Trump Mobile recula: el flamante smartphone T1 no será «made in USA». La promesa inicial de fabricación nacional se diluye en un confuso discurso sobre «valores estadounidenses». ¿Otro batacazo de la dinastía Trump o simple ajuste de expectativas? El mercado tecnológico mira de reojo.
¿Bajo qué bandera se fabrica el T1? El móvil de Trump que prometía ser "made in USA" ahora esquiva la pregunta
La presentación del T1 Phone, el nuevo smartphone de Trump Mobile, generó más preguntas que respuestas. Aquel anuncio pomposo en Nueva York, con los hijos del expresidente como abanderados, prometía un dispositivo "fabricado con orgullo en Estados Unidos". Un eslogan que, a la luz de los hechos, parece desvanecerse como un espejismo.
El precio de 499 dólares y el plazo de entrega (inicialmente previsto para septiembre) ya sembraban dudas en la industria. ¿Era realmente posible un celular "made in USA" a ese precio y en ese tiempo? La respuesta, al parecer, es un rotundo no.
La promesa evaporada: ¿qué pasó con el "made in USA"?
La página web de Trump Mobile, otrora un canto al nacionalismo tecnológico, ahora exhibe un lenguaje más ambiguo. Las referencias explícitas a la fabricación estadounidense desaparecieron, reemplazadas por frases como "diseñado con los valores estadounidenses en mente" o "creado aquí mismo en Estados Unidos". Un giro semántico que no escapó a la mirada atenta de la prensa especializada.
¿Se trata de un simple cambio de discurso o de un reconocimiento tácito de que la promesa inicial era irrealizable? La pregunta queda flotando en el aire, mientras la empresa intenta capear el temporal.
"Simplemente incorrecto": la defensa oficial de Trump Mobile
En declaraciones a USA Today, Chris Walker, portavoz de Trump Mobile, negó rotundamente cualquier cambio en los planes de fabricación. "Los T1 se están produciendo con orgullo en territorio estadounidense", afirmó, calificando de "simplemente incorrectas" las versiones que apuntan a lo contrario.
Pero, ¿cómo conciliar estas declaraciones con la evidente modificación en el lenguaje promocional? ¿Acaso estamos ante una estrategia de marketing confusa o ante un intento de maquillar una realidad incómoda?
Más allá del debate sobre el origen del T1, el móvil de Trump se presenta como una opción de gama media, con un precio de 499 dólares y un plan de servicio mensual de 47,45 dólares (una cifra que, curiosamente, evoca los mandatos del expresidente). El plan "47" promete llamadas y mensajes ilimitados, 20 GB de datos de alta velocidad y el respaldo de las tres grandes redes de EE. UU.
¿Será suficiente para conquistar un mercado saturado y competitivo? El tiempo dirá. Lo que sí es seguro es que la polémica está servida, y que el T1 Phone ya se convirtió en un nuevo capítulo en la saga de la dinastía Trump. Un culebrón que, como siempre, promete generar ríos de tinta y encendidas discusiones.
