Siri, la asistente virtual de Apple, sigue generando controversia. Mientras algunos defienden su potencial y enfoque en la privacidad, otros critican su rendimiento y la comparan desfavorablemente con alternativas de la competencia. ¿Está Apple priorizando la privacidad a expensas de la funcionalidad, o hay algo más detrás de las limitaciones de Siri? La implementación de IA y la colaboración con OpenAI plantean nuevas preguntas sobre el futuro de la asistente virtual y el compromiso de Apple con la protección de datos de sus usuarios.
Arrancamos con Siri, el asistente virtual de Apple, que sigue generando más dudas que certezas. ¿Será que la manzana mordida se durmió en los laureles, o hay una estrategia magistral detrás de su aparente lentitud en la carrera de la inteligencia artificial?
«Fue el último acuerdo de Steve. Estuvo involucrado en todas las etapas del acuerdo, negociando el trato y haciendo el seguimiento, asegurándose de que tuviéramos éxito en Apple después de que nos compraran», cuenta Tom Gruber, cofundador de Siri, recordando los inicios de esta aventura. Un lindo homenaje al legado de Jobs, pero, ¿alcanza con la nostalgia para justificar el presente?
Pero no todo es color de rosas. Richard Williamson, ex ejecutivo de Apple, lo pinta así nomás: «Lo que adquirimos fue una demo que funcionaría muy bien para un par de personas, pero no escalaría a nuestra base de usuarios… había muchas promesas detrás de la implementación original de Siri». ¡Upa! Parece que la realidad era un poquito menos glamorosa que la visión de marketing.
### ¿Es Siri realmente «inteligente»?
Williamson va más allá: «¿Esta noción de IA? No era IA… era un problema. Es súper fácil engañar a Siri. No hay procesamiento del lenguaje natural (PNL), no hay contextualización de las palabras. Es solo coincidencia de palabras clave». ¡Ouch! Duro, pero quizás no tan alejado de la verdad. ¿Será que Siri es más un loro entrenado que un cerebro pensante?
Ahora bien, entremos en la discusión que le quita el sueño a Tim Cook y compañía: la privacidad. Gruber sale al rescate: «Hay una buena excusa para que Apple espere, y es si realmente consideras el valor de la privacidad y la administración de datos como un derecho sagrado». Y agrega: «Si envían todas las consultas a OpenAI y le dan todo el contexto que la empresa necesita, probablemente podrían hacer más, pero entonces estarían renunciando a su garantía de privacidad.»
¿Será que Apple está eligiendo el camino difícil, priorizando la protección de nuestros datos por sobre la innovación desenfrenada? Un debate que da para largo, especialmente en tiempos donde la inteligencia artificial parece demandar cada vez más información personal.
Mientras tanto, los usuarios siguen divididos. Algunos resignados a la aparente «torpeza» de Siri, otros migrando a alternativas más ágiles y «conversadoras». La pregunta del millón es si Apple logrará encontrar el equilibrio entre privacidad y funcionalidad, o si Siri quedará relegada a un segundo plano en la feroz competencia por el liderazgo en la inteligencia artificial.
Con el nuevo procesador M3, el iPad Air es el doble de rápido que el mismo dispositivo que salió con el chip M1 en 2022.
## ¿El futuro de Siri? Privacidad vs Innovación
La clave, según parece, está en la nueva Siri. Una Siri que se apoyará en un gran modelo de lenguaje (LLM) que reside en el propio iPhone, pero que también recurrirá a la «sabiduría» de OpenAI para las preguntas más complejas. Eso sí, previo permiso del usuario. ¿Será suficiente este «mix» para resucitar a Siri, o seguirá siendo la hermana menor de Google Assistant y Alexa?
### La carrera armamentista de la inteligencia artificial
Los números marean: se estima que los sistemas de IA de Apple en el iPhone cuentan con unos 3,000 millones de parámetros, mientras que GPT-4 de OpenAI se dispara a 1.8 billones. ¡Una diferencia abismal! ¿Será que Apple está jugando con desventaja, o la clave está en la eficiencia y no en la cantidad? La respuesta, como siempre, la tendrá el tiempo. Y los usuarios, claro.
