¿Se imaginan a los burócratas sanjuaninos haciendo estiramientos dignos de un contorsionista entre expedientes y trámites? Bueno, no tanto, pero la idea es que con cinco o diez minutos de ejercicios se pueda combatir el temible síndrome del túnel carpiano, las lumbalgias y otras dolencias propias de la vida moderna de oficina.
La Subsecretaría de Trabajo asegura que esto no es una moda pasajera, sino una política de Estado. Es decir, que llegó para quedarse. Además de prevenir lesiones, dicen que las pausas activas mejoran la circulación, la concentración y hasta el humor. ¿Será que finalmente podremos decirle adiós al estrés laboral y al café como única fuente de energía? Veremos… Lo que sí es seguro es que si esto funciona, San Juan se convertirá en la provincia con los empleados públicos más flexibles y relajados del país. Un paraíso del bienestar laboral. O al menos, eso prometen.
Pausas activas: una política de Estado para el bienestar laboral en San Juan
El Ministerio de Gobierno de San Juan, a través de la Subsecretaría de Trabajo, ha implementado un programa de pausas activas en diferentes ámbitos laborales de la provincia. Esta iniciativa busca combatir el sedentarismo y sus consecuencias negativas en la salud de los trabajadores, promoviendo la incorporación de ejercicios de estiramiento, movilidad articular y respiración en las rutinas diarias.
Prevención de lesiones y mejora de la salud
Según la Subsecretaría de Trabajo, las pausas activas, que consisten en breves interrupciones de la jornada laboral de entre cinco y diez minutos, contribuyen a prevenir lesiones musculoesqueléticas comunes en trabajos sedentarios, como lumbalgias, tendinitis y síndrome del túnel carpiano. Estas prácticas también mejoran la circulación sanguínea y reducen el riesgo de enfermedades profesionales.
Beneficios para la concentración y el rendimiento
Además de los beneficios físicos, se destaca el impacto positivo de las pausas activas en la salud mental y el rendimiento laboral. Al mejorar la concentración y reducir el estrés, se disminuye la posibilidad de errores y se promueve un ambiente de trabajo más colaborativo y saludable. La implementación de estas pausas se enmarca en una política de Estado que prioriza la higiene, seguridad y bienestar en el ámbito laboral.