Un informe del Real Instituto Elcano y Tecnalia advierte que España y la Unión Europea corren el riesgo de quedarse atrás en la carrera cuántica frente a Estados Unidos y China. La falta de inversión, la fragmentación regulatoria y la ausencia de una estrategia unificada complican el panorama, amenazando con un «invierno cuántico» que podría afectar la ciberseguridad, la industria, la salud y la defensa. A pesar de todo, aún hay tiempo para actuar e impulsar la inversión y la coordinación para no perder esta oportunidad.
España y la Unión Europea, al borde del «invierno cuántico»: ¿Otro tren que se nos escapa?
La computación cuántica, esa promesa de disrupción tecnológica «con un impacto mayor que la digital», está dejando a Europa en el banquillo mientras Estados Unidos y China aceleran a fondo. Un informe del Real Instituto Elcano y Tecnalia pinta un panorama poco alentador: fragmentación regulatoria, inversión privada insuficiente y falta de una estrategia clara amenazan con relegarnos en esta carrera crucial.
«La revolución cuántica no es una opción, es un imperativo estratégico», reza el informe. Pero, ¿estamos realmente a la altura del desafío?
## ¿Quién se quedó dormido en los laureles?
Si bien la mecánica cuántica nació en Europa a principios del siglo XX, el desarrollo posterior quedó en manos de otros, principalmente Estados Unidos y China. El primero, con un modelo privado; el segundo, con uno público. ¿Resultado? Europa, nuevamente, cediendo terreno en una ciencia con el potencial de transformar sectores clave como la ciberseguridad, la industria, la salud y la defensa.
«No aprovechamos con la suficiente velocidad el impacto de las tecnologías», advierte Íñigo Arizaga, director de NEXT – Quantum Technologies en Tecnalia. Y Judith Arnal, investigadora principal del Real Instituto Elcano, remata: «El crecimiento económico va a depender de ganancias de productividad, y estas las van a aportar las nuevas tecnologías. Esto explica que estén en el centro de las tensiones geopolíticas».
## No todo está perdido, pero hay que ponerle garra
El informe reconoce el liderazgo norteamericano y chino en computación, pero señala que todavía podemos recuperar terreno en áreas como chips cuánticos y sensores. Estos campos, que exigen alta especialización y enfrentan menor competencia global, son cruciales para sectores como la biotecnología y la defensa.
Para cambiar el rumbo, es necesario superar las trabas que nos llevaron a esta situación: falta de coordinación público-privada, transferencia deficiente de conocimiento, fragmentación de iniciativas y ecosistemas industriales débiles. El informe propone invertir en infraestructuras científico-tecnológicas, incentivar la financiación privada e impulsar iniciativas como Quantum Spain y el PERTE Chip.
## Más allá de la computación: un universo de posibilidades
Si bien la computación cuántica acapara la atención mediática, el campo es amplio e incluye simulación, comunicaciones, ciberseguridad, sensórica y metrología. Cada sector plantea desafíos y necesidades diferentes.
«Hay una oportunidad económica importante y hay que hacer cosas para aprovecharla», resume Arizaga. «Pero, además, hay implicaciones relacionadas con la seguridad digital, con la soberanía en seguridad, que estamos obligados a mantener».
## La billetera manda: ¿Dónde está la inversión?
China lidera el gasto público en tecnologías cuánticas, con 15.300 millones de euros desde 2021 hasta 2027. Europa le sigue con 10.900 millones, pero, como señala Arnal, «lo hacemos mal, de una manera absolutamente fragmentada. Tenemos que hacer apuestas muy claras, muy decididas y muy concentradas». Estados Unidos supera a ambas potencias, pero con una inversión mayoritariamente privada.
La pujanza inversora contrasta con la contribución europea en investigación. Si bien Estados Unidos lidera en patentes, la UE aporta el 24,3% de las investigaciones relevantes, superando a China y Estados Unidos. Parece que seguimos generando la materia gris que otros aprovechan mejor. Que lo digan figuras como Darío Gil (ex IBM), Sergio Boixo (Google) o Antía Lamas (Amazon), que desarrollaron su carrera fuera de España.
## ¿Y Argentina?
Mientras Europa se debate entre la inversión y la fragmentación, ¿qué pasa con Argentina? La pregunta es obligada, porque la computación cuántica no es solo una cuestión de desarrollo tecnológico, sino también de soberanía. ¿Estamos preparados para la próxima revolución tecnológica, o seguiremos mirando desde afuera cómo otros definen el futuro?
El momento de actuar es ahora. Como advierte Arnal, «vamos a intentar que la inversión en defensa sea lo más tractora posible para nuestro tejido industrial y tecnológico». Arizaga añade que la tecnología cuántica tiene aplicaciones en diagnóstico precoz, resonancia magnética nuclear y detección de contaminantes.
«Ya hemos perdido el tren de internet, pero en tecnologías cuánticas puede ser diferente», concluye Arnal. «Tenemos la oportunidad de ponernos a la cabeza». ¿La aprovecharemos o seguiremos esperando el próximo tren que nunca llega?