La esperada llegada de GPT-5: ¿el fin de la humanidad o solo del aburrimiento?
Se viene el GPT-5, la nueva joya de OpenAI, y los rumores son más picantes que un clásico San Juan vs. Mendoza. Para el mes de agosto, prepárense, porque esta inteligencia artificial promete ser la madre de todas las IA.
Memoria infinita y razonamiento nivel «Sherlock Holmes»
Según las filtraciones (y los tuits de Sam Altman, que para algo es el CEO), el GPT-5 tendrá una memoria que dejará en ridículo al mejor memorioso de la provincia, pasando de 128,000 tokens a más de un millón. Imaginen poder analizar bases de datos completas de una sola sentada, mantener conversaciones durante semanas o gestionar información acumulada durante años. ¡Un sueño para cualquier estudiante trasnochado!
Pero eso no es todo, señoras y señores. GPT-5 integrará las capacidades de razonamiento de la familia o3, lo que significa que podrá manejar tareas complejas simultáneamente, incluyendo la generación de fotos y videos con audio. ¿Se imaginan las posibilidades? ¿O los memes?
¿Nos quedaremos sin trabajo? (Spoiler: quizás)
La cosa se pone seria cuando hablamos de las capacidades «ejecutivas» de GPT-5. Se espera que pueda realizar acciones directamente, en lugar de solo sugerirlas. Es decir, podría redactar un correo electrónico, enviarlo, gestionar las respuestas, fijar citas, actualizar bases de datos y completar el trabajo por sí sola. ¡Un asistente virtual que trabaja más que un colectivero en hora pico!
Sam Altman, en un clip que circula por X (ex Twitter), confesó que se sintió «inútil» cuando GPT-5 respondió una pregunta que él no entendió. Si el CEO de OpenAI se siente así, ¿qué nos espera al resto de los mortales?
Agosto, el mes clave: ¿quiénes podrán usar GPT-5?
La fecha señalada es agosto. Pero como todo lo bueno en esta vida, no será para todos al mismo tiempo. Inicialmente, GPT-5 estaría disponible para los suscriptores del plan Pro (que pagan unos módicos 200 dólares mensuales), luego para los suscriptores Plus y, finalmente (y quizás), para los usuarios gratuitos. Una especie de «primero los ricos, después vemos» tecnológico.