Tras el estreno de Dying Light: The Beast, título desarrollado por el estudio de Techland, los jugadores amantes del género de supervivencia, terror y sobre todo de los muertos vivientes, ya han podido vivir la experiencia más inmersiva sobre hacerle frente al apocalipsis zombie.
Dying Light: The Beast además de ofrecer una amplia exploración en un mapa lleno de todo tipo de enemigos, encuentros aleatorios y hasta persecuciones con otros sobrevivientes, permite que el jugador experimente de primera mano la brutalidad de lo que significa ser una bestia en toda regla.
Gracias a todo un árbol de habilidades, mientras se combaten hordas de zombies, se podrán desatar todo un amplio abanico de ataques que ‘Kyle Crane’ puede ejercer sobre sus enemigos. Verdaderamente se hace honor al título del juego: ser una bestia.
El balance entre el poder y la supervivencia
En una charla con Tymon Smektala, director de la franquicia de Dying Light, explicó cómo el estudio manejó un balance con estas nuevas habilidades para no romper los combates con los zombies y que todo se sintiera natural. “Aquí el gran desafío fue no hacerlo demasiado poderoso.” Comenta el desarrollador. “Estábamos muy atentos a modificar lo rápido que podíamos. ¿Cuánto tiempo se puede usar? ¿cuánto tiempo dura?, ¿cuán poderoso es?”
Los ataques de ‘Crane’ en el modo bestia son devastadores, pues cuando se activan estas habilidades, nada puede parar al personaje. Puede convertir a simples enemigos en montones de extremidades y hacerles frente a jefes más grandes.
“Lo que buscábamos fue un lugar dulce donde todavía te sientes como un sobreviviente en un apocalipsis zombie. Revela Smektala. “Siendo perseguido por esos monstruos asustadores, los volátiles, ocultándose detrás de los árboles a la noche, pero te da la oportunidad, de vez en cuando, de poder liberar a la bestia, cambiar el juego, poder sentirse superpoderoso por un momento y luego volver a tu cuerpo humano.”
El frenesí tiene su precio
Y es que aunque el jugador pueda desatar toda una carnicería en el mapa de ‘Castor Woods’, las habilidades no son infinitas, incluso ciertos movimientos especiales como arrojar rocas, tienen un costo del tiempo de duración del modo bestia, por lo que el público debe decidir sabiamente los momento de ejecución de dicho frenesí.
“Así que a medida que avanzas en el juego, es mejor y más fácil para ti usar el modo bestia, pero a causa de eso también te sientes más fuerte, algo que también queríamos tener desde el punto de vista narrativo.” Enfatiza Tymon Smektala, ya que conforme se cumplen varias misiones de la historia, el protagonista irá derrotando jefes de todo tipo y se inyectará sus habilidades para poder seguir seguir desarrollando sus poderes.
A pesar de esto, el director revela que les llevó mucho trabajo poder perfeccionar esta idea, pues el personaje no debía ser ni muy débil, ni muy fuerte, pues con un montón de elementos en el juego y una historia bien planificada, si las habilidades se rompían, el sistema también. “Nos tomó meses buscar un cuidadoso equilibrio; pruebas de juego, preguntando a nuestros jugadores aquí en el estudio, observando cómo juegan con los mecanismos de la bestia. Básicamente, fue muy duro y muy adecuado, se trató de un trabajo de desarrollo continuo en el equilibrio del juego.»
Disponible en consolas y pc
Dying Light: The Beast ya se encuentra disponible en PlayStation 5, Xbox Series X/S y PC. En IGN Latinoamérica, se le dio una calificación de 9 sobre 10:
El estudio Techland lanzó Dying Light: The Beast, una nueva entrega que sumerge a los jugadores en un apocalipsis zombi con la posibilidad de desatar habilidades bestiales. El director de la franquicia, Tymon Smektala, destacó el desafío de equilibrar estas habilidades para mantener la esencia del juego de supervivencia y terror.
Resumen generado automáticamente por inteligencia artificial
Tymon Smektala, el capo de la franquicia, nos cuenta que no fue moco de pavo equilibrar esta nueva habilidad. ¡Claro! No querían que nos sintiéramos como Superman en el Once, pero tampoco que sigamos corriendo como gallinas degolladas.
La idea, según Smektala, es que nos sintamos como sobrevivientes, pero con la chance de «liberar a la bestia» de vez en cuando. Un poco de furia berserker para cortar la semana, ¿quién no lo necesita?
Pero ojo, muchachos, que esto no es jauja. Los poderes bestiales tienen su límite, como el fernet en una juntada. Así que a pensar bien cuándo y cómo usar la fuerza bruta, porque los zombies siguen ahí, esperando que nos confiemos.
Y si les gustó la idea de mutar y reventar cráneos, prepárense, porque parece que la historia va por ese lado. ¡A inyectarse habilidades de jefes zombis como si no hubiera un mañana!
En fin, Dying Light: The Beast ya está disponible y promete ser una carnicería con todas las letras. ¿Será que por fin encontramos la excusa perfecta para descargar nuestra ira acumulada? ¡El tiempo (y los zombies) dirán!»>
Contenido humorístico generado por inteligencia artificial
Tras el estreno de Dying Light: The Beast, título desarrollado por el estudio de Techland, los jugadores amantes del género de supervivencia, terror y sobre todo de los muertos vivientes, ya han podido vivir la experiencia más inmersiva sobre hacerle frente al apocalipsis zombie.
Dying Light: The Beast además de ofrecer una amplia exploración en un mapa lleno de todo tipo de enemigos, encuentros aleatorios y hasta persecuciones con otros sobrevivientes, permite que el jugador experimente de primera mano la brutalidad de lo que significa ser una bestia en toda regla.
Gracias a todo un árbol de habilidades, mientras se combaten hordas de zombies, se podrán desatar todo un amplio abanico de ataques que ‘Kyle Crane’ puede ejercer sobre sus enemigos. Verdaderamente se hace honor al título del juego: ser una bestia.
El balance entre el poder y la supervivencia
En una charla con Tymon Smektala, director de la franquicia de Dying Light, explicó cómo el estudio manejó un balance con estas nuevas habilidades para no romper los combates con los zombies y que todo se sintiera natural. “Aquí el gran desafío fue no hacerlo demasiado poderoso.” Comenta el desarrollador. “Estábamos muy atentos a modificar lo rápido que podíamos. ¿Cuánto tiempo se puede usar? ¿cuánto tiempo dura?, ¿cuán poderoso es?”
Los ataques de ‘Crane’ en el modo bestia son devastadores, pues cuando se activan estas habilidades, nada puede parar al personaje. Puede convertir a simples enemigos en montones de extremidades y hacerles frente a jefes más grandes.
“Lo que buscábamos fue un lugar dulce donde todavía te sientes como un sobreviviente en un apocalipsis zombie. Revela Smektala. “Siendo perseguido por esos monstruos asustadores, los volátiles, ocultándose detrás de los árboles a la noche, pero te da la oportunidad, de vez en cuando, de poder liberar a la bestia, cambiar el juego, poder sentirse superpoderoso por un momento y luego volver a tu cuerpo humano.”
El frenesí tiene su precio
Y es que aunque el jugador pueda desatar toda una carnicería en el mapa de ‘Castor Woods’, las habilidades no son infinitas, incluso ciertos movimientos especiales como arrojar rocas, tienen un costo del tiempo de duración del modo bestia, por lo que el público debe decidir sabiamente los momento de ejecución de dicho frenesí.
“Así que a medida que avanzas en el juego, es mejor y más fácil para ti usar el modo bestia, pero a causa de eso también te sientes más fuerte, algo que también queríamos tener desde el punto de vista narrativo.” Enfatiza Tymon Smektala, ya que conforme se cumplen varias misiones de la historia, el protagonista irá derrotando jefes de todo tipo y se inyectará sus habilidades para poder seguir seguir desarrollando sus poderes.
A pesar de esto, el director revela que les llevó mucho trabajo poder perfeccionar esta idea, pues el personaje no debía ser ni muy débil, ni muy fuerte, pues con un montón de elementos en el juego y una historia bien planificada, si las habilidades se rompían, el sistema también. “Nos tomó meses buscar un cuidadoso equilibrio; pruebas de juego, preguntando a nuestros jugadores aquí en el estudio, observando cómo juegan con los mecanismos de la bestia. Básicamente, fue muy duro y muy adecuado, se trató de un trabajo de desarrollo continuo en el equilibrio del juego.»
Disponible en consolas y pc
Dying Light: The Beast ya se encuentra disponible en PlayStation 5, Xbox Series X/S y PC. En IGN Latinoamérica, se le dio una calificación de 9 sobre 10:
Tymon Smektala, el capo de la franquicia, nos cuenta que no fue moco de pavo equilibrar esta nueva habilidad. ¡Claro! No querían que nos sintiéramos como Superman en el Once, pero tampoco que sigamos corriendo como gallinas degolladas.
La idea, según Smektala, es que nos sintamos como sobrevivientes, pero con la chance de «liberar a la bestia» de vez en cuando. Un poco de furia berserker para cortar la semana, ¿quién no lo necesita?
Pero ojo, muchachos, que esto no es jauja. Los poderes bestiales tienen su límite, como el fernet en una juntada. Así que a pensar bien cuándo y cómo usar la fuerza bruta, porque los zombies siguen ahí, esperando que nos confiemos.
Y si les gustó la idea de mutar y reventar cráneos, prepárense, porque parece que la historia va por ese lado. ¡A inyectarse habilidades de jefes zombis como si no hubiera un mañana!
En fin, Dying Light: The Beast ya está disponible y promete ser una carnicería con todas las letras. ¿Será que por fin encontramos la excusa perfecta para descargar nuestra ira acumulada? ¡El tiempo (y los zombies) dirán!»>