Bill Gates no se guardó nada. El magnate tecnológico criticó duramente a Elon Musk por su apoyo a la extrema derecha y sus intentos de desestabilizar la política internacional. Lo tildó de «mierda loca» y cuestionó su obsesión con temas ajenos a sus negocios, como las acusaciones de encubrimiento en el Reino Unido. Además, Gates abogó por medidas contra los «superricos» que buscan manipular elecciones, mientras reconocía su propio acercamiento al expresidente Donald Trump.
Bill Gates, cofundador de Microsoft, no anduvo con vueltas al referirse a los últimos pasos de su colega y magnate tecnológico, Elon Musk. En una entrevista para The Sunday Times, Gates calificó de “mierda loca” (insane shit) el apoyo de Musk a la extrema derecha y sus esfuerzos por desestabilizar la política global. El filántropo no se guardó nada y también hizo un llamado a que las naciones tomen medidas contra aquellos «superricos» que pretenden distorsionar procesos electorales.
Los dardos de Gates hacia Musk: ¿Una disputa ideológica o algo más?
Las declaraciones de Gates llegan después de que el jefe de Tesla lanzara serias difamaciones contra políticos británicos, acusándolos de encubrir casos de violación que se remontan a hace más de una década. Gates también criticó la defensa de Musk a figuras extremistas, recordando cuando el creador de SpaceX pidió que el controvertido activista antiislamista Tommy Robinson reemplazara al líder derechista Nigel Farage. «Quieres promover la derecha, pero dices que Nigel Farage no es suficientemente de derechas», sentenció Gates, con un tono entre irónico y desaprobatorio.
A pesar de reconocer que Musk es un tipo «superinteligente», Gates no dudó en acusarlo de extralimitarse. La diferencia de posturas políticas entre ambos es evidente: mientras Musk invirtió una suma considerable, 277 millones de dólares, en las campañas de Trump y otros candidatos republicanos en 2024, Gates apostó por la campaña de Kamala Harris, financiándola con 50 millones de dólares. «Es difícil entender por qué alguien que tiene una fábrica de coches tanto en China como en Alemania (…), se obsesiona con estas historias de Reino Unido», lanzó Gates, poniendo en tela de juicio la lógica detrás de las acciones de Musk.
¿Un guiño nazi, orgullo alemán o pura provocación?
Pero la polémica no termina ahí. El magnate desató una ola de críticas cuando hizo un saludo al estilo nazi en un evento post-investidura de Trump, un acto que generó indignación y debate en las redes sociales. Y como si fuera poco, Musk hizo una aparición sorpresa en un evento electoral de AfD, un partido ultraderechista y antiinmigración en Alemania, declarando que no hay nada de malo en sentir orgullo por ser alemán. ¿Un simple gesto patriótico o una clara señal de alineación ideológica?
Finalmente, y quizás lo más sorprendente de todo, Bill Gates admitió haber tenido más reuniones con Trump en el Despacho Oval durante su mandato que con Joe Biden. “Quien logre entusiasmar al presidente Trump sobre cosas correctas, eso es obra de Dios”, reflexionó Gates, dejando entrever una cierta fascinación, o quizás resignación, ante el magnético y polémico expresidente.