España lanzó con éxito el satélite SpainSat NG I desde Cabo Cañaveral, marcando un hito en su industria espacial. El satélite, considerado uno de los más avanzados del mundo, proporcionará comunicaciones seguras a las Fuerzas Armadas, al gobierno, a naciones aliadas y a la OTAN. Este lanzamiento posiciona a España entre los líderes europeos en comunicaciones seguras por satélite, con un ambicioso programa que involucra una inversión de 2.000 millones de euros y una fuerte participación de la industria nacional.
En una movida que sacudió los cielos y las bases militares, España hizo historia esta madrugada. Como si se tratara de una película de espías, el satélite SpainSat NG I despegó con éxito desde Cabo Cañaveral a bordo de un cohete Falcon 9 de SpaceX, confirmando que el ingenio humano, a veces, puede superar cualquier desafío. Este lanzamiento no es cualquier cosa, pibe, es un hito para la industria espacial española que, nos guste o no, se mete de lleno en el club de los grandes.
El SpainSat NG I, uno de los satélites más avanzados del mundo, promete comunicaciones seguras para las Fuerzas Armadas, el Gobierno y, por si fuera poco, también para naciones aliadas y organismos internacionales. Con este juguetito espacial, España se convierte en el quinto país europeo capaz de brindarle comunicaciones a la OTAN. ¿Será que ahora nos van a tomar más en serio en las reuniones internacionales?
Cuenta Regresiva y Éxtasis Espacial
La expectación en Cabo Cañaveral era palpable, como si estuviéramos esperando el gol de la final. Luego de las nubes matutinas, el cielo se despejó, dando paso a la cuenta regresiva. A las 20:34 en Florida (madrugada española), el estruendo del Falcon 9 fue de esos que te hacen sentir pequeño frente a la inmensidad del universo. El satélite, cual ave fénix tecnológica, se separó de la segunda etapa del lanzador para emprender su viaje de cinco meses y medio hacia su órbita definitiva. Una aventura que, esperemos, no termine en un simple «perdí el GPS».
Según Miguel Ángel García Primo, CEO de Hisdesat, este es «el programa más ambicioso que hemos acometido hasta ahora». Con una inversión inicial de 850 millones de euros, que escala a 2.000 millones si sumamos los gastos operativos durante sus 20 años de vida útil, el SpainSat NG I no es un juego de niños. El Ministerio de Defensa se hace cargo del 70% de esta torta financiera, e Hisdesat del 30%. Ismael López, CEO de Thales Alenia Space en España, subraya que «nunca se había puesto un satélite español en órbita de esta envergadura y complejidad». ¿Será que esta vez los impuestos tienen un destino que algunos podríamos llegar a entender?
Con un peso de 6,1 toneladas, una altura de 7,2 metros y una envergadura de más de 40 metros con los paneles solares desplegados, el SpainSat NG I no es un satelito cualquiera. Ojo, que no es solo una cuestión de tamaño. Como bien dijo el CEO de Hisdesat, «estamos en el top 5 mundial y el top 4 europeo» en comunicaciones seguras por satélite. Solo Estados Unidos, según ellos, nos lleva la delantera en este tipo de tecnología.
“Ha sido un completo éxito”, aseguró con un dejo de emoción la secretaria de Estado de Defensa, Amparo Valcarce. “El país que no esté en el espacio va a perder una carrera fundamental de progreso”, advirtió, haciendo hincapié en que esta es una carrera «muy competida» y que requiere “altos recursos financieros”. ¿Alguien dijo competencia?
A prueba de Hackers y Curiosos
El SpainSat NG I, junto con su hermano, el SpainSat NG II, forma parte de un programa que busca proporcionar soberanía y autonomía estratégica a España. Como dice Raquel González Sola, responsable de Space Systems en Airbus en España, esto «permite la no dependencia de terceros». Este satélite multiplica por diez la capacidad de comunicaciones de la generación anterior, «lo que al fin y al cabo significa la posibilidad de transmitir más datos en menos tiempo”. En resumen, más información más rápido, menos tiempo para que los «amigos» de lo ajeno nos intercepten las comunicaciones.
A partir del segundo semestre de 2025, estos satélites brindarán servicio a las Fuerzas Armadas, a los aliados internacionales a la Comisión Europea y a la OTAN. «Será la primera vez que España aporte capacidad de comunicaciones seguras por satélite a la OTAN», subrayó García. Hasta ahora, solo cuatro países de la alianza contaban con esta capacidad: Estados Unidos, Reino Unido, Francia e Italia. ¿Será que ahora nos ganaremos el respeto en las reuniones de la OTAN en lugar de solo servir el café?.
Con más de 3.000 militares y guardias civiles desplegados en el exterior, España necesita una comunicación segura y libre de interferencias. «Todos los sistemas de control dependen tanto de las comunicaciones que quedarse ciego, sordo y sin información marca la diferencia entre una operación exitosa o un desastre de grandes proporciones”, remarcó Valcarce. El SpainSat NG I está diseñado para proteger las comunicaciones militares, incluso contra el pulso electromagnético de una explosión nuclear.
Además de su uso militar, este satélite puede ser un salvavidas en emergencias como inundaciones, incendios, terremotos u otros desastres naturales. Al estar en órbita geoestacionaria a 36.000 kilómetros de altura, no se ve afectado por estos fenómenos, lo que lo convierte en una herramienta vital para restablecer las comunicaciones rápidamente.
Más que un Satélite, Orgullo Nacional
El 45% de las piezas del satélite fueron fabricadas en España. Esto es notable, ya que en programas anteriores, la participación industrial nacional apenas alcanzaba el 21%. En esta ocasión, no solo se fabricaron las piezas más complejas, sino que también “por primera vez se ha definido, desarrollado, diseñado e integrado un módulo de comunicaciones completo”. Esto es como cuando el equipo chico llega a la final, una razón para sacar pecho, ¿no?.
El satélite opera en tres bandas de frecuencia (X, Ka Militar y UHF), cada una con capacidades superiores a las actuales. Thales Alenia Space ha desarrollado las cargas útiles de comunicaciones y ha integrado el módulo en sus instalaciones de Madrid. Este módulo, de más de dos toneladas de peso y seis metros de altura, cuenta con tecnología de punta en comunicaciones espaciales. Es como tener un Fórmula 1 pero en el espacio, che.
Uno de los aspectos más destacados del satélite es el sistema de antenas activas de transmisión y recepción en banda X, “las más avanzadas e innovadoras en Europa”. Estas antenas permiten cambiar la zona de cobertura en la Tierra, adaptándose a las necesidades del momento, algo que, hasta ahora, no era posible con los satélites tradicionales.
Todo este ensamblaje culminó en Toulouse, Francia, y luego se llevó el satélite en un avión de carga Antonov AN-124, una especie de “sarcófago superprotegido”. Una vez en Cabo Cañaveral, se realizaron ensayos y verificaciones, para luego encapsular el satélite y llevarlo a la torre de lanzamiento.
A pesar de que el lanzamiento se pospuso debido a un temporal, finalmente el SpainSat NG I despegó sin problemas. Ahora, esperamos el lanzamiento de su hermano gemelo, el SpainSat NG-II, programado para septiembre u octubre de este año. Juntos, estos dos satélites garantizarán la cobertura de dos tercios de la superficie terrestre. ¿Será que ahora si nos escuchan desde el espacio?.
Mientras tanto, el SpainSat NG I ya está en órbita, marcando un antes y un después para la industria espacial española. Una noticia que, esperemos, sirva para dejar de lado las peleas cotidianas y sentirnos un poquito más orgullosos de lo que somos capaces de lograr. Aunque sea de vez en cuando.
