La inteligencia artificial ha irrumpido en plataformas como YouTube y TikTok, generando una ola de videos que reinterpretan historias bíblicas con una estética infantil y voces robóticas. Este fenómeno, conocido como «AI slop», divide opiniones: algunos lo ven como una oportunidad para acercar la Biblia a un público más amplio, mientras que otros advierten sobre la descontextualización y simplificación de mensajes religiosos complejos, así como los riesgos éticos y la posible manipulación de la información en la era de la posverdad.
¿La biblia según la ia? El nuevo hit bizarro de youtube y tiktok que divide aguas
La irrupción de la inteligencia artificial (IA) en el mundo digital sigue dando que hablar, y esta vez el foco está puesto en cómo se están reinterpretando las historias bíblicas en plataformas como YouTube y TikTok. ¿El resultado? Un cóctel bizarro que mezcla estética infantil, voces robóticas y pasajes bíblicos fuera de contexto, generando millones de visualizaciones y un debate encendido.
En YouTube y TikTok, "lo bizarro se cuela en los vídeos". Creadores, utilizando IA, están transformando historias bíblicas en contenido audiovisual con una estética infantil. Los pasajes se desarrollan a través de voces robóticas, alternando entre hombre y mujer, sin ajustarse necesariamente a personajes y tiempos. "La lógica se disuelve en un universo raro, infantil y falso, que la inteligencia artificial fabrica en segundos."
¿Oportunidad religiosa o banalización peligrosa?
Mientras algunos canales muestran a Jesús con bíceps marcados comiendo pollo frito o a María transmitiendo su parto como una influencer, otros recurren a figuras contemporáneas para generar impacto. Este fenómeno, conocido como AI slop (contenido digital generado automáticamente, de poca relevancia o ridículo y falso), está generando controversia.
Nir Eisikovits, profesor de Filosofía en la Universidad de Massachusetts (UMass), observa este contenido con distancia crítica. Opina que los valores de producción son altos, pero que la estética es “casi ridícula”. “Es como Hollywood mezclado con videojuegos”, asegura. El director y fundador del Centro de Ética Aplicada de la UMass considera estos vídeos “un malentendido sobre cómo funciona la religión” y los cataloga como AI slop, advirtiendo que son “peores” que la IA Slop porque son "perjudiciales".
Sin embargo, no todos ven este fenómeno con malos ojos. Juan Antonio Estrada, teólogo y profesor emérito en la Universidad de Granada, cree que estos videos podrían acercar la Biblia a un público más amplio e incluso ser utilizados como herramientas pedagógicas en las aulas. Según Estrada, "la Biblia se trata de un libro fundamental para comprender la cultura y la historia de Europa y de Occidente". No obstante, advierte sobre el riesgo de "transmitir medias verdades" y "seleccionar lo conveniente y callar lo demás", algo que considera "peligroso en la religión".
Tatiana Íñiguez, doctora en sociología, comparte una visión similar, señalando la "clara descontextualización de los mensajes" y la "simplificación e incluso idealización del mensaje religioso" que se produce con estas adaptaciones digitales. Para ella, se obvia "toda la complejidad, todos los matices históricos y culturales que tiene la religión".
La sed espiritual en la era digital
Según los expertos, este fenómeno tiene un doble componente: la oferta de contenidos generados automáticamente y la demanda de los usuarios, quienes buscan un sentido espiritual en espacios digitales ante la pérdida de referentes tradicionales. En las publicaciones, los comentarios se amontonan con expresiones de fervor religioso, como "Amén" y "Gloria a Dios".
Maoli Lasso, una usuaria venezolana de TikTok, reflexiona sobre el impacto de estos videos en su vida: "Me gustan porque dejan mensajes bonitos y en ocasiones que me identifico con ellos por alguna situación que está pasando en mi vida", explica.
Históricamente, el cristianismo ha utilizado la tecnología para difundir su mensaje. Ahora, "el medio más fácil para llegar a la población son las redes sociales", afirma Íñiguez.
El youtuber Abraham Aragón cree que la IA solo ha amplificado un deseo preexistente: "Creo que antes la gente quería hacer contenido religioso, porque es algo que les gusta y les ha gustado siempre. Pero ahora con la IA tienen los medios para hacerlo", sostiene. Sin embargo, reconoce que "YouTube se está llenando de basura, de vídeos 100% automáticos".
¿Negocio divino o sacrilegio rentable?
La creación de contenidos religiosos generados por IA se extiende más allá de la fe, convirtiéndose en un negocio lucrativo. En España y Latinoamérica, varios youtubers enseñan a crear relatos bíblicos en serie como una fórmula para obtener ganancias rápidas. Se estima que canales como Bible In a Nutshell generan alrededor de seis mil euros al mes solo con los anuncios de YouTube.
Aragón explica que los videos largos generan más ganancias que los shorts, especialmente si están en inglés, ya que "la gran mayoría de hispanoparlantes no tienen el nivel de vida que tienen los angloparlantes" y "las empresas que se anuncian en los vídeos que van dirigidos a esta audiencia pagan más".
Eisikovits advierte que convertir la religión en un producto de entretenimiento sacrifica su complejidad y profundidad: "Se reduce a entretenimiento, que desvirtúa su valor". La combinación de personajes bíblicos y dibujos animados crea un impacto visual llamativo, pero poco significativo, priorizando la atención inmediata sobre la comprensión profunda.
Estrada alerta sobre la manipulación de la información con fines económicos en la era de la posverdad y la necesidad de priorizar "la pedagogía y la fidelidad cultural sobre la mera rentabilidad".
Ética en la era de la inteligencia artificial
Los especialistas advierten que, sin un marco ético, los contenidos generados por IA pueden deformar la cultura y propagar interpretaciones sesgadas como legítimas. Eisikovits plantea preguntas cruciales: "¿Cómo afectan estos contenidos a nuestra capacidad de acceder a información verdadera? ¿Cuáles de nuestras capacidades fortalece y cuáles debilita? ¿Es una buena idea?".
Sin regulación, nos queda la superficie de un consumo digital rápido y efímero. Estrada lo resume con contundencia: "Cuando no existe ética, podemos encontrarnos con todo tipo de desastres".