¿Cuánto contamina tu pregunta a la IA? El costo oculto El consumo secreto de la IA: ¿A qué precio la inteligencia artificial?

Redacción Cuyo News
6 min
Cortito y conciso:

La inteligencia artificial (IA) está consumiendo energía a un ritmo alarmante, generando un debate sobre su sostenibilidad. Google revela datos sobre el consumo de Gemini, pero expertos señalan que la información es incompleta y urge mayor transparencia en la industria. ¿Estamos ante una nueva «fiebre del oro» tecnológica a costa del planeta?

La inteligencia artificial (IA) irrumpió en nuestras vidas como un torbellino, transformando la forma en que interactuamos con la tecnología. Desde su aparición, ChatGPT de OpenAI se convirtió en un fenómeno global, escalando posiciones hasta codearse con gigantes como Instagram y superar a redes sociales como X. Pero, ¿cuál es el costo oculto de esta revolución? ¿Cuánta energía se necesita para alimentar estas mentes artificiales?

Google, en un gesto que algunos podrían calificar de valentía y otros de simple estrategia de marketing, reveló un dato inicial sobre el consumo de su propio servicio, Gemini: "Un mensaje de texto medio de Gemini usa 0,24 vatios por hora de energía, el equivalente a la electricidad necesaria a ver la televisión durante menos de nueve segundos", declaró Savannah Goodman, directora de los Laboratorios de Energía Avanzados de la multinacional.

¿Una verdad a medias? El debate sobre el consumo energético de la ia

Sin embargo, la cifra presentada por Google no convenció a todos. Modelos de evaluación alternativos sugieren un consumo mucho mayor, y varios investigadores consideran que la información proporcionada es incompleta. ¿Estamos ante una verdad a medias? ¿O Google está intentando minimizar el impacto ambiental de su tecnología?

El Laboratorio Nacional Lawrence Berkeley (LBNL) estima que los centros de datos ya consumen el 4,4% de la energía total en Estados Unidos. Pero la cosa no termina ahí. Las proyecciones del LBNL son aún más alarmantes: "Para 2028, más de la mitad de la electricidad que va a los centros de datos se utilizará para IA", lo que equivale al 22% de la demanda doméstica total.

Parthasarathy Ranganathan, vicepresidente de Google, no se anda con rodeos: "Los tamaños de los modelos Gemini de hoy han aumentado de millones de parámetros a billones de parámetros. Se duplica cada tres meses y medio más o menos, lo que significa que se multiplica por 10 anualmente. En correspondencia con el aumento del tamaño del modelo, también hemos necesitado mayores cantidades de potencia de cómputo". En otras palabras, la sed de conocimiento de la IA parece insaciable.

El costo oculto de la inteligencia artificial

Si bien una consulta individual puede consumir entre 0,24 y 0,30 vatios por hora, multiplicar esta cifra por los millones de interacciones diarias a nivel global revela una realidad preocupante. Mil millones de consultas diarias durante un año podrían consumir más de 109 gigavatios-hora de electricidad, suficiente para abastecer a miles de hogares.

Un estudio publicado en MIT Technology Review estima que una interacción media de 15 preguntas, 10 peticiones de imágenes y un vídeo de cinco segundos requiere 2,9 kilovatios por hora, el equivalente al consumo de una bicicleta eléctrica para recorrer más de 150 kilómetros. ¿Estamos dispuestos a pagar este precio por la comodidad de la IA?

Goodman se muestra optimista y destaca las mejoras en la eficiencia energética logradas por Google. Sin embargo, la clave reside en el entrenamiento de los modelos. Según datos del MIT, entrenar GPT-4 requirió más de 100 millones de euros y 50 gigavatios por hora de energía.

La rentabilidad de la IA reside en su uso masivo, en la inferencia. "Que una empresa gane dinero con un modelo solo sucede en la inferencia", explica Esha Choukse, investigadora de Microsoft Azure. Pero esta rentabilidad no debe ocultar el impacto ambiental.

¿Centrales nucleares para alimentar la ia?

Las necesidades energéticas de la IA han llevado a gigantes como Meta y Microsoft a considerar la energía nuclear como alternativa. Una decisión polémica que plantea interrogantes sobre el futuro energético del planeta.

La opacidad en torno a los datos de consumo energético es otro punto crítico. "Son una caja negra total", denuncia Boris Gamazaychikov, jefe de sostenibilidad de IA en Salesforce. Sasha Luccioni, investigadora de IA y clima en Hugging Face, exige mayor transparencia y critica la falta de datos precisos.

La revelación de Google es un primer paso, pero la transparencia debe ser la norma, no la excepción. ¿Estamos ante una nueva "fiebre del oro" tecnológica a costa del planeta? Solo la transparencia y la acción coordinada podrán garantizar un futuro sostenible para la IA.

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