Google, en su conferencia de desarrolladores I/O 2025, deslumbró con avances en inteligencia artificial, buscando una «IA universal» que se integre en todos los aspectos de la vida diaria. Desde un buscador potenciado con IA hasta herramientas audiovisuales 3D y agentes capaces de actuar en nombre del usuario, la compañía de Sundar Pichai promete una revolución. Microsoft no se queda atrás, presentando su «red agéntica abierta» y colaborando incluso con Elon Musk. La carrera por la supremacía en la IA está que arde, pero ¿a qué costo para el usuario?
Google le pone esteroides a la inteligencia artificial: ¿revolución o distopía tecnológica?
La conferencia Google I/O 2025 dejó a más de uno con la mandíbula desencajada. La compañía californiana no se guardó nada y presentó una batería de avances en inteligencia artificial (IA) que prometen, según ellos, cambiar nuestra vida para siempre. Pero, ¿estamos realmente preparados para esta avalancha tecnológica?
Demis Hassabis, capo de Google DeepMind, lo llama «IA universal», un concepto que suena tan ambicioso como inquietante: «Que sea útil en su vida cotidiana, que sea inteligente, comprenda el contexto en el que se encuentra y pueda planificar y actuar en su nombre en cualquier dispositivo, este es nuestro objetivo final para Gemini [la IA de Google]».
Suena lindo, ¿no? Un asistente personal omnipresente y todopoderoso. Pero, ¿quién controla realmente esa IA? ¿Y qué pasa con nuestra privacidad? Son preguntas que Google, por ahora, prefiere no responder tan directamente.
## ¿Qué se viene en el mundo de la inteligencia artificial?
Sundar Pichai, mandamás de Google, se jacta de haber metido la IA hasta en la sopa, empezando por el buscador, el más usado del mundo. Ahora, las búsquedas serán «reinventadas» con un modo IA capaz de responder preguntas complejas y mantener conversaciones, algo así como tener un oráculo digital a tu disposición.
Pero la cosa no termina ahí. Google también le está metiendo ficha al mundo audiovisual con Project Starline y Google Beam, tecnologías para crear imágenes 3D y transformar transmisiones bidimensionales en experiencias «realistas». ¿Será el fin de las videollamadas chatas y aburridas? Habrá que ver si esta movida no termina convirtiéndose en una nueva forma de alienación digital.
Además, la función Starlight llegará a Google Meet para traducir videollamadas en tiempo real, adaptándose al tono de los interlocutores. ¿Será el fin de las barreras idiomáticas o el comienzo de una comunicación aún más mediada por la tecnología?
## Agentes de ia: ¿el futuro del trabajo o el principio del fin?
La verdadera bomba de Google son los «agentes», herramientas de IA capaces de actuar en nombre del usuario. Project Mariner, por ejemplo, puede planificar y ejecutar tareas de forma simultánea, aprendiendo de sus errores para anticiparse a nuestras necesidades. ¿Será este el reemplazo definitivo de los empleados de carne y hueso?
Pichai anunció que estos agentes llegarán a Chrome y Gemini, mostrando un «nuevo modo de agente». La promesa es tentadora: más eficiencia, menos trabajo. Pero, ¿a qué costo para el mercado laboral?
## Microsoft no se queda atrás en la carrera por la inteligencia artificial
La competencia, como era de esperarse, no se queda mirando. Microsoft también está apostando fuerte a la IA, con su «red agéntica abierta». Satya Nadella, CEO de la empresa, quiere que los agentes de IA interactúen, decidan y actúen en nombre de personas y organizaciones.
La compañía de Bill Gates incluso se asoció con Elon Musk, incorporando a su ecosistema los modelos Grok 3 y Grok 3 mini de xAI. Una alianza que levanta algunas cejas, considerando las polémicas recientes en torno a Grok y sus respuestas sobre temas delicados como el «genocidio de los blancos».
«La afirmación del genocidio blanco es muy controvertida», respondió Grok ante una consulta, generando una ola de críticas. ¿Será este el tipo de IA que queremos en el futuro?
## Red hat también se sube a la ola de la ia
Red Hat, por su parte, presentó Enterprise Linux 10, una plataforma diseñada para la nube híbrida y la inteligencia artificial. Prometen una gestión más sencilla gracias a la IA generativa integrada, que ofrece «orientación contextualizada y recomendaciones prácticas».
La pregunta que queda flotando en el aire es: ¿estamos realmente preparados para esta revolución de la IA? ¿Estamos pensando en los riesgos éticos y sociales que conlleva? ¿O nos estamos dejando llevar por la promesa de una eficiencia ciega?
El debate está abierto, y es urgente que lo tengamos. Porque el futuro, nos guste o no, ya está acá.