El Gobierno español aprobó una nueva ley para proteger a los menores en el entorno digital, impulsada por datos preocupantes sobre el uso de Internet y dispositivos por parte de adolescentes. La ley obligará a los fabricantes de dispositivos a incluir control parental gratuito, una medida que, aunque ya presente en muchos sistemas operativos, busca reforzar la seguridad y el bienestar digital de los jóvenes.
¿Será que estamos llegando tarde? Unicef España destapó la olla: el 31,5% de nuestros pibes se clavan más de cinco horas diarias en internet entre semana. Y como si fuera poco, el 58,4% duerme abrazado al celular, mientras que un 21,6% decide darle rienda suelta a la conexión cuando el resto del mundo duerme, a partir de las 12 de la noche. Con estos números sobre la mesa, no es raro que hasta cinco ministerios del Gobierno español se hayan puesto las pilas para elaborar una «ley para la protección de las personas menores de edad en los entornos digitales», que ya pasó por el Consejo de Ministros el 25 de marzo y ahora espera su turno en el Congreso. ¿El objetivo? «Garantizar los derechos de los menores en Internet y las redes sociales». ¡Amén!
Lo que más ruido está generando es una medida que tocará el bolsillo de las grandes tecnológicas: los fabricantes de celulares, tablets y computadoras tendrán que incluir una función de control parental gratuita en sus equipos. La justificación oficial habla de «la preocupación que supone el uso no apropiado de los dispositivos digitales por sus consecuencias para la salud o el posible acceso a contenidos susceptibles de ser perjudiciales para las personas menores de edad». ¿Será que ahora los padres tendrán una herramienta más para entender qué hacen sus hijos en ese universo paralelo llamado internet?
¿Control parental obligatorio? La movida que ya se veía venir
A ver, tampoco es que esto sea una novedad absoluta. Muchos dispositivos ya vienen con estas herramientas escondidas en sus entrañas, aunque pocos sepan cómo usarlas. Por ejemplo, los celulares y tablets Android, junto con los Chrome OS, ofrecen control parental a través de Family Link, un servicio de Google que suele estar en el apartado de ‘Bienestar digital y control parental’. Ahí, entre opciones para intentar que uses menos el móvil (¡como si eso fuera posible!), podés encontrar la opción para ponerle restricciones a los contenidos y establecer límites de tiempo.
Cuando te decidís a usarlo, el sistema te lleva al control parental de Google, donde tenés que entrar con la cuenta del pibe y, según ellos, «se sugiere que estén presentes mientras se hace la configuración, para que sepan exactamente en qué consiste este control parental». ¡Como si los pibes quisieran enterarse de que les están poniendo límites! Google se lava las manos y te dice qué vas a poder hacer (controlar dónde inician sesión, bloquear apps, ver la ubicación, limitar el tiempo, filtrar contenido en Google Play y YouTube) y qué no (ver la pantalla, leer mensajes, cambiar contraseñas, ver el historial). ¿Alcanzará con esto?
Apple no se quedó atrás y tiene su propia versión llamada «En Familia», que se encuentra en la configuración del iPad, iPhone y Mac. Para usarla, el adulto crea una familia virtual con todos sus miembros, comparte las suscripciones de Apple y, lo más importante, puede manejar los perfiles de los menores desde su propio celular. Permisos para usar apps, limitar el acceso a páginas web, controlar el tiempo de uso y hasta ver dónde andan los pibes cuando están fuera de casa. ¡Como un Gran Hermano para padres!
Windows también se suma a la movida
Los que usan Windows 11 tampoco se salvan. Microsoft Family Safety te permite crear una cuenta infantil que se vincula a la de un adulto. Desde ahí, podés poner límites de tiempo, aprobar compras de apps, recibir informes semanales sobre el uso de los equipos y elegir los contenidos «adecuados» para la edad. ¿Quién decide qué es «adecuado»? Ahí está el debate.
En definitiva, la ley busca ponerle un freno a la jungla digital en la que se mueven nuestros jóvenes. Habrá que ver si estas herramientas realmente sirven o si los pibes encuentran la forma de saltear todas las barreras. Porque, seamos sinceros, cuando se trata de tecnología, ellos suelen estar un paso adelante. Y nosotros, los padres, corremos desde atrás intentando entender de qué va la cosa.