LaLiga y Cloudflare se trenzan en una batalla épica por la piratería del fútbol, dejando en el camino miles de sitios web legítimos bloqueados. Mientras Tebas promete acabar con la piratería, Cloudflare se defiende y los usuarios sufren las consecuencias, generando un debate encendido sobre derechos de autor, acceso a internet y el futuro del entretenimiento deportivo.
Desde principios de febrero, la web se sacudió con denuncias de usuarios furiosos: sus páginas, ¡kaput! Víctimas colaterales de un choque frontal entre LaLiga, espada en mano por la propiedad intelectual, y Cloudflare, gigante de internet acusado de darle oxígeno a los piratas del fútbol. La cosa no es menor, hablamos de miles de páginas afectadas y una bronca que escaló a niveles siderales, con «frikis» indignados (según Tebas) y hasta una parodia web del mandamás futbolero.
## El ring digital: LaLiga vs. Cloudflare
La movida de LaLiga, amparada en permisos judiciales, busca bloquear hasta el último resquicio de piratería. El tema es que, en esta cacería digital, caen webs legítimas como moscas, generando un caos que afecta hasta a empresas grosas como GitHub y ChatGPT, que vieron sus servicios interrumpidos durante los partidos.
«Estamos en una situación en donde los titulares de derechos tenemos que invertir una cantidad millonaria para proteger nuestros activos de propiedad intelectual, para proteger nuestra viabilidad y es duro decirlo, pero es así, si no hacemos nada, esta industria se va a la ruina», sentencia Guillermo Rodríguez, coordinador de fraude audiovisual de LaLiga, dejando claro que acá no hay lugar para medias tintas. ¿El objetivo? Proteger el negocio de las retransmisiones, que es donde está la guita.
Pero, ¿por qué Cloudflare se transformó en el enemigo público número uno? LaLiga lo acusa, sin anestesia, de proteger a los piratas. Según sus cálculos, cuatro de cada diez emisiones ilegales se escudan tras la tecnología de este gigante, que ofrece servicios de infraestructura y seguridad a millones de páginas en todo el mundo.
## Notificaciones que van al tacho
El quid de la cuestión, según LaLiga, son las notificaciones que envían a Cloudflare, denunciando las emisiones ilegales. «Nosotros identificamos que el 40% de todo lo que se detecta, de todos los *streams* ilegales, está detrás de Cloudflare», explica Rodríguez. «Y ellos cogen esa notificación y automáticamente la envían a la papelera, no hacen absolutamente nada», denuncia.
La respuesta de Cloudflare, escueta pero firme, es que cuentan con procesos automatizados para conectar a los titulares de derechos con los proveedores de servicios que pueden tomar medidas. Pero LaLiga no se come el verso y sospecha que la inacción de Cloudflare tiene un motivo vil: el lucro.
### ¿Víctimas o rehenes?
En medio de este sangocho, los usuarios comunes son los que ligan. Los bloqueos indiscriminados de direcciones IP, ordenados por la justicia, tiran abajo páginas legítimas junto con las piratas, generando un daño colateral que nadie parece dispuesto a asumir. LaLiga, por su parte, se lava las manos: «No estamos actuando para fastidiar a otros, es que Cloudflare está poniéndolos a ellos como rehenes», alegan.
La pregunta del millón es si esta batalla digital tiene solución. Tebas se muestra optimista: «En 12 meses habré solucionado un 80% de la piratería», promete, con una confianza que roza la soberbia. Pero la realidad es que el problema es complejo y las soluciones, esquivas. ¿Será que estamos ante una guerra sin cuartel, donde los únicos que pierden son los usuarios y la libertad de internet? El tiempo dirá.