Amazon solicita un aumento del 48% en el uso de agua para sus centros de datos en Aragón, España, justificándolo por el impacto del cambio climático y el aumento de días calurosos. Ecologistas en Acción y Tu Nube Seca Mi Río se oponen, argumentando que el cambio climático ya debería haberse considerado en la autorización original y que en situaciones de estrés hídrico se debería limitar el consumo de agua de estas industrias.
Amazon pide más agua en Aragón: ¿la sed insaciable de la nube o una jugada climática?
Amazon Web Services (AWS), el gigante de la computación en la nube, ha levantado una polvareda en Aragón al solicitar un incremento del 48% en la disponibilidad de agua para sus tres centros de datos ubicados en El Burgo de Ebro, Villanueva de Gállego y Plhus. La solicitud, formalizada ante el Instituto Aragonés de Gestión Ambiental (Inaga) el pasado 20 de diciembre, pone sobre el tapete el creciente debate sobre el impacto ambiental de la industria tecnológica.
Recordemos que AWS anunció el año pasado «una inversión récord de 15.700 millones» de euros en la comunidad aragonesa, hasta 2033, para expandir sus centros de datos. El Gobierno regional, con la mira puesta en el desarrollo económico, le otorgó al proyecto la «declaración de interés estratégico», agilizando los trámites burocráticos. Microsoft también juega fuerte en la región, con «una inversión estimada en torno a los 9.000 millones de euros».
### La excusa del calentamiento global
La justificación de Amazon para este aumento de consumo hídrico no ha tardado en generar controversia. Según la compañía, el incremento del uso del agua se debe al «impacto climático». En palabras textuales, «la exposición a periodos prolongados de altas temperaturas ambientales tiene un impacto inevitable y directo en el agua consumida por los centros de datos, haciendo que la demanda de agua de abastecimiento durante los periodos de calor aumente». En resumen: el cambio climático los obliga a consumir más agua para mantener frescos sus servidores.
Los centros de datos, esos colosos tecnológicos que procesan y almacenan nuestra información, necesitan refrigeración constante para evitar el sobrecalentamiento de sus equipos. Cuando la temperatura supera los 28 grados, se activan sistemas de enfriamiento que consumen grandes cantidades de agua.
### Críticas desde el frente ambiental
Sin embargo, la explicación no convence a todos. Luis García, de Ecologistas en Acción de Centros de Datos, señala que «llama la atención que los cálculos de días calurosos son los mismos para los tres complejos, independientemente de si se encuentran en zonas urbanas o no».
Junto con Tu Nube Seca Mi Río, Ecologistas en Acción ha presentado alegaciones contra la ampliación del proyecto. «Aunque Amazon tiene razón en que el cambio climático eleva los días anuales de altas temperaturas, no lo consideramos un motivo que justifique un aumento del consumo de agua para su actividad», sostienen estos colectivos. Y añaden: «Primero, porque el cambio climático ya se tuvo que haber tenido en cuenta en la solicitud original de autorización ambiental, ya que no es un fenómeno que haya llegado este año. Y segundo, porque en las condiciones de estrés hídrico que se describen es precisamente cuando se debería limitar el consumo de esta industria para garantizar el acceso al agua a la población y agricultura». En su opinión, «no se tramite esta autorización ambiental y que se implemente mecanismos de vigilancia eficaces e independientes».
### La defensa de amazon
Fuentes de AWS insisten en que la nueva petición responde al aumento de temperaturas en España y en Aragón en los últimos años. También señalan que los 53,9 millones de litros anuales a los que tendrá derecho cada uno de los tres complejos es un tope «para años anómalos y extremadamente calurosos como fue 2022». ¿Será suficiente esta justificación para calmar las crecientes preocupaciones?
### ¿Desarrollo económico a cualquier precio?
La polémica en torno al consumo de agua de los centros de datos de Amazon no es un caso aislado. El debate sobre el impacto ambiental de la industria tecnológica está en auge, y la necesidad de equilibrar el desarrollo económico con la sostenibilidad es cada vez más urgente. ¿Estamos dispuestos a sacrificar nuestros recursos naturales en pos del avance tecnológico? ¿Es realmente inevitable que la nube tenga una sed tan voraz? El debate está abierto.