<div class="semiton-wrapper" data-texto="¡Atenti! Una IA te ficha el cerebro y te canta la edad como si fueras un DNI con patas.
Desarrollada por cerebritos de Duke, Otago y Harvard (¡flor de equipo!), esta maravilla tecnológica analiza resonancias y predice si vas a empezar a olvidar dónde dejaste las llaves... o peor.
DunedinPACNI, así la bautizaron, aprendió a leer los signos del tiempo en el cerebro gracias a 50.000 escáneres. ¡Casi nada!
Dicen que podría anticipar enfermedades como el Alzheimer. ¿Será el fin de las excusas para no acordarse del cumpleaños de la suegra?">
IA al servicio del «mate» (y la memoria)
Una inteligencia artificial (IA) ha irrumpido en el campo de la neurología con una propuesta que suena a ciencia ficción: leer resonancias magnéticas cerebrales para revelar la edad biológica del órgano y anticipar el declive cognitivo futuro. Investigadores de las universidades de Duke, Otago y Harvard son los responsables de este avance, que promete una nueva generación de escáneres de edad biológica, dejando atrás los tradicionales análisis de sangre.
DunedinPACNI: El nombre clave del escáner cerebral del futuro
El corazón de esta innovación es un modelo de aprendizaje automático bautizado como DunedinPACNI. Para «entrenarlo», los científicos se valieron de cerca de 50.000 escáneres cerebrales provenientes de 1.037 participantes del Estudio Dunedin, en Nueva Zelanda. Este estudio longitudinal, que siguió a un grupo de personas desde su nacimiento hasta los 50 años, proporcionó un invaluable banco de imágenes para identificar las señales del envejecimiento cerebral.
DunedinPACNI aprendió a identificar patrones de envejecimiento en las tomografías, considerando factores clave como el grosor de la corteza cerebral y el volumen de la materia gris. Como si fuera un «catador de cerebros», la IA asocia estas características con el deterioro cognitivo reportado por los participantes del estudio.
El deterioro cognitivo, un proceso natural que acompaña al envejecimiento, se manifiesta de manera diferente en cada individuo. Factores como la genética, el entorno social, el estilo de vida y las condiciones ambientales juegan un papel crucial. Sin embargo, cuando este deterioro se presenta prematuramente o de forma intensa, puede ser indicativo de enfermedades neurodegenerativas.
¿El fin de los «olvidos selectivos»?
Sistemas como DunedinPACNI buscan ofrecer una medición objetiva de la edad biológica del cerebro a través de resonancias magnéticas. Aunque aún no cuentan con aprobación para uso clínico, estos escáneres podrían convertirse en herramientas clave para evaluar la salud cerebral y anticipar el riesgo de enfermedades como la demencia, incluso antes de la aparición de síntomas evidentes. Imaginen la posibilidad de decirle al médico: «Doctor, mi cerebro me dice que tengo 70, pero yo me siento de 20… ¡y con ganas de bailar tango!».
Estudios preliminares publicados en la revista *Nature Aging* revelan que DunedinPACNI demostró ser capaz de detectar señales de deterioro cognitivo, predecir fragilidad física, enfermedades crónicas e incluso el riesgo de mortalidad. Los investigadores vislumbran un futuro donde esta herramienta valide estrategias contra el envejecimiento y respalde decisiones médicas. Aunque, claro, todavía estamos en fase de prueba, como quien dice «calentando motores».
Mientras tanto, la comunidad científica continúa explorando vías para un envejecimiento digno. Y no es para menos: la población mundial envejece a pasos agigantados. La ONU estima que, para 2050, los mayores de 65 años representarán el 16% de la población mundial, el doble de la cifra actual. ¡Prepárense para ver más jubilados en las canchas de paddle!
Enfermedades como el Parkinson y el Alzheimer se posicionan como las principales preocupaciones para los sistemas de salud. La ausencia de cura y el creciente costo de su atención subrayan la necesidad de herramientas de diagnóstico temprano y políticas de salud pública más efectivas. La IA, con su capacidad para analizar grandes volúmenes de datos y detectar patrones sutiles, podría ser un aliado fundamental en esta lucha. Aunque, por ahora, mejor sigamos ejercitando la memoria con crucigramas y, de paso, acordándonos de pagar las cuentas a tiempo.