¿Adiós, internauta? La IA redefine Internet y el futuro del conocimiento

Redacción Cuyo News
6 min
Cortito y conciso:

Según Gartner, para 2026, más de un tercio del contenido en Internet será generado exclusivamente para inteligencia artificial, transformando la web en un ecosistema donde las máquinas crean, distribuyen y consumen información entre ellas. Esto plantea interrogantes sobre el futuro de las habilidades humanas de búsqueda, análisis y pensamiento crítico en un internet cada vez más dominado por la IA.

Abrí tu navegador, ¿y te encontrás con que Internet ya no es lo que era? No es que los temas sean aburridos, sino que, al parecer, la cosa nunca fue pensada para un lector humano. Quizás ni siquiera fuiste vos el que empezó la búsqueda. Un asistente de IA lo hizo por vos, filtrando, resumiendo, entregándote un resultado masticadito sin que tu dedo toque la web. ¿Estamos ante el fin de la era del internauta curioso?

En su último ebook de predicciones de marketing, Gartner estima que para 2026, más de un tercio del contenido en Internet será pura creación para las maquinitas de la inteligencia artificial. ¡Chan! Nada de contenido para que lo consuman tus ojos, sino para que otras IA lo interpreten, hagan un análisis y te lo sirvan en bandeja sin que te despeines. En otras palabras, la web, esa que conocimos, se está transformando en un territorio donde las máquinas charlan entre ellas y nosotros quedamos mirando desde la tribuna.

Cuando las máquinas tienen su propio «idioma»

Un ejemplo de esta movida es el laburo de Anton y Boris, dos capos que están creando un lenguaje llamado Gibberlink. ¿Para qué? Para que los agentes inteligentes se pongan a charlar sin necesidad de usar el castellano, el inglés o el klingon. La idea es simple: si mandás a tu asistente de IA a reservar un hotel manejado por otra IA, ¿para qué van a comunicarse en nuestro idioma? Mejor que se pasen los datos rapidito en su propio dialecto digital.

Este cambio tiene su parte irónica. Se invirtió una fortuna en entrenar a la IA generativa para que hable como nosotros, escriba como nosotros, incluso para que pinte y haga música como nosotros. Pero llegamos a un punto en que dos máquinas se pueden saltear todo ese idioma humano que les costó aprender y usar uno propio, mucho más veloz y efectivo. ¿El resultado? Los humanos quedamos afuera de la conversación. Ya no tendremos que leer, comparar o evaluar información. En este nuevo mundo, solo participaremos dando la tarea inicial y recibiendo el resultado final, sin enterarnos de qué se dijeron las máquinas en el medio.

¿Nos estamos volviendo analfabetos digitales?

Internet, en su esencia, era una herramienta para explorar, un lugar para navegar, investigar, debatir y construir conocimiento entre todos. Pero ahora, con los agentes inteligentes generando y filtrando contenido por nosotros, surge la pregunta: ¿qué pasa con nuestras habilidades de búsqueda, análisis y pensamiento crítico?

Ya estamos viendo señales de este cambio. Gartner predice que el uso de aplicaciones en el teléfono va a bajar un 25% para 2027 porque vamos a depender más de los asistentes de IA. En vez de abrir una app para buscar un restaurante, mirar el mapa o leer reseñas, simplemente le preguntamos a nuestro asistente, que nos dará una respuesta optimizada basándose en sus charlas previas con otras IA.

El riesgo es obvio: si dejamos de buscar información por nuestra cuenta, de leer las fuentes originales o de cuestionar lo que nos dicen, podríamos estar criando una generación de «analfabetos digitales». Gente que no sabe buscar información porque nunca tuvo que hacerlo. Ojo, esto no es necesariamente malo. Quizás esas habilidades ya no sirvan y necesitemos desarrollar otras, como saber darle las órdenes correctas a la IA para obtener lo que queremos.

¿Un futuro sin humanos en la web?

Este escenario nos hace pensar: ¿se está transformando Internet en una burbuja donde las máquinas crean para otras máquinas? Por ejemplo, la noticia que publica un medio no la va a leer un humano, sino que la va a interpretar un agente para servirla al público en el formato que más le guste: un podcast, un resumen o hasta una canción de rap.

Si ya no necesitamos leer porque un asistente lo hace por nosotros, si ya no navegamos la web porque la IA nos da la mejor opción en segundos, si las máquinas hablan entre sí en un idioma que no entendemos, ¿seguiremos siendo parte activa de Internet o nos convertiremos en simples consumidores de lo que generan las máquinas? Habrá que estar atentos a cómo evoluciona esto en los próximos años. Capaz que hasta terminamos extrañando esos tiempos en que nos perdíamos horas buscando algo en la web. ¡Quién sabe!

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