¿Burbuja de la IA en ciernes? Riesgos y oportunidades al rojo vivo

Redacción Cuyo News
6 min
Cortito y conciso:

La inteligencia artificial genera tanto entusiasmo como incertidumbre. Expertos advierten sobre una posible «burbuja» debido a cuellos de botella en el suministro y una brecha entre el desarrollo y la implementación efectiva. Mientras algunos ven un futuro de crecimiento económico sin precedentes, otros señalan la necesidad de un enfoque estratégico y cauteloso para evitar fracasos. Lituania emerge como un ejemplo de éxito en el sector tecnológico gracias a la inversión, la repatriación de talento y la colaboración, pero enfrenta desafíos demográficos que requieren atención.

## ¿Burbuja IA a la vista? El debate que sacude al mundo tecnológico

La fiebre por la inteligencia artificial (IA) sigue escalando, pero no todo es color de rosas en el paraíso digital. Mientras la inversión y el desarrollo de la IA alcanzan niveles sin precedentes, las voces de alerta sobre una posible «burbuja» económica resuenan cada vez con más fuerza. ¿Estamos ante el próximo gran boom o un castillo de naipes a punto de derrumbarse?

Sam Altman, mandamás de OpenAI, la empresa detrás del famoso ChatGPT, no se anda con chiquitas y reconoce que la industria va a pasar por «auges y caídas». Una declaración que pone los pelos de punta, viniendo de uno de los popes del sector.

### El banco de inglaterra y la advertencia sobre la burbuja de la ia

El Banco de Inglaterra, con la flema británica que lo caracteriza, también puso el grito en el cielo. El Comité de Política Financiera del banco central advirtió sobre «un riesgo creciente de corrección repentina» en el mercado de la IA. ¿Los motivos? «Cuellos de botella» en las cadenas de suministro de energía, datos y materias primas, además de una carrera desenfrenada entre el desarrollo de modelos y la capacidad real de ponerlos en práctica.

Justas Morkunas, directivo de Nexos.ai, le pone números a la cosa: el uso de IA generativa en empresas pegó un salto del 33% al 71% en un año. Pero ojo, que el 74% de esas empresas admite que no sabe cómo sacarle el jugo a la herramienta. Un dato que pinta un panorama de entusiasmo desmedido y resultados magros.


Inteligencia artificial

### ¿España en la cresta de la ola… o estrellándose contra el muelle?

En España, la adopción de la IA generativa es cosa seria: un 50% de las empresas ya la usa, por encima del promedio europeo del 42%. Pero acá viene el baldazo de agua fría: muchos proyectos se quedan en la fase piloto, sin lograr el despegue.

Jorge Palomar, director ejecutivo de Galtea, pone el dedo en la llaga: «La verdadera clave para escalar la IA generativa no es solo crear prototipos, sino demostrar que pueden comportarse de manera consistente, segura y transparente en entornos reales». Una radiografía cruda de los desafíos que enfrentan las empresas.

Morkunas tira un centro para pensar la estrategia: «¿Merece la pena la IA?, ¿la desarrollamos o la compramos?, ¿cómo la hacemos segura y accesible? y ¿cómo medimos los resultados?». Y propone una receta simple pero efectiva: «Empieza con poco y aprende rápido».

A pesar de las dudas y los riesgos, Altman se muestra optimista: «Tenemos que planificar, confiamos en que esta tecnología impulsará una nueva ola de crecimiento económico sin precedentes». Un voto de confianza que contrasta con las advertencias de los más pesimistas.

## El caso Lituania: un faro en el Silicon Valley europeo

En medio de este debate, Lituania emerge como un caso de éxito en el mundo tecnológico. Gintare Verbickaite, directora de la asociación Unicorns de Lituania, destaca la importancia de crear una comunidad de innovación colaborativa. Y los resultados están a la vista: el sector tecnológico aporta más del 5% del PBI del país, emplea a 77.600 personas y multiplicó por 35 el volumen de impuestos recaudados desde 2019. «Estas cifras significan que estamos haciendo algo bien», afirma Verbickaite.

La inversión en tecnología permitió revertir la fuga de cerebros y atraer talento especializado, incluso de países como Ucrania y Bielorrusia. Además, el salario promedio en el sector tecnológico se duplicó en siete años, convirtiéndose en uno de los más altos del país.

«El Gobierno invirtió en esto alrededor de 158 millones, así que el retorno ha superado lo previsto», subraya Verbickaite. Sin embargo, la directiva reconoce un desafío clave: el envejecimiento de la población. «No nacen suficientes niños y esto es algo que también estamos tratando de trasladar al Gobierno. Debemos tener un enfoque un poco más estratégico para la atracción de talento, especialmente cuando hablamos de talento internacional».

Lituania, junto a Estonia, se posiciona como un Silicon Valley europeo, atrayendo inversión extranjera y generando un ecosistema próspero para las startups. Pero la pregunta sigue latente: ¿podrá mantener este ritmo de crecimiento en un contexto global incierto? El tiempo dirá.

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