lovable y el futuro del desarrollo: ia, no reemplazo, sino transformación

Redacción Cuyo News
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<div class="semiton-wrapper" data-texto="¡Atenti, programadores! Lovable, la plataforma que hace software con IA, ¡dice que no los va a jubilar! Solo los va a transformar en ‘tech leads’ de ejércitos de IAs. El cuello de botella ahora es la idea, no la tecleada. ¿Te acordás de las ‘specs’ eternas? ¡Chau! Ahora se prototipa primero. Una edtech hizo 3 palos verdes con esto. ¡3 millones! Lovable dice chau a los SaaS genéricos. ¿Querés algo a medida? ¡Dale! Ya facturan 100 millones. Eso sí, las interfaces son medio "bland", como un pastel de vainilla. Pero tranqui, que la IA aprende estilos como ‘neo-brutalism’. Lo próximo: que la autenticación y las bases de datos funcionen por arte de magia. ¡Abracadabra!">

La IA que desafía el código: ¿El fin del programador como lo conocemos?

Kristian Ruiz Kyvik, cabeza visible de Lovable, levanta polvareda en el mundo del software. "Es un mito que vamos a eliminar el rol del desarrollador", lanza, pero la frase viene con asterisco. La cosa no es tan literal. Según Ruiz, estamos ante una "transformación". El programador ya no será el picateclas solitario, sino un "tech lead" al frente de un batallón de inteligencias artificiales.

El nuevo rol del programador: De la ejecución a la estrategia

El panorama que plantea Lovable es ambicioso. El programador del futuro, según esta visión, será más estratega que ejecutor. En lugar de escribir cada línea de código, se dedicará a "la formación de modelos de IA, la arquitectura de sistemas complejos y la auditoría del código generado por IA". En criollo, el talento humano estará enfocado en las ideas y la supervisión, mientras que la IA se encargará de la parte más mecánica.

El adiós a las especificaciones eternas: Prototipos primero

La velocidad es el nuevo mantra en Lovable. El proceso clásico de desarrollo, con sus "PRDs, specs detallados y handoffs entre equipos", está quedando obsoleto. Ruiz lo pone así: "Ahora, la próxima vez que tengas que definir un spec, intenta saltarte esa parte y crear un prototipo primero". ¿El resultado? Una empresa brasileña de edtech facturó 3 millones de dólares gracias a una aplicación construida con Lovable.

¿El «SaaS killer»? Software a medida para todos

Ruiz no se guarda nada y apunta contra las empresas SaaS tradicionales. "Hoy, si tienes un proceso que quieres automatizar, tienes dos opciones: contratar un equipo de desarrollo o comprar una solución SaaS genérica que resuelve el 90% de tu problema. Con Lovable, puedes construir algo que resuelva el 100% de tu caso específico". La promesa es software a medida para cada necesidad, sin los costos prohibitivos de un desarrollo tradicional. La prueba está en los números: Lovable alcanzó los 100 millones de dólares en ingresos anualizados en solo ocho meses.

El talón de Aquiles: El diseño «bland» y la magia pendiente

Pero no todo es color de rosas. El propio Ruiz reconoce que las interfaces generadas por la plataforma aún tienen un aire "bland", como si salieran de una plantilla genérica. Para lograr diseños más sofisticados, el usuario debe ser "muy concreto en su descripción" y emplear un lenguaje técnico específico del diseño, como "neo-brutalism" o "glasmorphism". El próximo desafío, según Lovable, es lograr una integración "mágica" de funcionalidades esenciales como la autenticación, las bases de datos y las integraciones con Stripe, sin necesidad de configuración manual. El futuro del software, al parecer, está en manos de la IA, pero con un toque humano (y un buen gusto en diseño).

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