OpenAI: La feroz batalla de Musk y Altman por el futuro de la IA

Redacción Cuyo News
8 min
Cortito y conciso:

La bronca entre Elon Musk y Sam Altman, dos popes de la tecnología, viene de hace rato, desde los inicios de OpenAI. Desde acusaciones cruzadas sobre el rumbo de la inteligencia artificial hasta demandas millonarias, pasando por chicanas en redes sociales, la novela de estos dos pesos pesados parece no tener fin. ¿Será que los celos por el poder y la guita están detrás de tanta pelea?

Hace una década, en la lista de los principales fundadores de OpenAI, la empresa creadora de uno de los mayores desarrollos de inteligencia artificial (IA) hasta la fecha, figuraban dos socios cuyas personalidades han terminado protagonizando el más impactante choque de la élite tecnológica mundial: «Sam Altman y Elon Musk». El último episodio, la oferta del segundo para adquirir la compañía de IA, es solo «el epílogo provisional» de 10 años de enfrentamientos. Esta es la cronología del largo desencuentro dirimido en las redes, los tribunales, el mercado y en los círculos de poder de la Casa Blanca.

**¿Cómo empezó todo este quilombo?**

Todo arrancó en 2015 cuando una decena de inversores, entre los que se encontraban Sam Altman y Elon Musk, pusieron un billete de mil millones de dólares para fundar OpenAI. ¿El objetivo? Desarrollar la inteligencia artificial para que las máquinas aprendan e interactúen como humanos. Ahí nomás empezaron los chispazos. Altman quería que la cosa fuera sin fines de lucro, buscando poner «la IA al servicio de la humanidad». Musk, en cambio, veía venir los riesgos y le pedía a los gobernadores yanquíes que supervisaran el tema, calificando a la IA como «la mayor amenaza existencial para la humanidad».

**Cuando el barco se hundió**

En febrero de 2018, Musk decide pegar el portazo. Dicen las malas lenguas que intentó tomar el control de la empresa, creyendo que había intereses turbios de otras multinacionales. Pero Altman y los otros fundadores no le dieron bola, así que el magnate agarró sus petates y se fue, llevándose consigo su inversión.

A pesar de la partida, Musk nunca se olvidó de OpenAI y empezó a criticarla a mansalva. Le tiraba dardos por todos lados, acusándola de falta de transparencia y seguridad. «OpenAI debería ser más abierta», declaró a *MIT Technology Review*, dejando claro que no le gustaba nada el rumbo que estaba tomando la empresa.

**Twitter, ChatGPT y la guerra sin cuartel**

En octubre de 2022, Musk se manda a comprar Twitter por una fortuna. Y ahí sí que se desató la hecatombe. Usó la red social para soltar sus proclamas ideológicas y, por supuesto, para seguir pegándole a OpenAI. «OpenAI se inició como una organización de código abierto y sin fines de lucro. Ninguna de las dos cosas siguen siendo ciertas», tuiteó sin filtro. Altman le respondió que se trataba de una «corporación de beneficios limitados», explicando que necesitaban guita para seguir cumpliendo su misión.

Un mes después, con el lanzamiento de ChatGPT –el robot conversacional que revolucionó la IA–, Musk acusó a Altman de haber usado Twitter para entrenar a su creación. ¡Tremendo!

**La ofensiva de Musk contra la IA**

El éxito arrollador de ChatGPT no hizo más que echar leña al fuego. Musk acusó a Altman de convertir la empresa en «una empresa de código cerrado y de máximo beneficio controlada efectivamente por Microsoft. No es lo que pretendía en absoluto», bramó en X. Para colmo, se sumó a una carta firmada por un millar de personalidades pidiendo «una moratoria de seis meses en el desarrollo de la IA», preocupado por los «riesgos potenciales para la humanidad».

**xAI, la venganza de Musk**

En 2023, Elon Musk contraataca con xAI, una compañía de inteligencia artificial para competir mano a mano con OpenAI. A pesar de todo, Altman –con su estilo más tranquilo– intentó bajarle el tono al asunto, pero sin éxito. «Tenemos diferencias de opinión en algunas partes, pero a ambos nos importa eso [la seguridad de la IA] y él quiere asegurarse de que nosotros, el mundo, tengamos las mayores opciones de obtener un buen resultado», dijo.

**La batalla legal**

Los intentos de paz fueron en vano. En marzo de 2024, Musk demanda por primera vez a Altman y OpenAI, acusándolos de haber violado sus principios fundacionales y de haberse transformado en «una subsidiaria de facto de código cerrado de la compañía de tecnología más grande del mundo [Microsoft]». Después, retiró la demanda, pero volvió a la carga en agosto, alegando que fue «engañado» para cofundar la empresa. También acusó a OpenAI y Microsoft de crear un monopolio. OpenAI respondió acusando a Musk de montar una campaña de acoso. ¡Escándalo!

**Poder, celos y política**

Para sumar más condimentos al drama, la guita y la influencia de Musk en la campaña presidencial de Donald Trump lo convirtieron en el «primer amigo» del nuevo presidente yanqui. Trump lo premió con la dirección del Departamento de Eficiencia Gubernamental. Este ascenso político no hizo más que aumentar la bronca de Musk contra Altman, al que apoda «Fraude Altman».

Pero Trump no se metió en la pelea y anunció una alianza con OpenAI para invertir 500.000 millones en inteligencia artificial. Musk, obvio, salió a criticar el proyecto, poniendo en duda su capacidad tecnológica y financiera. Altman, fiel a su estilo, respondió: «Falso, como usted seguramente sabe. ¿Quiere venir a visitar el primer sitio ya en marcha?».

**¿El final de la novela?**

El último capítulo de esta saga tecnológica se escribió cuando «un consorcio liderado por Elon Musk ha ofrecido 97.400 millones de dólares» para comprar OpenAI. Altman no se quedó callado y respondió en X: «No, gracias, pero te compramos Twitter [nombre que tenía la red social antes de su cambio de propietario] por 9.740 millones de dólares, si quieres». Musk, fiel a su estilo provocador, replicó con un juego de palabras: «Scam [estafa] Altman». Y así, la novela continúa… ¿Quién ganará esta batalla? ¿Será que el ego y la ambición son los verdaderos motores de esta pelea? Habrá que esperar para ver cómo sigue esta historia que parece sacada de una serie de Netflix.

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