Donald Trump, en una movida que sacude el tablero tecnológico, anunció una alianza titánica entre OpenAI, Oracle y Softbank, con el respaldo financiero del fondo emiratí MGX. El objetivo: crear Stargate, una empresa que promete ser la columna vertebral de la infraestructura de inteligencia artificial en EE.UU., con una inversión inicial de 500,000 millones de dólares. El primer paso: un mega centro de datos en Texas, marcando un antes y un después en la carrera por la supremacía en IA.
El expresidente Donald Trump, fiel a su estilo de no dejar títere con cabeza, armó un revuelo al anunciar una sociedad que va a dejar temblando al sector tecnológico: la alianza entre OpenAI, Oracle y Softbank para levantar la infraestructura de inteligencia artificial en suelo estadounidense, con la bendición del fondo soberano emiratí MGX. ¡Esto es más grande que la grieta, gente!
Esta movida, que parece sacada de una película de ciencia ficción, se materializa en una nueva empresa llamada Stargate. La idea es simple, pero ambiciosa: invertir 500,000 millones de dólares en cuatro años para que EE.UU. sea el amo y señor de la inteligencia artificial, con Trump a la cabeza de esta avanzada tecnológica.
“Estamos empezando con una inversión nunca antes vista para establecer la mayor infraestructura de Inteligencia Artificial de la historia”, soltó el magnate, según consignó la prensa. A su lado, como si fueran sus secuaces, estaban los capos Masayoshi Son de SoftBank, Larry Ellison de Oracle y Sam Altman de OpenAI. Todos ellos, como si estuvieran en un aquelarre tecnológico, señalaron que esta jugada representa el inicio de “una edad de oro y es una rotunda declaración de confianza en el potencial de Estados Unidos”. Habrá que ver si no se les va la mano, o si en vez de oro, terminamos con una de las tantas estafas piramidales que se arman en estos tiempos.
El Primer Paso: Un Centro de Datos Gigante en Texas
El primer hijo de esta sociedad es un centro de datos en Texas, al que se le asignaron inicialmente 100,000 millones de dólares, pero que promete crecer hasta los 500,000 millones para 2029. Una cifra que deja en pañales a cualquier presupuesto nacional de Latinoamérica. Softbank será el cajero y OpenAI el director de orquesta de esta sinfonía de silicio, donde Microsoft, Arm y Nvidia harán de coristas. Todo esto porque, según palabras de la propia OpenAI, quieren “abarcar todo el espectro de infraestructura”, desde el terreno hasta la energía. Un plan que, a simple vista, parece que va a dejar sin recursos a la primera potencia para fines de la década.
Detrás de toda esta parafernalia tecnológica, se esconde una verdad incómoda: la IA consume tanta energía como un país entero. Goldman Sachs estima que esa necesidad energética será un 19% de la demanda de los centros de datos para 2028, algo que, para algunos expertos, podría desatar una crisis energética global. Y ni hablar de la escasez de chips, que ya Sam Altman había denunciado como un freno al “desarrollo” de la IA. A veces parece que estos genios de traje son más hábiles en el marketing que en la innovación.
Trump va con todo contra el statu quo
Pero el equipo de Trump no se amilana. En un comunicado, el equipo de OpenAI afirma que Stargate “no solo apoyará la reindustrialización de Estados Unidos, sino que también proporcionará una capacidad estratégica para proteger la seguridad nacional”. El expresidente, que no es de quedarse callado, prometió torcer las regulaciones existentes para que la IA florezca en Estados Unidos, derogando incluso un decreto de Joe Biden que buscaba controlar los riesgos de esta tecnología. Nada de compartir secretos comerciales con el gobierno, parece decir el magnate. ¿Será que este proyecto busca más el poder que el avance tecnológico?
Sin lugar a dudas, esta movida del magnate va a dar mucho de qué hablar, pero una cosa es segura, Trump no deja de sorprendernos y de incendiar el mundo político y tecnológico. Queda ver cómo se desarrolla este culebrón de la IA, y si al final, en vez de una nueva era de oro, no terminamos con otra crisis a cuestas.