Una empresa china, Butterfly Effect, lanzó Manus, un nuevo agente de inteligencia artificial considerado «el primero realmente autónomo». Supera a otros sistemas y promete revolucionar la ejecución de tareas complejas sin intervención humana, pero su hermetismo genera escepticismo.
China da el batacazo: ¿Nace la primera IA verdaderamente autónoma?
La carrera por la inteligencia artificial (IA) sigue sumando capítulos sorprendentes. Desde China, la compañía Butterfly Effect, liderada por Ji Yichao, presentó Manus, un agente de IA que promete, según sus creadores, «ser el primero realmente autónomo» a nivel mundial. Una declaración que levanta polvareda en un mercado donde la competencia (y las promesas) abundan.
¿Será chamuyo o realidad? Lo cierto es que Manus, en su versión beta, ya estaría superando el rendimiento de «Deep Research» de OpenAI, buscando emular el impacto que tuvo «DeepSeek» con su modelo R1. Palabras mayores.
¿Qué hace a Manus tan especial?
A diferencia de otros agentes de IA, Manus está diseñado para laburar sin que un humano le esté respirando en la nuca. Nada de «requiere mínima o nula intervención humana», como remarcan sus creadores. El sistema puede navegar la web, entender lo que ve en pantalla y ejecutar tareas de manera independiente. Algo así como el sueño de todo jefe vago.
En una demostración que ya circula por internet, Manus procesó currículums vitae, clasificando candidatos y extrayendo habilidades. También se le pidió que «encuentre un departamento en San Francisco». Lejos de tirar resultados genéricos, analizó datos de seguridad, precios y clima, ofreciendo una selección personalizada. Un asistente personal digno de Ricardo Fort, pero sin la necesidad de pagarle fortunas.
¿Cuál es el secreto detrás de Manus?
Según se sabe, Manus utiliza una arquitectura multiagente, con modelos especializados en tareas concretas. En lugar de una red neuronal gigante, descompone el laburo en partes más simples y las asigna a los algoritmos apropiados. Esto permite gestionar flujos de trabajo complejos sin que el usuario tenga que andar integrando mil herramientas de IA.
Además, opera de forma asincrónica en la nube. Esto significa que labura en segundo plano, sin necesidad de que lo estés mirando todo el tiempo. Una vez que termina, te notifica. Ideal para los que tenemos la paciencia de Mirtha Legrand en un debate político.
¿Humareda o realidad? El escepticismo alrededor de Manus
Claro que, como suele suceder con estos anuncios rimbombantes, no faltan las voces críticas. Algunos especialistas cuestionan las capacidades de Manus, argumentando falta de información sobre su tecnología, financiación y acceso restringido. Por ahora, la herramienta está en fase beta y solo se puede usar por invitación. Un club exclusivo para unos pocos.
Sin embargo, los desarrolladores insisten en que Manus supera a «Deep Research» en la métrica GAIA benchmark, un estándar para evaluar asistentes de IA generalistas. ¿Será cierto? Solo el tiempo (y más pruebas) lo dirán.
Mientras tanto, la presentación de Manus agrega más leña al fuego de la competencia entre China y Estados Unidos por el dominio de la IA. Una carrera que promete seguir sorprendiéndonos (y quizás asustándonos un poco) en los próximos años. Porque, seamos sinceros, ¿quién no le tiene un poquito de miedo a que las máquinas nos superen? Aunque, pensándolo bien, con algunos políticos que tenemos, quizás no sea tan mala idea…