En la mañana de este jueves 3 de julio, una mujer de 28 años se presentó en la Unidad Rural N° 2, ubicada en Las Lomitas, informando desesperadamente que su hijo de un año se encontraba inconsciente en la intersección de calle Amarfil y Jujuy.
El personal policial se dirigió de inmediato al lugar y constató que el menor tenía las vías respiratorias obstruidas. Ante la urgencia, la madre decidió trasladar al niño en un vehículo particular, acompañada por el Cabo Gabriel Muñoz, quien durante el trayecto realizó maniobras de reanimación para liberar las vías aéreas y estabilizar al pequeño.
Simultáneamente, el Agente Alejandro Ayala, a bordo de la moto R-01, abrió camino hasta el Hospital Dr. José Giordano de Albardón, facilitando el ingreso rápido al centro asistencial.
Gracias a la intervención conjunta del personal policial y la atención médica inmediata, el menor llegó consciente al hospital y fue estabilizado por el Dr. Alejandro Órdenes.
Desde la fuerza destacaron la celeridad del accionar policial y subrayaron la importancia de la capacitación en primeros auxilios para enfrentar este tipo de situaciones críticas.
Un efectivo policial de la Unidad Rural N° 2 salvó la vida de un bebé de un año en Albardón. El niño tenía las vías respiratorias obstruidas y fue asistido con maniobras de reanimación mientras era trasladado de urgencia al hospital. Gracias a la intervención rápida del personal policial, el menor logró llegar consciente y fue estabilizado por el equipo médico.
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En una jornada que prometía ser tan tranquila como cualquier otra en Las Lomitas, una emergencia sacudió la rutina y activó el protocolo más humano de todos: salvar una vida. Sin trajes de superhéroes ni cámara lenta cinematográfica, los efectivos de la Unidad Rural N° 2 protagonizaron un operativo de esos que hacen latir el pecho. Un bebé de apenas un año, inconsciente por obstrucción respiratoria, movilizó a toda la patrulla. Maniobras de reanimación, escolta policial en moto y una carrera contra el tiempo que terminó con final feliz en el hospital. Esta vez, los uniformes no llegaron tarde: llegaron justo cuando hacía falta. Y eso, en estos tiempos, es noticia.
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