Silksong: la esperada secuela ya está aquí y promete no decepcionar
¡Feliz día de lanzamiento de Hollow Knight: Silksong para los que lo celebran! Tras unas primeras horas de juego, la sensación es de abrumadora satisfacción. La esperada secuela acorta la intimidante introducción de su predecesor para ofrecer más rápidamente caminos ramificados y herramientas para explorarlos.
Hornet, una protagonista con voz propia
Una de las diferencias más notables es la personalidad de Hornet, la nueva heroína. A diferencia del protagonista silencioso del primer juego, Hornet tiene encanto y dialoga con los personajes del mundo de Pharloom. Este cambio, aunque inicialmente preocupante, resulta atractivo, ya que Hornet conserva un estoicismo cauteloso y una disposición a hablar solo cuando es necesario.
La calidad de la escritura se mantiene de primera categoría, con diálogos poéticos y elusivos que dejan espacio tanto para la seriedad como para el humor. La atención al detalle que hizo de Hollow Knight un éxito está presente, con áreas intrigantes, personajes memorables y una banda sonora estelar.
Otro aspecto destacado es la personalización. Los amuletos que otorgan habilidades están codificados por colores, lo que obliga a priorizar ciertas combinaciones. Este sistema se extiende a ataques secundarios y Emblemas que modifican el ataque de forma más drástica.
Un desafío sin concesiones, pero con opciones
«Honestamente, no puedo esperar a dejar de escribir esto para poder sumergirme nuevamente.»
Silksong no teme castigar al jugador, como al perder todos los Rosarios al morir y tener que recuperarlos. Los enemigos pueden ser desafiantes, pero el juego ofrece maneras de mitigar este castigo, como la opción de pagar para guardar Rosarios adicionales como consumibles.
El sistema de mapas, que era un punto de fricción en el original, ha sido mejorado. Las mejoras se obtienen antes en el juego, lo que suaviza la experiencia inicial sin sacrificar la emoción de explorar zonas desconocidas.
En resumen, Silksong parece ser una secuela a la altura de las expectativas. No reinventa la rueda, pero tampoco se duerme en los laureles. Mantiene la esencia del original y, según las primeras impresiones, lo mejora en muchos aspectos.
