Los expertos dicen que Apple debería mandarla a terapia y cambiarle el nombre. 
Después de años de promesas incumplidas, Siri sigue haciendo agua. 
La gente la usa para poner alarmas y preguntar el clima, ¡como hace 10 años! 
Dicen que la interfaz es más confusa que el Obelisco en hora pico. 
¿Será que un nuevo nombre le dará superpoderes? 
O será otro papelón made in Cupertino? 
Ya veremos... 
Lo que sí sabemos es que la IA nos tiene más perdidos que turco en la neblina. 
¿Será el fin de una era? Expertos sugieren que Apple debería “jubilar” a Siri
La eterna promesa de una Siri revolucionada parece desvanecerse en el horizonte tecnológico. Mientras Apple despliega una campaña de marketing faraónica para promocionar su "Apple Intelligence", la realidad es que muchos usuarios se preguntan por qué Siri, a pesar de su lavado de cara, sigue siendo la Cenicienta de los asistentes virtuales.
La interfaz, el Talón de Aquiles de la IA
El quid de la cuestión, según los expertos, no es solo la marca, sino la interfaz de usuario. Harrison, citado en el artículo original de WIRED, traza un paralelismo revelador con la transición de la línea de comandos a la interfaz gráfica en los ’80 y ’90. No se trata solo de gráficos bonitos, sino de la capacidad de descubrir y explorar las funcionalidades. En la era de la línea de comandos, había que memorizar cada instrucción. La interfaz gráfica, en cambio, democratizó el acceso a la tecnología.
Hoy, nos encontramos en una encrucijada similar. Alguien frente a ChatGPT o Gemini, a pesar de su potencial, puede sentirse tan perdido como Adán en el Día de la Madre. "Es como si hubiéramos retrocedido 30 años en el diseño de interfaces", sentencia Harrison, tras un experimento con sus propios padres. La pregunta sobre el clima se topó con una respuesta fría: "No tengo esa información". Un papelón, con todas las letras.
¿Un nuevo nombre, una nueva oportunidad?
Despedirse de Siri sería un golpe al corazón para Apple, después de una década de inversión y desarrollo. Sin embargo, la mayoría de los usuarios sigue utilizando el asistente para tareas básicas: música, clima, alarmas. Más allá de eso, Siri se pierde en la vastedad de sus capacidades limitadas. Y, seamos honestos, no parece que esto vaya a cambiar pronto, ni siquiera con la próxima generación.
"Para el 99% del planeta, esta revolución de la inteligencia artificial ha pasado totalmente desapercibida", señala Harrison. Un cambio de paradigma requiere tiempo, educación y, tal vez, un nuevo nombre. Un nombre que resuene con la promesa de un futuro más intuitivo y accesible. Un nombre que le haga justicia al potencial latente de la IA. Después de todo, como diría el tango, "Cambalache, siglo XX…". Y XXI.
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