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Atención, comunidad gamer (y también a vos, que pasaste por acá buscando memes de gatos): Katsuhiro Harada, el hombre de las gafas oscuras y el puño en alto que nos hizo gritar ‘K.O.’ por décadas, ha soltado una bomba que nos dejó a todos en modo ‘stun’. Ni más ni menos que el legendario director y productor de Tekken ha decidido que, para finales de 2025, Bandai Namco será un mero recuerdo en su currículum. ¡Sí, escuchaste bien! Treinta años de patadas voladoras, combos imposibles y Mishima Zaibatsu, ¿para qué? Para irse. Así, sin más.
Dicen que a sus 55 años, la vida le puso un espejo delante y, entre pérdidas de amigos (una tragedia, claro) y colegas que se jubilan (la implacable ley de la vida laboral), Harada se puso a ‘reflexionar sobre el tiempo que le queda como creador’. Una frase que, leída entre líneas, suena a que se cansó de los debates sobre el balance de personajes y las texturas de los pelos. Y para colmo, ¿quién fue su gurú espiritual en este viaje introspectivo? Nada menos que Ken Kutaragi, el ‘padre de PlayStation’. Imaginen la escena: Harada, con sus gafas inseparables, tomando un café con Kutaragi, mientras este le susurra al oído: ‘Katsuhiro, el tiempo es finito, pero los DLCs… ah, esos son eternos’. O quizás no, pero la fantasía es irresistible. Lo importante es que, por ahora, no se retira de la industria. ¡Respiramos aliviados! Todavía hay esperanzas de verlo en otra franquicia, quizás haciendo un juego de gestión de criaderos de gallinas ninja, uno nunca sabe.
Recordemos que este titán empezó en los arcades de los noventa, cargando gabinetes como si fueran katanas y retando a la gente a probar su Tekken. Un visionario, sin duda. Luego, en el 98, nos regaló Tekken 3, que vendió más copias que los alfajores de maicena en la Costa Atlántica (8.36 millones, ¡casi nada!). Y ahora, en la cúspide de un éxito reciente —Tekken 8 superó los tres millones en su primer año, a un ritmo más rápido que Tekken 7—, ¿qué pasa? La franquicia se queda en un limbo cósmico. No hay anuncios de nuevos personajes DLC, ni de una posible temporada 3. ¡Ni hablemos de Tekken 9! Es como si el mismísimo Heihachi Mishima hubiera dicho: ‘Listo, mi trabajo aquí ha terminado, me voy a buscar un balneario tranquilo’. Los jugadores, claro, ya están con los memes listos, prediciendo un futuro donde Tekken 8 se actualizará con skins de aguacates.
Pero no todo es drama y especulación. Harada ha dejado un comunicado que es puro corazón (y algo de marketing, no nos engañemos). ‘Mis raíces están en los días en que apoyaba pequeños torneos locales en arcades japoneses…’, dice. Claro, ¿quién no recuerda esos gloriosos días donde el wifi no existía y tenías que ir al arcade para que te rompieran la cara? También se acordó de ‘cargar gabinetes arcade yo mismo, animando a la gente a ‘Por favor, prueben TEKKEN’’. ¡Un héroe! Y esa parte de ‘tratándome como a un viejo amigo —retándome en eventos, invitándome a bares’? Suena a que le deben unas cuantas rondas.
En fin, Katsuhiro se va, la leyenda continúa, pero el futuro de Tekken, por ahora, parece tan incierto como el resultado de un lanzamiento de moneda entre Kazuya y Jin. Solo esperamos que no nos dejen con las ganas de más combos y que, en su próximo proyecto, Harada se anime a ponerle gafas de sol a todos los personajes. Por la dignidad.
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Katsuhiro Harada, figura emblemática de la saga Tekken, anunció que dejará Bandai Namco al finalizar 2025, después de tres décadas de dedicación ininterrumpida a la franquicia. La noticia ha resonado con fuerza en la industria de los videojuegos, marcando el fin de una era para uno de los desarrolladores más reconocidos a nivel global.
A sus 55 años, Harada compartió a través de sus redes sociales que una serie de eventos personales y profesionales lo llevaron a esta trascendental decisión. La pérdida de amigos cercanos y la jubilación o el fallecimiento de colegas influyeron en su reflexión sobre "el tiempo que le queda como creador". Un factor crucial en este proceso fue el consejo de Ken Kutaragi, a quien se le atribuye el título de "padre de PlayStation", cuya guía fue fundamental para dar este paso. Aunque su futuro inmediato no ha sido revelado, Harada aclaró enfáticamente que no se retirará de la industria.
Una carrera forjada en el acero del arcade
La trayectoria de Harada en los videojuegos comenzó en la década de los noventa, cuando se unió a Namco para sumergirse en el desarrollo de las versiones arcade de Tekken. Desde aquellos primeros días, su visión y liderazgo lo posicionaron como la cara visible de la saga, reconocido por su presencia distintiva en eventos comunitarios, siempre con sus características gafas oscuras y el emblemático gesto del puño en alto, símbolo inconfundible de "The King of Iron Fist".
Su influencia fue palpable en Tekken 3, un título que dirigió en 1998 y que aún hoy es considerado por muchos críticos y jugadores como una de las obras cumbres del género de lucha. Este juego no solo obtuvo un reconocimiento masivo por su jugabilidad innovadora y pulida, sino que también alcanzó un éxito comercial rotundo, vendiendo más de 8.36 millones de copias en PlayStation y asegurándose un lugar como el quinto título más vendido en la historia de la consola.
El incierto futuro de la saga
La partida de Harada se produce en un momento de notable dinamismo para la franquicia. Tekken 8, la entrega más reciente, ha superado las expectativas al alcanzar los tres millones de copias vendidas en su primer año en el mercado, un ritmo de ventas superior al de su predecesor, Tekken 7. Sin embargo, este éxito coexiste con una perceptible incertidumbre. Bandai Namco aún no ha presentado anuncios sobre nuevos personajes para contenido descargable (DLC) ni ha esbozado planes para una posible tercera temporada. Esta situación genera interrogantes sobre la dirección futura de la saga y, de manera más fundamental, sobre la eventual llegada de Tekken 9.
A continuación, el comunicado completo de Harada, donde expone las razones de su despedida:
“Quiero compartir que dejaré Bandai Namco a finales de 2025.
Con la serie TEKKEN alcanzando su 30º aniversario —un hito importante para un proyecto al que he dedicado gran parte de mi vida— sentí que este era el momento más adecuado para cerrar un capítulo.
Mis raíces están en los días en que apoyaba pequeños torneos locales en arcades japoneses y en pequeños salones y centros comunitarios en el extranjero.
Aún recuerdo cargar gabinetes arcade yo mismo, animando a la gente a ‘Por favor, prueben TEKKEN’, y enfrentando directamente a los jugadores frente a mí.
Las conversaciones y la atmósfera que compartimos en esos lugares se convirtieron en el núcleo de quién soy como desarrollador y creador.
Incluso con el paso del tiempo, esas experiencias han permanecido en el centro de mi identidad.
Y aun cuando la escena de torneos creció mucho más, muchos continuaron tratándome como a un viejo amigo —retándome en eventos, invitándome a bares. Esos recuerdos también son profundamente valiosos para mí.
En los últimos años, experimenté la pérdida de varios amigos cercanos en mi vida personal, y en mi vida profesional fui testigo de la jubilación o fallecimiento de muchos colegas a quienes respeto profundamente.
Esos eventos acumulados me hicieron reflexionar sobre el ‘tiempo que me queda como creador’.
Durante ese periodo, busqué consejo de Ken Kutaragi —a quien respeto como si fuera otro padre— y recibí un apoyo y guía invaluables. Sus palabras me apoyaron silenciosamente para tomar esta decisión.
En los últimos cuatro o cinco años, he entregado gradualmente todas mis responsabilidades, así como las historias y la construcción de mundo que supervisaba, al equipo, llevándome al presente.
Mirando atrás, tuve la fortuna de trabajar en una extraordinaria variedad de proyectos —títulos de realidad virtual (como Summer Lesson), Pokkén Tournament, la serie SoulCalibur, y muchos otros, dentro y fuera de la compañía.
Cada proyecto estuvo lleno de nuevos descubrimientos y aprendizajes, y cada uno se convirtió en una experiencia irreemplazable para mí. A todos los que me han apoyado, a las comunidades alrededor del mundo, y a todos los colegas que han caminado junto a mí durante tantos años, les ofrezco mi más profundo agradecimiento.
Compartiré más sobre mis próximos pasos más adelante.
Muchas gracias por todo.»
Será interesante observar cuál será el próximo capítulo en la carrera de Katsuhiro Harada, quien, sin lugar a dudas, seguirá imprimiendo su sello en la industria con la misma pasión y franqueza que lo convirtieron en un referente indiscutible de los juegos de pelea.
Katsuhiro Harada, figura icónica detrás de la saga Tekken, anunció su partida de Bandai Namco a fines de 2025, tras una trayectoria de tres décadas que lo consolidó como director y productor fundamental de la franquicia. La decisión, que llega a sus 55 años, se cimenta en una profunda reflexión personal, influenciada por la pérdida de seres queridos y la jubilación de colegas, así como por el consejo de Ken Kutaragi. Aunque no se retira de la industria, su salida deja en el aire el porvenir de la célebre serie de lucha, especialmente tras el exitoso lanzamiento de Tekken 8 y la ausencia de anuncios sobre futuros contenidos.
Resumen generado automáticamente por inteligencia artificial
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Atención, comunidad gamer (y también a vos, que pasaste por acá buscando memes de gatos): Katsuhiro Harada, el hombre de las gafas oscuras y el puño en alto que nos hizo gritar ‘K.O.’ por décadas, ha soltado una bomba que nos dejó a todos en modo ‘stun’. Ni más ni menos que el legendario director y productor de Tekken ha decidido que, para finales de 2025, Bandai Namco será un mero recuerdo en su currículum. ¡Sí, escuchaste bien! Treinta años de patadas voladoras, combos imposibles y Mishima Zaibatsu, ¿para qué? Para irse. Así, sin más.
Dicen que a sus 55 años, la vida le puso un espejo delante y, entre pérdidas de amigos (una tragedia, claro) y colegas que se jubilan (la implacable ley de la vida laboral), Harada se puso a ‘reflexionar sobre el tiempo que le queda como creador’. Una frase que, leída entre líneas, suena a que se cansó de los debates sobre el balance de personajes y las texturas de los pelos. Y para colmo, ¿quién fue su gurú espiritual en este viaje introspectivo? Nada menos que Ken Kutaragi, el ‘padre de PlayStation’. Imaginen la escena: Harada, con sus gafas inseparables, tomando un café con Kutaragi, mientras este le susurra al oído: ‘Katsuhiro, el tiempo es finito, pero los DLCs… ah, esos son eternos’. O quizás no, pero la fantasía es irresistible. Lo importante es que, por ahora, no se retira de la industria. ¡Respiramos aliviados! Todavía hay esperanzas de verlo en otra franquicia, quizás haciendo un juego de gestión de criaderos de gallinas ninja, uno nunca sabe.
Recordemos que este titán empezó en los arcades de los noventa, cargando gabinetes como si fueran katanas y retando a la gente a probar su Tekken. Un visionario, sin duda. Luego, en el 98, nos regaló Tekken 3, que vendió más copias que los alfajores de maicena en la Costa Atlántica (8.36 millones, ¡casi nada!). Y ahora, en la cúspide de un éxito reciente —Tekken 8 superó los tres millones en su primer año, a un ritmo más rápido que Tekken 7—, ¿qué pasa? La franquicia se queda en un limbo cósmico. No hay anuncios de nuevos personajes DLC, ni de una posible temporada 3. ¡Ni hablemos de Tekken 9! Es como si el mismísimo Heihachi Mishima hubiera dicho: ‘Listo, mi trabajo aquí ha terminado, me voy a buscar un balneario tranquilo’. Los jugadores, claro, ya están con los memes listos, prediciendo un futuro donde Tekken 8 se actualizará con skins de aguacates.
Pero no todo es drama y especulación. Harada ha dejado un comunicado que es puro corazón (y algo de marketing, no nos engañemos). ‘Mis raíces están en los días en que apoyaba pequeños torneos locales en arcades japoneses…’, dice. Claro, ¿quién no recuerda esos gloriosos días donde el wifi no existía y tenías que ir al arcade para que te rompieran la cara? También se acordó de ‘cargar gabinetes arcade yo mismo, animando a la gente a ‘Por favor, prueben TEKKEN’’. ¡Un héroe! Y esa parte de ‘tratándome como a un viejo amigo —retándome en eventos, invitándome a bares’? Suena a que le deben unas cuantas rondas.
En fin, Katsuhiro se va, la leyenda continúa, pero el futuro de Tekken, por ahora, parece tan incierto como el resultado de un lanzamiento de moneda entre Kazuya y Jin. Solo esperamos que no nos dejen con las ganas de más combos y que, en su próximo proyecto, Harada se anime a ponerle gafas de sol a todos los personajes. Por la dignidad.
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Katsuhiro Harada, figura emblemática de la saga Tekken, anunció que dejará Bandai Namco al finalizar 2025, después de tres décadas de dedicación ininterrumpida a la franquicia. La noticia ha resonado con fuerza en la industria de los videojuegos, marcando el fin de una era para uno de los desarrolladores más reconocidos a nivel global.
A sus 55 años, Harada compartió a través de sus redes sociales que una serie de eventos personales y profesionales lo llevaron a esta trascendental decisión. La pérdida de amigos cercanos y la jubilación o el fallecimiento de colegas influyeron en su reflexión sobre "el tiempo que le queda como creador". Un factor crucial en este proceso fue el consejo de Ken Kutaragi, a quien se le atribuye el título de "padre de PlayStation", cuya guía fue fundamental para dar este paso. Aunque su futuro inmediato no ha sido revelado, Harada aclaró enfáticamente que no se retirará de la industria.
Una carrera forjada en el acero del arcade
La trayectoria de Harada en los videojuegos comenzó en la década de los noventa, cuando se unió a Namco para sumergirse en el desarrollo de las versiones arcade de Tekken. Desde aquellos primeros días, su visión y liderazgo lo posicionaron como la cara visible de la saga, reconocido por su presencia distintiva en eventos comunitarios, siempre con sus características gafas oscuras y el emblemático gesto del puño en alto, símbolo inconfundible de "The King of Iron Fist".
Su influencia fue palpable en Tekken 3, un título que dirigió en 1998 y que aún hoy es considerado por muchos críticos y jugadores como una de las obras cumbres del género de lucha. Este juego no solo obtuvo un reconocimiento masivo por su jugabilidad innovadora y pulida, sino que también alcanzó un éxito comercial rotundo, vendiendo más de 8.36 millones de copias en PlayStation y asegurándose un lugar como el quinto título más vendido en la historia de la consola.
El incierto futuro de la saga
La partida de Harada se produce en un momento de notable dinamismo para la franquicia. Tekken 8, la entrega más reciente, ha superado las expectativas al alcanzar los tres millones de copias vendidas en su primer año en el mercado, un ritmo de ventas superior al de su predecesor, Tekken 7. Sin embargo, este éxito coexiste con una perceptible incertidumbre. Bandai Namco aún no ha presentado anuncios sobre nuevos personajes para contenido descargable (DLC) ni ha esbozado planes para una posible tercera temporada. Esta situación genera interrogantes sobre la dirección futura de la saga y, de manera más fundamental, sobre la eventual llegada de Tekken 9.
A continuación, el comunicado completo de Harada, donde expone las razones de su despedida:
“Quiero compartir que dejaré Bandai Namco a finales de 2025.
Con la serie TEKKEN alcanzando su 30º aniversario —un hito importante para un proyecto al que he dedicado gran parte de mi vida— sentí que este era el momento más adecuado para cerrar un capítulo.
Mis raíces están en los días en que apoyaba pequeños torneos locales en arcades japoneses y en pequeños salones y centros comunitarios en el extranjero.
Aún recuerdo cargar gabinetes arcade yo mismo, animando a la gente a ‘Por favor, prueben TEKKEN’, y enfrentando directamente a los jugadores frente a mí.
Las conversaciones y la atmósfera que compartimos en esos lugares se convirtieron en el núcleo de quién soy como desarrollador y creador.
Incluso con el paso del tiempo, esas experiencias han permanecido en el centro de mi identidad.
Y aun cuando la escena de torneos creció mucho más, muchos continuaron tratándome como a un viejo amigo —retándome en eventos, invitándome a bares. Esos recuerdos también son profundamente valiosos para mí.
En los últimos años, experimenté la pérdida de varios amigos cercanos en mi vida personal, y en mi vida profesional fui testigo de la jubilación o fallecimiento de muchos colegas a quienes respeto profundamente.
Esos eventos acumulados me hicieron reflexionar sobre el ‘tiempo que me queda como creador’.
Durante ese periodo, busqué consejo de Ken Kutaragi —a quien respeto como si fuera otro padre— y recibí un apoyo y guía invaluables. Sus palabras me apoyaron silenciosamente para tomar esta decisión.
En los últimos cuatro o cinco años, he entregado gradualmente todas mis responsabilidades, así como las historias y la construcción de mundo que supervisaba, al equipo, llevándome al presente.
Mirando atrás, tuve la fortuna de trabajar en una extraordinaria variedad de proyectos —títulos de realidad virtual (como Summer Lesson), Pokkén Tournament, la serie SoulCalibur, y muchos otros, dentro y fuera de la compañía.
Cada proyecto estuvo lleno de nuevos descubrimientos y aprendizajes, y cada uno se convirtió en una experiencia irreemplazable para mí. A todos los que me han apoyado, a las comunidades alrededor del mundo, y a todos los colegas que han caminado junto a mí durante tantos años, les ofrezco mi más profundo agradecimiento.
Compartiré más sobre mis próximos pasos más adelante.
Muchas gracias por todo.»
Será interesante observar cuál será el próximo capítulo en la carrera de Katsuhiro Harada, quien, sin lugar a dudas, seguirá imprimiendo su sello en la industria con la misma pasión y franqueza que lo convirtieron en un referente indiscutible de los juegos de pelea.