La red social X (ex-Twitter) experimentó una caída global que impidió a los usuarios publicar e interactuar con normalidad. Los problemas, que comenzaron alrededor de las 14:20 (hora peninsular española) y se extendieron por todo el mundo, afectaron tanto a la versión web como a la aplicación móvil. Este incidente se suma a los problemas recientes derivados de un incendio en un centro de datos en Oregón, lo que plantea interrogantes sobre la estabilidad de la plataforma bajo la nueva administración.
La red social X, antes conocida como Twitter, se desplomó a nivel global, dejando a miles de usuarios sin la posibilidad de tuitear, retuitear o simplemente scrollear en su timeline. ¿Será este el principio del fin para la plataforma que supo ser el epicentro del debate público online?
A juzgar por los reportes de Downdetector, el apagón afectó a usuarios en todo el mundo, incluyendo Argentina. La falla, que comenzó a sentirse con fuerza alrededor de las 14:20 (hora peninsular española), dejó a muchos preguntándose si era hora de migrar a otra red social, o simplemente desconectarse un rato del mundo virtual.
Los problemas se manifestaron tanto en la versión web como en la aplicación móvil de X. Para muchos, la página simplemente no cargaba, mientras que otros se encontraron con la frustrante imposibilidad de publicar sus pensamientos, opiniones o memes. ¿Será que la libertad de expresión tiene un precio, y ese precio es la estabilidad del servicio?
## ¿Un incendio como detonante?
Este incidente se suma a los inconvenientes que X sufrió hace apenas dos días, a raíz de un incendio en un centro de datos en Oregón (EE UU) que albergaba parte de su infraestructura. Si bien la empresa no ha confirmado si ambos eventos están relacionados, la coincidencia resulta, cuanto menos, sospechosa.
### ¿Está X al borde del colapso?
¿Son estas caídas una simple casualidad, o son el síntoma de problemas más profundos en la gestión de la plataforma? Desde la llegada de su nuevo dueño, X ha estado en el centro de la polémica, con cambios controvertidos en sus políticas de moderación, la verificación de cuentas y el modelo de suscripción.
Mientras algunos celebran una supuesta vuelta a la libertad de expresión sin filtros, otros denuncian un aumento del discurso de odio y la desinformación. En este contexto, la estabilidad técnica de la plataforma se vuelve un factor crucial. ¿Podrá X mantener su relevancia en un panorama digital cada vez más fragmentado y competitivo? Solo el tiempo (y quizás otro tuit polémico) lo dirá.