le puso un freno a un cuarteto de individuos que transportaban más achuras que las que se consumen en un asado de Boca Juniors campeón. Ochocientos kilos de menudencias, aparentemente de vaca (aunque con esa cantidad, uno empieza a sospechar que podrían haber faenado un dinosaurio), fueron secuestrados en un control vehicular sobre la Ruta 40. Imaginen la escena: una camioneta Ford, color gris, más cargada que una mula de carga en el Dakar, detenida a un costado del camino. El aroma a asado a medio hacer flotando en el aire, atrayendo moscas y la atención de los oficiales. Y dentro de la caja térmica, una montaña de chinchulines, tripas, mollejas y demás delicias cárnicas sin la documentación pertinente. Un verdadero festín para los amantes del asado… y para las bacterias. Los cuatro ocupantes de la camioneta, con nombres que parecen sacados de una novela de García Márquez, fueron aprehendidos por violar el Decreto 4238/68 y la Resolución de SENASA 552/2002. O sea, no solo transportaban una cantidad industrial de achuras, sino que además lo hacían sin ningún tipo de permiso. Un verdadero combo breaker para el negocio del asado ilegal. Ahora, los 800 kilos de achuras quedaron a disposición del Juzgado de Paz de Sarmiento. ¿Cuál será su destino? ¿Serán donadas a un comedor comunitario? ¿Terminarán en la parrilla de algún funcionario corrupto? El misterio queda flotando en el aire, junto con el aroma a asado frustrado. En fin, una nueva victoria para la Policía Rural, que demuestra que en San Juan, nadie se salva de la ley… ni siquiera las achuras.