Spotify al descubierto: Secretos, algoritmos y la música que (no) elegís

Redacción Cuyo News
7 min
Cortito y conciso:

Dos nuevos libros sobre Spotify revelan cómo la plataforma, en su afán por maximizar ganancias, influye en nuestras elecciones musicales. Se destapan prácticas como la promoción de «música hecha a medida» de bajo costo, el polémico «Modo Discovery» donde los artistas pagan por visibilidad, y cómo las grandes discográficas dominan el reparto de ingresos. ¿El resultado? Una invitación a ser oyentes más conscientes y críticos, priorizando la calidad y la diversidad musical sobre las listas algorítmicas.

Spotify: ¿El paraíso musical o una playlist manipulada?

En el universo del streaming musical, Spotify se alza como el gigante indiscutido, prometiendo "toda la música del mundo" al alcance de un clic. Pero, ¿a qué costo? ¿Son nuestros gustos musicales un reflejo genuino de nuestras preferencias, o estamos siendo sutilmente dirigidos por algoritmos hambrientos de rentabilidad? Dos nuevos libros, aún sin traducción al español, abren el debate sobre las prácticas internas y comerciales de la plataforma, invitándonos a cuestionar si realmente estamos escuchando "nuestra" música.

Spotify y el negocio de la música funcional

Aún no has escuchado tu canción favorita, de Glenn McDonald, ex "alquimista" de datos de Spotify, y La máquina de estados de ánimo, de la periodista Liz Pelly, ofrecen perspectivas contrastantes pero convergentes. McDonald pinta un panorama relativamente positivo, destacando el aumento de personas que pagan por música como nunca antes. "Necesitas 15 personas que pasaran de gastar 25 euros a 120 para compensar que una persona [un comprador compulsivo] pasara de gastarse 1.500 euros a 120?", escribe, poniendo en relieve el cambio de paradigma en el consumo musical.

Pelly, por su parte, adopta una postura más crítica, argumentando que Spotify trata la música como un mero producto comercial, priorizando las ganancias sobre la calidad artística. Su objetivo primordial es "derrotar al silencio", sin importar si lo hace con música independiente o con ruido blanco para dormir. Una visión que plantea interrogantes sobre el futuro de la creatividad musical en la era del streaming.

Ambos autores coinciden en un punto crucial: la importancia de elegir activamente la música que escuchamos, resistiendo la inercia de las listas de reproducción algorítmicas. ¿Pero por qué deberíamos desconfiar de estas listas?

5 razones para cuestionar las listas de reproducción de Spotify

1. El auge de la "música barata"

Según Pelly, Spotify promueve activamente "contenido hecho a medida" (perfect fit content, PFC), música genérica y de bajo costo producida por empresas fantasma. Esta práctica, que llegó a tener un programa propio dentro de la plataforma, permite a Spotify reducir costos y aumentar sus márgenes de ganancia, pero perjudica tanto a los artistas independientes como a los usuarios, que terminan escuchando música sin alma.

"Para los músicos cuyas canciones estaban siendo reemplazadas por estos artistas fantasma, podía ser devastador: la diferencia entre ganarse humildemente la vida o no. Algunos editores de listas de Spotify también quedaban destrozados. Veían cómo las listas que habían construido con orgullo se convertían en granjas de contenido barato. ‘Hubo muchas lágrimas por este proyecto internamente en Spotify’, me dijo un antiguo empleado. El programa PFC fue presentado como una iniciativa para reducir costes”.

McDonald, aunque no menciona el programa PFC explícitamente, advierte sobre el peligro de dejarse llevar por la pereza y caer en la trampa de la "artesanía barata y sin alma reempaquetada con propósitos funcionales", como las compilaciones de "Jazz para Cenar" o "Música para Estudiar".

2. El polémico "modo discovery": ¿Payola digital?

Spotify ofrece a los artistas la posibilidad de participar en el "Modo Discovery", un programa que les permite cobrar un 30% menos por sus reproducciones a cambio de mayor visibilidad en las listas de reproducción. Esta práctica, denunciada por congresistas estadounidenses y comparada con la "payola" de las radiofórmulas del siglo pasado, plantea serias dudas sobre la transparencia y la equidad en la industria musical.

3. El dominio de las grandes discográficas

A pesar de la presencia de millones de artistas en Spotify, la gran mayoría de los ingresos se concentra en un pequeño grupo. Según McDonald, en 2022, el 95% de los pagos se hicieron a 200.000 artistas, y de los 1.000 principales, solo 38 eran nominalmente independientes. Pelly denuncia acuerdos ocultos entre Spotify y las grandes discográficas, que les permiten mantener su dominio en la plataforma.

4. Músicos convertidos en "creadores de contenido"

Daniel Ek, fundador de Spotify, parece impulsar a los artistas a adoptar un modelo de "creador de contenido", lanzando música de forma constante, viralizándola en TikTok y generando interacción en las redes sociales. Este enfoque, según Pelly, podría desvirtuar el proceso artístico, priorizando la cantidad sobre la calidad y el individualismo sobre la colaboración.

5. El reparto de dinero: un sistema confuso

El sistema de pago por reproducción de Spotify es complejo y poco transparente. El dinero mensual de los oyentes se reparte según las escuchas de ese mes, lo que significa que el apoyo de un usuario a su artista favorito no se traduce necesariamente en ingresos directos para ese artista. Los oyentes más constantes y las canciones más populares suelen llevarse la mayor parte del pastel.

Un llamado a la escucha consciente

Ante este panorama, ¿cómo podemos disfrutar de la música en Spotify de manera más consciente y responsable? La respuesta parece clara: resistir la comodidad de las listas de reproducción algorítmicas, explorar nuevos artistas, apoyar la diversidad musical y, sobre todo, escuchar con atención y criterio. Porque, al fin y al cabo, la música es mucho más que un mero producto comercial.

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