Investigadores suizos han desarrollado un dron con forma de pájaro, llamado RAVEN, que puede caminar y volar, inspirándose en la estructura de las patas de las aves. Este dron destaca por su capacidad para moverse de forma autónoma sobre el terreno y realizar despegues en entornos no aptos para drones convencionales, gracias a sus patas ligeras y multifuncionales que imitan los movimientos de los cuervos.
Si bien los drones convencionales con hélices nos han dado tremendas capacidades aéreas, la cuestión de su autonomía en tierra, siempre fue un problema. ¿Cuántas veces nos preguntamos si no sería mejor un dron que pueda caminar y despegar sin una pista? Bueno, parece que ahora la ciencia nos escucha. Investigadores suizos se pusieron la diez y se inspiraron en las patas de los pájaros para crear un dron que, además de volar, también puede caminar. ¿Será que estamos ante el futuro de estos bichos voladores?
El vuelo y el andar: Una vieja idea reinventada
Según palabras de Shin Won-dong, investigador posdoctoral de la Escuela Politécnica Federal de Lausana (EPFL), «Los hermanos Wright inventaron el avión inspirándose en las aves, pero ni siquiera los aviones modernos pueden igualar la movilidad de los pájaros». Los pájaros, esos bichos que vemos a diario, que pueden caminar, correr, volar y aterrizar sin mayor drama, son el ejemplo perfecto para el desarrollo de nuevas tecnologías. Y es que, como señala Won-dong, «los mecanismos de ingeniería de estos comportamientos aún están en pañales».
RAVEN, o Vehículo Robótico inspirado en las Aves para múltiples Entornos, es el nombre que le dieron a este dron con forma de pájaro. Un vehículo no tripulado que puede desplazarse por el aire y por tierra, como los cuervos que sirvieron de inspiración en el campus de la EPFL. Sus patas livianas y multifuncionales le permiten saltar y emprender vuelo sin depender de pistas o lanzaderas, algo que los drones tradicionales envidiarían.
La clave de este diseño está en las proporciones de las patas de las aves. Después de mucho ensayo y error, modelos matemáticos y simulaciones por computadora, los investigadores encontraron la estructura óptima para un peso total de 0.62 kg. Una tarea nada fácil que, según parece, va a revolucionar la forma en que hacemos drones.
La magia de las patas multifuncionales
Pero, ¿cómo funciona esto? El equipo de desarrolló una pata ligera y multifuncional con sus partes más pesadas cerca del cuerpo, como en los pájaros. Combinaron muelles y motores que imitan los tendones y músculos de las aves, permitiendo que el dron se mueva de diferentes formas (caminar, saltar, etc.) gracias a las vibraciones elásticas de sus movimientos.
Mientras que los robots tradicionales para caminar suelen ser demasiado pesados para saltar, y los diseñados para saltar no son los mejores caminando, RAVEN integra ambas funciones. Se mueve por terrenos complejos y salta obstáculos de hasta 26 cm sin problemas. Y lo mejor de todo: puede saltar para emprender vuelo, sin necesidad de elegir un lugar para despegar. ¿Qué te parece, eh? Una cosa de locos.