Un estudio de la Universidad de Cambridge revela que la inteligencia artificial podría predecir nuestras decisiones antes de que las tomemos, generando una «economía de la intención» donde se comercializará esta información. Esto podría influir en aspectos desde compras hasta decisiones políticas, con agentes de IA recopilando datos íntimos en nuestras conversaciones.
¿Te imaginás que te vendan tus decisiones antes de que las tomes? Parece ciencia ficción, pero expertos de la Universidad de Cambridge nos pintan un panorama donde la inteligencia artificial no solo sabrá lo que querés, sino que lo venderá al mejor postor. Sí, así como lo escuchás: una «economía de la intención» que podría poner patas arriba nuestra noción de libre albedrío.
¿Cómo funciona esta locura?
Resulta que los cerebritos del Centro Leverhulme para el Futuro de la Inteligencia (LCFI) de Cambridge, están viendo que las piezas ya están acomodándose para que la industria empiece sin tapujos este nuevo comercio. No hablamos solo de saber si te vas a clavar una pizza o ir al cine, sino de temas más picantes, como qué votar en las próximas elecciones. Y todo gracias a nuestros queridos agentes de IA, que están más chusmas que una vecina de edificio.
Ojo, que esto no es novedad completa. Ya vimos cómo la data de Facebook sirvió para manipular votantes en 2016. Pero ahora la cosa se pone más turbia, porque los agentes de IA como ChatGPT, Copilot o Gemini, recolectan datos más jugosos. “Esta IA combinará el conocimiento de nuestros hábitos en línea”, dice un informe de la Universidad de Cambridge, “para construir niveles de confianza que permitan la manipulación social a escala industrial”. Imaginate vos, charlando con un chatbot como si fuera tu mejor amigo, sin saber que en realidad es un espía.
Y es que, como dicen los investigadores, para ellos nuestra parla casual con un chatbot es más valiosa que cualquier registro de Facebook. El tono que usás, el contexto, hasta los chistes que hacés son una mina de oro para quienes quieren saber qué te mueve. ¿Lo más jodido? Los agentes de IA, cada vez más sofisticados, son capaces de procesar toda esta información para entender a fondo nuestros planes y propósitos. Te ven venir, antes de que vos te des cuenta.
La mercantilización de nuestras intenciones
Ojo al piojo, porque esta movida no es inocente. Según los doctores Jonnie Penn y Yaqub Chaudhary , ya hay señales de que las empresas se están gastando una guita sin precedentes en estos agentes de IA «gratuitos». Y si invierten tanto, es porque le ven negocio ¿No?. «Advertimos que ya se están desarrollando herramientas de IA para obtener, inferir, recopilar, registrar, comprender, pronosticar y, en última instancia, manipular y mercantilizar los planes y propósitos humanos», dijo Chaudhary. Así, como si estuvieran hablando del próximo mercado de la soja.
La cuestión es si vamos a permitir que nos vendan nuestras propias decisiones. Los expertos del LCFI insisten en que hace falta una regulación urgente para protegerse de esta nueva fiebre del oro de la manipulación. Y tienen razón. Porque, ¿qué va a ser de nuestra autonomía cuando haya algoritmos pensando por nosotros? Ahí te la dejo picando. El futuro es ahora y, como se dice por ahí, parece que será un baile de máscaras donde ya nadie va a ser quien pretende ser.