polémica por detenciones tras el «escrache» a la casa de espert: un debate sobre el alcance de la justicia
En el epicentro del debate político y judicial del país, se alzó una firme voz de protesta desde el Congreso. Abogados, respaldados por un nutrido grupo de legisladores y dirigentes de Unión por la Patria y la izquierda, manifestaron su enérgico rechazo a lo que consideran un exceso punitivo en torno a las detenciones vinculadas al «escrache» en la residencia del diputado José Luis Espert. La conferencia de prensa, convocada en la Cámara de Diputados, se convirtió en una tribuna para la exigencia de libertad y la crítica a la actuación de la jueza federal Sandra Arroyo Salgado y la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich.
Diego Molea, abogado y rector de la Universidad Nacional de Lomas de Zamora (UNLZ), no midió sus palabras al calificar la acusación de «tirar caca de perro y papeles en la casa de Espert» como un hecho que «podía estar tramitando como una contravención en la Justicia de Faltas, por ensuciar una vereda». Con un tono de indignación, Molea sentenció: «Esto no puede suceder en un país en democracia donde rige el Estado de derecho». La exigencia fue clara y contundente: «Exigimos la libertad inmediata de las personas detenidas. Vamos a apelar en todas las instancias posibles».
detenidos y denuncias: el calvario de las familias
El caso que ocupa la atención pública tiene nombres propios y dramas personales. Alesia Abaigar, funcionaria bonaerense, cumple ya una semana de detención y fue trasladada al penal de Ezeiza. Su madre, Eva Pietravello, y Daniel Protti, lograron la libertad a las 72 horas. Sin embargo, la ola de detenciones continuó con Eva Mieri (concejal y funcionaria en Quilmes), Candelaria Montes Cató, Aldana Muzzio e Iván Díaz Bianchi, quienes fueron aprehendidos el miércoles. La disparidad en las medidas y la celeridad de las detenciones son puntos que han levantado suspicacias y enardecido a los defensores de los involucrados.
La retórica de los abogados y legisladores no dejó de señalar la aparente contradicción en el tratamiento de estos hechos. Molea, con ironía, preguntó: «¿El diputado que habla de cárcel o bala, del cajón del kirchnerismo o que insulta en la UCA se siente amedrentado?». La referencia directa a declaraciones previas de Espert, como cuando calificó de «hija de una gran puta» a Florencia Kirchner, puso sobre la mesa la cuestión de la «piel fina» selectiva. Bienvenido Rodríguez Vasalo, presidente del Colegio de Abogados de Buenos Aires, coincidió con la preocupación de su colega: «Un juez decidió transformar la acusación en un supuesto delito contra el orden público. Nos preocupa el exceso punitivista de establecer la prisión preventiva como una regla».
respaldo político y acusaciones de «estado policial»
El escenario de la conferencia de prensa, el tercer piso de Diputados en las oficinas de Germán Martínez, jefe del bloque de Unión por la Patria, fue un termómetro del amplio respaldo político a la causa. La presencia de figuras de peso como Máximo Kirchner, Wado de Pedro, Juan Grabois, Myriam Bregman y Nicolás Del Caño, entre otros, subrayó la transversalidad del repudio a las detenciones. Este frente variopinto, que abarca desde el peronismo ortodoxo hasta la izquierda combativa, denunció lo que catalogó como una «gravedad institucional absoluta», un «Estado policial que arrasa las garantías básicas» y una «mafia judicial».
El testimonio de Eva Pietravello, madre de Alesia Abaigar, fue especialmente conmovedor. «Hace siete días que mi hija está detenida. Muchísimos policías allanaron mi casa de noche. Me subieron al móvil policial esposada. El nivel de violencia, sadismo y ensañamiento fue impresionante», relató con voz quebrada, añadiendo la preocupación por una enfermedad autoinmune que padece su hija y que podría verse agravada por las condiciones carcelarias. La tensión entre Espert y legisladoras, como Paula Penacca, Florencia Carignano y Roxana Monzón –quienes lo increparon en el recinto llamándolo «cobarde» y «psicópata»– antes de la suspensión de una sesión, solo sirve para complejizar aún más un panorama de crispación política y judicial.
En un acto de contundente respaldo político y legal, legisladores y abogados se unieron para denunciar los allanamientos y detenciones relacionados con el 'escrache' a la residencia de José Luis Espert, exigiendo la liberación de los involucrados y cuestionando duramente la actuación judicial y ministerial.
Resumen generado automáticamente por inteligencia artificial
¿Caca de perro en la puerta? ¡Al toque prisión preventiva y allanamiento nocturno! Parece que en este país, ensuciar una vereda con ‘material orgánico canino’ tiene más peso que un presupuesto digno. La jueza Arroyo Salgado y la ministra Bullrich, dignas portadoras del espíritu de un país donde la ‘caquita’ es un crimen de lesa humanidad si lleva la firma de la oposición.
Mientras tanto, a Alesia le arman un tour de ‘vacaciones forzadas’ en Ezeiza, por un delito que en cualquier otro lado sería multa por faltas. Claro, porque una funcionaria municipal tirando ‘polenta’ en la vereda del diputado es una amenaza mayor que la inflación.
Y Espert, el mismo que le dedicó ‘linduras’ a Florencia Kirchner, ¿ahora se nos hace la víctima amedrentada por un papelito y una ‘sorpresa’ orgánica? ¡Por favor! Parece que la piel fina es selectiva en esta Argentina.
El peronismo y la izquierda, con un ‘dream team’ que incluye a Máximo Kirchner y Juan Grabois, salieron a bancar la parada con la clásica bandera del ‘Estado policial’ y la ‘mafia judicial’. ¡Qué original! Como si no diera la casualidad que los detenidos son de su palo.
La madre de la detenida, entre lágrimas y ‘sadismo policial’, nos cuenta su calvario. Y uno piensa: ¿no será que la política tiene un imán para los problemas de salud en los momentos justos?
En fin, una tragicomedia argentina: la caca de perro como arma política, la justicia ‘express’ para los de abajo y el show mediático garantizado. ¡Qué país generoso!
Contenido humorístico generado por inteligencia artificial
polémica por detenciones tras el «escrache» a la casa de espert: un debate sobre el alcance de la justicia
En el epicentro del debate político y judicial del país, se alzó una firme voz de protesta desde el Congreso. Abogados, respaldados por un nutrido grupo de legisladores y dirigentes de Unión por la Patria y la izquierda, manifestaron su enérgico rechazo a lo que consideran un exceso punitivo en torno a las detenciones vinculadas al «escrache» en la residencia del diputado José Luis Espert. La conferencia de prensa, convocada en la Cámara de Diputados, se convirtió en una tribuna para la exigencia de libertad y la crítica a la actuación de la jueza federal Sandra Arroyo Salgado y la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich.
Diego Molea, abogado y rector de la Universidad Nacional de Lomas de Zamora (UNLZ), no midió sus palabras al calificar la acusación de «tirar caca de perro y papeles en la casa de Espert» como un hecho que «podía estar tramitando como una contravención en la Justicia de Faltas, por ensuciar una vereda». Con un tono de indignación, Molea sentenció: «Esto no puede suceder en un país en democracia donde rige el Estado de derecho». La exigencia fue clara y contundente: «Exigimos la libertad inmediata de las personas detenidas. Vamos a apelar en todas las instancias posibles».
detenidos y denuncias: el calvario de las familias
El caso que ocupa la atención pública tiene nombres propios y dramas personales. Alesia Abaigar, funcionaria bonaerense, cumple ya una semana de detención y fue trasladada al penal de Ezeiza. Su madre, Eva Pietravello, y Daniel Protti, lograron la libertad a las 72 horas. Sin embargo, la ola de detenciones continuó con Eva Mieri (concejal y funcionaria en Quilmes), Candelaria Montes Cató, Aldana Muzzio e Iván Díaz Bianchi, quienes fueron aprehendidos el miércoles. La disparidad en las medidas y la celeridad de las detenciones son puntos que han levantado suspicacias y enardecido a los defensores de los involucrados.
La retórica de los abogados y legisladores no dejó de señalar la aparente contradicción en el tratamiento de estos hechos. Molea, con ironía, preguntó: «¿El diputado que habla de cárcel o bala, del cajón del kirchnerismo o que insulta en la UCA se siente amedrentado?». La referencia directa a declaraciones previas de Espert, como cuando calificó de «hija de una gran puta» a Florencia Kirchner, puso sobre la mesa la cuestión de la «piel fina» selectiva. Bienvenido Rodríguez Vasalo, presidente del Colegio de Abogados de Buenos Aires, coincidió con la preocupación de su colega: «Un juez decidió transformar la acusación en un supuesto delito contra el orden público. Nos preocupa el exceso punitivista de establecer la prisión preventiva como una regla».
respaldo político y acusaciones de «estado policial»
El escenario de la conferencia de prensa, el tercer piso de Diputados en las oficinas de Germán Martínez, jefe del bloque de Unión por la Patria, fue un termómetro del amplio respaldo político a la causa. La presencia de figuras de peso como Máximo Kirchner, Wado de Pedro, Juan Grabois, Myriam Bregman y Nicolás Del Caño, entre otros, subrayó la transversalidad del repudio a las detenciones. Este frente variopinto, que abarca desde el peronismo ortodoxo hasta la izquierda combativa, denunció lo que catalogó como una «gravedad institucional absoluta», un «Estado policial que arrasa las garantías básicas» y una «mafia judicial».
El testimonio de Eva Pietravello, madre de Alesia Abaigar, fue especialmente conmovedor. «Hace siete días que mi hija está detenida. Muchísimos policías allanaron mi casa de noche. Me subieron al móvil policial esposada. El nivel de violencia, sadismo y ensañamiento fue impresionante», relató con voz quebrada, añadiendo la preocupación por una enfermedad autoinmune que padece su hija y que podría verse agravada por las condiciones carcelarias. La tensión entre Espert y legisladoras, como Paula Penacca, Florencia Carignano y Roxana Monzón –quienes lo increparon en el recinto llamándolo «cobarde» y «psicópata»– antes de la suspensión de una sesión, solo sirve para complejizar aún más un panorama de crispación política y judicial.
¿Caca de perro en la puerta? ¡Al toque prisión preventiva y allanamiento nocturno! Parece que en este país, ensuciar una vereda con ‘material orgánico canino’ tiene más peso que un presupuesto digno. La jueza Arroyo Salgado y la ministra Bullrich, dignas portadoras del espíritu de un país donde la ‘caquita’ es un crimen de lesa humanidad si lleva la firma de la oposición.
Mientras tanto, a Alesia le arman un tour de ‘vacaciones forzadas’ en Ezeiza, por un delito que en cualquier otro lado sería multa por faltas. Claro, porque una funcionaria municipal tirando ‘polenta’ en la vereda del diputado es una amenaza mayor que la inflación.
Y Espert, el mismo que le dedicó ‘linduras’ a Florencia Kirchner, ¿ahora se nos hace la víctima amedrentada por un papelito y una ‘sorpresa’ orgánica? ¡Por favor! Parece que la piel fina es selectiva en esta Argentina.
El peronismo y la izquierda, con un ‘dream team’ que incluye a Máximo Kirchner y Juan Grabois, salieron a bancar la parada con la clásica bandera del ‘Estado policial’ y la ‘mafia judicial’. ¡Qué original! Como si no diera la casualidad que los detenidos son de su palo.
La madre de la detenida, entre lágrimas y ‘sadismo policial’, nos cuenta su calvario. Y uno piensa: ¿no será que la política tiene un imán para los problemas de salud en los momentos justos?
En fin, una tragicomedia argentina: la caca de perro como arma política, la justicia ‘express’ para los de abajo y el show mediático garantizado. ¡Qué país generoso!