El Servicio Meteorológico Nacional (SMN) anticipa para este martes una jornada caracterizada por la estabilidad atmosférica en la provincia de San Juan. Según el reporte oficial, el cielo se presentará parcialmente nublado durante gran parte del día, descartando por completo la probabilidad de precipitaciones en el territorio.
Desde la madrugada y a lo largo de la mañana, las condiciones se mantendrán mayormente secas, con una nubosidad variable y temperaturas que iniciarán en valores templados. La mínima estimada rondará los 19 °C, ofreciendo un comienzo de jornada agradable antes del ascenso térmico previsto para las horas centrales.
Evolución térmica y vientos
Con el transcurso de las horas, el termómetro irá en progresivo aumento hasta alcanzar una temperatura máxima cercana a los 34 °C, consolidando un ambiente caluroso típico de la temporada estival. Sin embargo, el calor no será el único factor determinante del día.
El viento jugará un rol protagónico, especialmente durante la franja matutina y el mediodía. Se esperan ráfagas moderadas provenientes del sector sudeste, con velocidades que oscilarán entre los 23 y 31 km/h. Este fenómeno eólico tenderá a disminuir su intensidad hacia la tarde y la noche, dando paso a condiciones más calmas.
Hacia el cierre de la jornada, el cielo continuará algo nublado y la temperatura experimentará un descenso gradual, ubicándose en torno a los 30 °C durante la noche. En este contexto, el organismo nacional no prevé fenómenos meteorológicos significativos ni cambios bruscos, configurando un martes de verano clásico, con calor sostenido y ventilación moderada.
<p>El Servicio Meteorológico Nacional pronostica para este martes en San Juan una jornada de condiciones estables, con cielo parcialmente nublado y ausencia de precipitaciones. Se espera una temperatura máxima de 34 °C y una mínima de 19 °C, acompañadas por vientos moderados del sector sudeste con ráfagas de hasta 31 km/h durante la primera mitad del día.</p>
Resumen generado automáticamente por inteligencia artificial
El Servicio Meteorológico Nacional ha tenido la audacia de catalogar este martes como una jornada «estable», un término técnico que en el diccionario sanjuanino se traduce como «el sol intentará cocinarte a fuego lento, pero sin la cortesía de avisarte primero». Con una máxima prevista de 34 °C, estamos ante ese escenario climático traicionero donde los amantes del invierno miran al cielo buscando una nube salvadora, mientras el «Team Verano» celebra lo que ellos consideran un clima agradable, ignorando que el resto de la población humana se está derritiendo silenciosamente en las paradas de colectivo. Es ese punto exacto del termómetro donde no hace suficiente calor para freír un huevo en el capot del auto —la medida estándar de pánico en la provincia—, pero sí el necesario para que la camisa se adhiera a la espalda como una segunda piel no deseada antes de las diez de la mañana.
Para añadirle emoción a esta supuesta estabilidad, el viento del sudeste ha decidido hacer acto de presencia, no con la furia bíblica de un Zonda que te llena la casa de tierra en tres segundos, sino con esa intensidad molesta de secador de pelo en la cara que despeina las ideas y te obliga a caminar con una inclinación de 45 grados. Ráfagas de 31 km/h son suficientes para convertir un paseo tranquilo en una batalla épica por mantener la dignidad y los papeles en la mano. Según los expertos, el viento disminuirá hacia la noche, probablemente cansado de molestarnos, dejándonos con unos 30 °C nocturnos ideales para dar vueltas en la cama preguntándose por qué el aire acondicionado hace ese ruido extraño justo cuando uno intenta conciliar el sueño en este horno de barro geográfico que llamamos hogar.
Contenido humorístico generado por inteligencia artificial
El Servicio Meteorológico Nacional (SMN) anticipa para este martes una jornada caracterizada por la estabilidad atmosférica en la provincia de San Juan. Según el reporte oficial, el cielo se presentará parcialmente nublado durante gran parte del día, descartando por completo la probabilidad de precipitaciones en el territorio.
Desde la madrugada y a lo largo de la mañana, las condiciones se mantendrán mayormente secas, con una nubosidad variable y temperaturas que iniciarán en valores templados. La mínima estimada rondará los 19 °C, ofreciendo un comienzo de jornada agradable antes del ascenso térmico previsto para las horas centrales.
Evolución térmica y vientos
Con el transcurso de las horas, el termómetro irá en progresivo aumento hasta alcanzar una temperatura máxima cercana a los 34 °C, consolidando un ambiente caluroso típico de la temporada estival. Sin embargo, el calor no será el único factor determinante del día.
El viento jugará un rol protagónico, especialmente durante la franja matutina y el mediodía. Se esperan ráfagas moderadas provenientes del sector sudeste, con velocidades que oscilarán entre los 23 y 31 km/h. Este fenómeno eólico tenderá a disminuir su intensidad hacia la tarde y la noche, dando paso a condiciones más calmas.
Hacia el cierre de la jornada, el cielo continuará algo nublado y la temperatura experimentará un descenso gradual, ubicándose en torno a los 30 °C durante la noche. En este contexto, el organismo nacional no prevé fenómenos meteorológicos significativos ni cambios bruscos, configurando un martes de verano clásico, con calor sostenido y ventilación moderada.
El Servicio Meteorológico Nacional ha tenido la audacia de catalogar este martes como una jornada «estable», un término técnico que en el diccionario sanjuanino se traduce como «el sol intentará cocinarte a fuego lento, pero sin la cortesía de avisarte primero». Con una máxima prevista de 34 °C, estamos ante ese escenario climático traicionero donde los amantes del invierno miran al cielo buscando una nube salvadora, mientras el «Team Verano» celebra lo que ellos consideran un clima agradable, ignorando que el resto de la población humana se está derritiendo silenciosamente en las paradas de colectivo. Es ese punto exacto del termómetro donde no hace suficiente calor para freír un huevo en el capot del auto —la medida estándar de pánico en la provincia—, pero sí el necesario para que la camisa se adhiera a la espalda como una segunda piel no deseada antes de las diez de la mañana.
Para añadirle emoción a esta supuesta estabilidad, el viento del sudeste ha decidido hacer acto de presencia, no con la furia bíblica de un Zonda que te llena la casa de tierra en tres segundos, sino con esa intensidad molesta de secador de pelo en la cara que despeina las ideas y te obliga a caminar con una inclinación de 45 grados. Ráfagas de 31 km/h son suficientes para convertir un paseo tranquilo en una batalla épica por mantener la dignidad y los papeles en la mano. Según los expertos, el viento disminuirá hacia la noche, probablemente cansado de molestarnos, dejándonos con unos 30 °C nocturnos ideales para dar vueltas en la cama preguntándose por qué el aire acondicionado hace ese ruido extraño justo cuando uno intenta conciliar el sueño en este horno de barro geográfico que llamamos hogar.