IA hambrienta: El consumo eléctrico que preocupa a la AIE.

Redacción Cuyo News
4 min
Cortito y conciso:

La inteligencia artificial, con ChatGPT a la cabeza, está disparando el consumo de energía a nivel global. Los centros de datos duplicarán su demanda eléctrica para 2030, pero la IA también podría ser la solución para optimizar el uso energético. Un informe de la Agencia Internacional de la Energía (AIE) pone números a este desafío energético y plantea interrogantes sobre la sostenibilidad de la revolución de la IA.

## ¿Nos quedamos sin luz por culpa de la inteligencia artificial?

La inteligencia artificial llegó para quedarse, eso ya lo sabemos. Pero, ¿a qué costo? Un nuevo informe de la Agencia Internacional de la Energía (AIE) puso el dedo en la llaga: el apetito voraz de la IA por la energía podría dejarnos a oscuras. Sí, señores, ChatGPT y sus amigos podrían ser los nuevos «apagones» que tanto tememos.

### Centros de datos: Los nuevos villanos energéticos

Según el informe «Energy and AI», los centros de datos, esos galpones llenos de computadoras que hacen funcionar la IA, van a duplicar su consumo eléctrico de acá a 2030. ¿La cifra? Unos impactantes 945 teravatios hora. Para que se hagan una idea, es más del doble del consumo actual. Y esto, claro, no es gratis.

«Entre más IA exista, más energía se consumirá», sentencia el informe. Y no es para menos: cada vez que le preguntamos algo a ChatGPT, miles de procesadores especializados se ponen a laburar, consumiendo una barbaridad de energía. Y ni hablar de los chips diseñados específicamente para la IA, que gastan mucho más que los convencionales.

### ¿Un futuro renovable para la IA?

Pero no todo está perdido. El informe también deja una puerta abierta a la esperanza: la propia IA podría ser la solución para consumir mejor la energía que producimos. ¿Cómo? Optimizando el funcionamiento de edificios, gestionando redes eléctricas y acelerando la investigación de nuevos materiales para baterías y paneles solares.

De hecho, las grandes tecnológicas ya están poniendo manos a la obra. Microsoft, Google y Meta están firmando acuerdos para adquirir energía renovable, tratando de compensar la huella de carbono de sus centros de datos. Además, los investigadores están buscando modelos de IA más eficientes, que rindan igual pero consuman menos energía.

### El desafío de la demanda eléctrica

Ahora bien, este aumento en el consumo de energía plantea un desafío importante para los operadores de la red eléctrica. En países avanzados, la IA podría ser responsable del 20% del crecimiento de la demanda de electricidad para 2030. Y si no se toman medidas, muchos proyectos de centros de datos podrían sufrir retrasos por las tensiones en las redes eléctricas.

La cosa es que construir nuevas líneas de transmisión lleva tiempo, entre cuatro y ocho años en las economías avanzadas. Y los tiempos de espera para componentes críticos de la red se han duplicado en los últimos tres años. Así que, si queremos seguir disfrutando de la IA sin quedarnos a oscuras, hay que actuar rápido.

En resumen, la inteligencia artificial es un arma de doble filo. Por un lado, nos promete un futuro lleno de posibilidades. Por el otro, amenaza con consumir tanta energía que nos deje sin luz. El desafío está en encontrar un equilibrio, en aprovechar los beneficios de la IA sin poner en riesgo nuestro planeta. ¿Lo lograremos? El tiempo dirá. Pero como diría el General, ¡a estar atentos!

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