¿Duolingo en crisis? El búho verde se enfrenta a la furia anti-IA
La otrora adorada aplicación de aprendizaje de idiomas, Duolingo, se encuentra en el ojo de la tormenta. Su famosa mascota, un búho verde que conquistó las redes sociales, ahora es testigo de una ola de indignación pública tras el anuncio de la compañía de priorizar la inteligencia artificial (IA) para automatizar tareas. La decisión, que implica una posible reducción de contratistas, ha desatado una furia performática entre los usuarios más jóvenes, quienes han borrado la aplicación en masa, perdiendo incluso sus preciados logros. ¡Una purga virtual al mejor estilo rioplatense!
La rebelión de los usuarios: «¡Duolingo, esto no se hace!»
Los comentarios en las publicaciones de Duolingo en TikTok, esa red social que parece diseñada para generar controversia, se han inundado de críticas centradas en un único punto: la sustitución de trabajadores por la automatización. La escena recuerda a aquellos levantamientos gauchos contra la modernización, solo que ahora los caballos son smartphones y los facones, teclados.
El fantasma de la automatización: ¿estamos ante un nuevo ludismo?
El caso Duolingo es un síntoma de un malestar más profundo. Si bien el uso de ChatGPT y otras herramientas de IA generativa se extiende, un sector creciente de la población se muestra hastiado de su intromisión en la vida cotidiana. Brian Merchant, autor de «Blood in the Machine», un libro sobre los luditas –aquellos rebeldes del siglo XIX que destruían máquinas para proteger sus empleos–, señala una «animadversión ambiental» hacia los sistemas de IA, similar a la que despertó la Revolución Industrial. ¿Estamos ante una nueva ola de ludismo digital?
La IA en el banquillo: errores, impacto ambiental y derechos de autor
La polémica en torno a Duolingo se suma a un debate más amplio sobre los riesgos de la IA generativa. Los resultados plagados de errores, el daño medioambiental –la IA consume energía como una fábrica de alfajores de maicena– y las preocupaciones por las violaciones de derechos de autor son algunos de los fantasmas que acechan a esta tecnología.
Artistas, escritores y estudios de Hollywood han levantado la voz, denunciando que sus obras son utilizadas sin permiso para entrenar a los sistemas de IA. La huelga de guionistas en Hollywood en 2023 y las demandas por derechos de autor contra empresas como OpenAI son solo la punta del iceberg. La IA, que prometía ser la gallina de los huevos de oro, podría terminar convertida en un pato rengo.