Encuesta del CIS revela que la mayoría de los españoles ha oído hablar de la IA, pero la incertidumbre y el miedo son los sentimientos predominantes. Un alto porcentaje cree que las empresas deben informar sobre el uso de IA y que su desarrollo debe ser regulado. Aunque reconocen su potencial en áreas como la medicina, la desinformación y la privacidad son grandes preocupaciones.
La inteligencia artificial (IA) ha irrumpido en nuestras vidas, y no precisamente con un vals suave. El Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) se puso el traje de detective y salió a preguntar qué onda con esta tecnología que promete revolucionar el mundo, o al menos eso nos venden. ¿El resultado? Un mix de sensaciones que van desde la fascinación hasta el puro terror.
Resulta que el 92,7% de los consultados piensa que las empresas deberían transparentar cuando usan IA en vez de personas de carne y hueso. ¿Será que desconfiamos de los robots o simplemente queremos saber quién nos atiende al otro lado de la línea? Y como si esto fuera poco, el 93,4% exige a gritos que alguien ponga orden y regule el avance de la IA. ¿Será que nos vemos venir un futuro a lo Terminator?
Pero no todo es temor y paranoia. Un 41,1% admite haberle dado una chance a ChatGPT, ese chatbot que parece saber más que tu propio psicólogo. Eso sí, la mayoría, un 92,3%, dice haber escuchado hablar sobre estas aplicaciones, lo que demuestra que la IA ya no es cosa de nerds encerrados en un laboratorio.
### ¿Miedo, incertidumbre u optimismo?
Acá viene lo interesante: el 75,5% de los que conocen la IA confiesan sentir incertidumbre, mientras que un 51,2% directamente le tiene miedo. Apenas un 27,4% se anima a mirar el futuro con optimismo. Y para colmo, el 56% cree que la IA puede traer más problemas que soluciones al mercado laboral. ¿Será que los robots nos van a dejar sin laburo? Habrá que ver.
Como todo en la vida, la IA tiene su lado oscuro. Y la gente lo sabe: el 86,9% cree que se puede usar para esparcir noticias falsas y engañar a la gente. Y ojo, que un 80,6% sospecha que puede ser la herramienta perfecta para cometer delitos. Con razón la preocupación por la privacidad: el 76,8% quiere prohibir que vendan nuestros datos a terceros, y el 75,8% se que
