OpenAI, la empresa detrás de ChatGPT, planea lanzar una red social al estilo TikTok, pero con un giro polémico: todo el contenido será generado por inteligencia artificial. Los usuarios crearán videos cortos de hasta 10 segundos a partir de prompts, sin posibilidad de subir material propio. La plataforma incluirá verificación de identidad y herramientas para proteger contenido con derechos de autor, aunque la política de exclusión voluntaria genera debate. ¿Será este el futuro del entretenimiento o una distopía digital?
OpenAI le apunta al estrellato en redes sociales con una movida que, cuanto menos, invita a la reflexión. La compañía de Sam Altman, ni lerda ni perezosa, se prepara para lanzar una aplicación que recuerda bastante a TikTok, pero con una vuelta de tuerca que podría cambiar las reglas del juego: todo el contenido será generado por inteligencia artificial. ¿Nos preparamos para una invasión de videos sintéticos?
La noticia, adelantada por Wired, plantea un escenario donde los usuarios crearán videos de hasta 10 segundos a través de prompts, esas instrucciones que le damos a la IA para que nos entregue un contenido específico. Olvidate de subir tus propios clips, acá la creatividad pasa por saber "hablarle" a la máquina.
¿El fin de la espontaneidad o el amanecer de una nueva forma de expresión?
La app, que promete un feed infinito de videos verticales, "me gusta", comentarios y algoritmos de recomendación, también introduce un sistema de verificación de identidad. Los usuarios que confirmen su imagen podrán aparecer en videos creados por ellos o por terceros. Esto plantea interrogantes sobre la privacidad y el uso de nuestra imagen en el mundo digital. ¿Nos estamos vendiendo al mejor postor?
OpenAI promete notificaciones cada vez que la imagen de un usuario sea utilizada, incluso si el video no se publica. Un gesto que busca generar confianza, pero que no evita la pregunta: ¿hasta qué punto podemos controlar nuestra identidad en este nuevo paradigma?
Derechos de autor: ¿la gran grieta de la inteligencia artificial?
Pero la polémica no termina ahí. OpenAI planea que los creadores de contenido con material protegido por derechos de autor sean los que se excluyan del sistema, en lugar de pedir permiso explícito para usar su trabajo. En otras palabras, si no decís que no, la empresa asume que puede entrenar sus modelos con tu contenido, sin compensación ni control de por medio.
La movida, que ya está siendo comunicada a agencias de talentos y estudios, generó un debate encendido sobre los límites de la inteligencia artificial y los derechos de los creadores. ¿Estamos ante una nueva forma de piratería o una simple adaptación a los tiempos que corren?
¿Monetizar la inteligencia artificial? El plan de OpenAI
Mientras tanto, OpenAI sigue buscando formas de hacer que sus modelos sean cada vez más rentables. Recientemente, anunció una nueva funcionalidad en ChatGPT que permite compras directas desde la aplicación para productos de Etsy y Shopify. ¿Una forma de integrar el comercio electrónico en la conversación?
Además, la empresa presentó controles parentales para ChatGPT, que permitirán a padres e hijos adolescentes vincular sus cuentas y establecer límites de uso. Una medida que busca dar tranquilidad, pero que no elimina la necesidad de un debate profundo sobre el impacto de la inteligencia artificial en los más jóvenes.
La nueva red social de OpenAI es solo el primer paso en una carrera creciente entre gigantes tecnológicos por dominar el espacio del video generado por inteligencia artificial. Meta, con su sección Vibes en Meta AI, y Google, con la integración de Veo 3 en YouTube, también están jugando sus cartas. ¿Quién se llevará el premio mayor? El tiempo dirá. Lo que sí es seguro es que estamos ante un cambio de paradigma que nos obliga a repensar el futuro del entretenimiento, la creatividad y la interacción social.