En un giro que subraya la ya intrincada estructura de OpenAI —una entidad sin fines de lucro que tutela una empresa con fines de lucro, transformada a su vez en una corporación de beneficio público— la organización ahora opera bajo el liderazgo de dos directores ejecutivos. A la cabeza de la investigación y la computación se mantiene Sam Altman, mientras que desde este verano, Fidji Simo, reconocida ex-CEO de Instacart, ha asumido las riendas de «todo lo demás», un área crucial que abarca las aplicaciones y las funciones generadoras de ingresos.
El Desembarco Invisible y Omnipresente
Desde su incorporación en agosto como CEO de Aplicaciones, la presencia física de Simo en la sede de OpenAI en San Francisco ha sido escasa. No obstante, su influencia se percibe en cada estrato de la compañía, particularmente en las divisiones de ChatGPT y todas aquellas que apuntan a la monetización. Esta particular modalidad de trabajo se debe a una recaída del síndrome de taquicardia ortostática postural (POTS), una condición que la predispone a desmayos si permanece de pie por períodos prolongados. Por ello, su base de operaciones es su hogar en Los Ángeles, donde su herramienta principal de gestión es Slack.
«Estar presente desde las 8 de la mañana hasta medianoche todos los días, respondiendo en cinco minutos, la gente siente que estoy ahí y que pueden contactar conmigo inmediatamente, que me pongo al teléfono en cinco minutos», afirmó Simo. Empleados de la firma confirman esta dinámica, destacando que la notoria cultura de OpenAI, centrada en Slack, puede resultar abrumadora para los recién llegados, pero no para Simo. Es común verla interactuar activamente en canales e hilos, compartiendo ideas y formulando preguntas.
La Expansión Desenfrenada y el Rol de la Visionaria
Simo llegó en un momento de ebullición para OpenAI, que avanza en múltiples direcciones simultáneamente. El panorama incluye asociaciones soberanas de IA, el lanzamiento de nuevos modelos, alianzas minoristas, acuerdos multimillonarios de computación, el desarrollo de un chip propio, un misterioso producto de hardware y, por supuesto, la expansión de ChatGPT. «No luchamos por el alcance», comentó Simo, enfatizando: «Batallamos por menos alcance», una declaración que ilustra la magnitud del despliegue actual.
Fuera del epicentro de Silicon Valley, la elección de Simo generó sorpresa, pero para los conocedores del sector, su nombramiento era una jugada lógica. Nacida en Sète, un pequeño puerto pesquero francés, Simo forjó su reputación dirigiendo la aplicación de Facebook en Meta antes de asumir la dirección de Instacart en 2021, empresa que sacó a bolsa dos años más tarde. En el Valle, es reconocida como una visionaria de productos con una probada capacidad para escalar aplicaciones de consumo a nivel global.
Cerrando la Brecha entre la IA y el Usuario Final
La misión principal de Simo en OpenAI es replicar su éxito: transformar los avances de la investigación en inteligencia artificial en productos de consumo indispensables y, sobre todo, rentables. Este objetivo la enfrenta a una competencia formidable, incluyendo gigantes tecnológicos como Google y Meta, así como a prometedoras startups de IA fundadas por ex-alumnos de OpenAI, tales como Thinking Machines Lab, Anthropic y Periodic Labs. «Lo que me quita el sueño es que la inteligencia de nuestros modelos va muy por delante del uso que les da la gente», confesó Simo, delineando su principal desafío: «Veo mi trabajo como cerrar esta brecha».
Desde su llegada, Simo ha impulsado iniciativas significativas: supervisó el lanzamiento de Pulse, un producto que se integra con los calendarios de los usuarios para ofrecer información personalizada basada en su agenda e historial de chat; creó una plataforma de empleo para la certificación en IA y la búsqueda de puestos laborales; y ha reforzado los esfuerzos para optimizar las respuestas de ChatGPT ante personas que atraviesan crisis agudas de salud mental. Fuentes internas indican que, en última instancia, será la responsable de decidir cómo se implementarán los anuncios en la versión gratuita de ChatGPT.
La escena se traslada a la moderna y luminosa casa de campo donde Simo reside junto a su esposo, Rémy, y su hija de diez años. Sobre la mesa, un cúmulo de pasteles y una caja de bombones cortesía de Rémy, quien, de antiguo ingeniero, ha virado hacia la elaboración de postres, cerrando el círculo de esta peculiar historia de liderazgo y reinvención.
