El Gobierno nacional ha salido al cruce de las recientes observaciones del JP Morgan, reafirmando con categórica convicción la solidez de su programa económico. Las autoridades defienden la gestión de La Libertad Avanza en Argentina, señalando que los «números contundentes» hablan por sí solos.
El pulso económico: cifras y desmentidas
Federico Furiase, director del Banco Central, fue el encargado de ponerle el pecho a las balas, defendiendo la narrativa oficial con vehemencia. «La economía está creciendo muy fuerte a niveles de 6% con desinflación y desendeudamiento», declaró el funcionario, cual director de orquesta que asegura la sinfonía es perfecta, aun cuando algunos en la platea internacional ya sacan el pañuelo para secarse las lágrimas (de preocupación, se entiende).
En un contexto donde las miradas inquisidoras del mercado financiero, y particularmente del JP Morgan, han puesto reparos a la gestión económica, la respuesta gubernamental busca aplacar los ánimos. Las observaciones del banco de inversión suelen ser tomadas como el oráculo del capitalismo, y que ponga en duda algo es como que el Chihuire Bipolar diga algo en serio: causa estupefacción.
El dilema cambiario: ¿flotar o ahogarse?
No menos polémica ha sido la defensa de Furiase respecto al esquema de flotación cambiaria, en medio de los recurrentes cuestionamientos sobre un posible «atraso cambiario». Defender la flotación, cuando hay voces que claman que el dólar está más planchado que camisa de primera cita, es un ejercicio de fe que pocos envidiarían. Es como decir que Messi está descansando en el área contraria cuando en realidad está esperando que le llegue la pelota para volver a jugar. Es decir: la defensa parece un contraataque, pero el público ya tiene sus dudas.
La agenda política no da tregua, y cada declaración oficial es diseccionada con la precisión de un neurocirujano. Todas las novedades de este apasionante culebrón económico-político siguen siendo monitoreadas minuto a minuto por la precisa y atenta mirada de Clarín.
