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  • Tecnología al límite: El consumo que amenaza el futuro digital
  • ¿Sostenibilidad digital? El debate sobre el futuro de nuestros dispositivos
  • IA y recursos: La explosiva demanda que preocupa a los expertos
  • El lado oscuro de la tecnología: ¿Sobriedad digital o colapso?
  • ¿Cuántos dispositivos son demasiados? El planeta en la era digital.

Redacción Cuyo News
7 min
Cortito y conciso:

Un nuevo estudio revela que el auge de la tecnología y la inteligencia artificial (IA) está llevando al planeta al borde del colapso por el consumo desmedido de recursos y energía. Mientras algunos expertos apuestan por la innovación y nuevos materiales, otros claman por la «sobriedad digital» y un cambio radical en nuestros hábitos tecnológicos. ¿Estamos a tiempo de evitar el desastre o ya es demasiado tarde para frenar esta carrera desenfrenada?

Si juntáramos todos los dispositivos electrónicos del mundo en un solo país, tendríamos una nación más poblada que el planeta entero y con una contaminación que superaría varias veces a la de países como Canadá o Francia. Estamos hablando de 30.500 millones de aparatos entre celulares, computadoras, electrodomésticos y cualquier «cacharro» digital que se te ocurra. Un estudio de Green IT advierte que las reservas de materias primas y energía necesarias para mantener este ritmo de producción y consumo están al límite.

La pregunta que surge, inevitablemente, es si este modelo es sostenible. Tres informes de consultoras coinciden en el problema, pero las soluciones propuestas dividen a los expertos. Algunos creen en la innovación, en encontrar materiales alternativos y fuentes de energía más eficientes. Otros, sin embargo, abogan por una «sobriedad digital», es decir, usar menos tecnología y de forma más consciente.

La conclusión de todos los estudios es clara: no hay recursos para tanto dispositivo dando vueltas. Pero, ¿estamos realmente dispuestos a cambiar nuestros hábitos?

## El impacto oculto de la tecnología

El mundo digital, tanto en su fabricación como en su uso, está contribuyendo al agotamiento de los recursos naturales y al calentamiento global a un ritmo alarmante. Según Green IT, este sector ya es uno de los que más impacto tiene en el planeta.

Además, la tecnología acapara materiales que son fundamentales para otros sectores, como la salud, la energía y la defensa, poniendo en riesgo la disponibilidad de estos recursos para las futuras generaciones.

«La rapidez con la que crece la demanda de estos recursos, su distribución geográfica, la falta de sustitutos adecuados y asequibles, y su importancia para la economía global, los convierte en elementos de dependencia entre naciones, tensión geopolítica y herramientas de guerra comercial», advierte un informe de la Oficina de Ciencia y Tecnología del Congreso.

Y como si esto fuera poco, ahora se suma el «ascenso meteórico de la inteligencia artificial (IA) generativa». En poco tiempo, los servidores configurados para IA ya representan entre el 1% y el 5% del impacto del mundo digital, incluyendo un 4% de las emisiones de gases de efecto invernadero.

## ¿La inteligencia artificial nos va a dejar sin energía?

Dan Karpati, de Check Point, reconoce que la adopción de la IA está impulsando un aumento exponencial en el consumo de recursos y energía. «La magnitud de la presión impulsada por la IA sobre los recursos naturales se sentirá en 2025», advierte.

Según McKinsey, las centrales de computación se duplicaron en solo diez años, y las previsiones apuntan a que, en los próximos 10, la energía necesaria para mantenerlas activas equivaldrá a la que requiere India, el país más poblado del mundo. Goldman Sachs Research añade que la demanda de energía de los centros de datos crecerá un 160% para 2030, y que la IA representará aproximadamente el 19% de ese consumo en solo tres años.

Ante este panorama, Karpati apuesta por la innovación, proponiendo soluciones como centros de datos subacuáticos o el uso de energía nuclear. «Los humanos son inteligentes para adaptarse, por lo que, si hay alguna anomalía, encontrarán otras soluciones creativas. Conseguiremos chips [procesadores] eficientes, moveremos las cargas de trabajo a donde menos se consume, optimizaremos los algoritmos de entrenamiento…», asegura.

## Sobriedad digital: la solución incómoda

Pero no todos comparten este optimismo tecnológico. Pablo Gámez Cersosimo, de Naturally Digital critíca esta visión como «pensamiento mágico digital», una fe ciega en la tecnología que nos impide ver la realidad del problema.

Gámez se alinea con la propuesta de Green IT, que aboga por la sobriedad digital: moderar el uso de la tecnología, reducir la cantidad de dispositivos que tenemos y hacer que duren más.

«Las nuevas formas de tecnología, que se caracterizan por un alto consumo energético y una enorme huella hídrica y contaminante, son sistemas que nos están llevando a una morfología digital qué necesita recursos finitos para poder existir y para poder funcionar. Esto está sucediendo en el contexto de la crisis climática y en la pugna por la supremacía digital», explica Gámez.

El investigador también alerta sobre la «voracidad» de los dispositivos, que exigen cada vez más recursos, y sobre los efectos colaterales, como la generación de basura electrónica y la obsolescencia programada.

La eficiencia es una de las posibles soluciones que plantean las empresas. Un ejemplo es Ericsson, que ha presentado innovaciones para redes programables de alto rendimiento que mejoran la eficiencia mientras reducen el consumo de energía hasta en un 30% y la huella de carbono incorporada hasta en un 50%.

Sin embargo, Gámez desconfía de estas soluciones y recuerda la paradoja de Jevons: a medida que mejora la eficiencia en el uso de un recurso, aumenta su consumo en vez de reducirse. ¿Será que estamos ante una maldición tecnológica?

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