Silbidos y murmullos en La Bombonera para el equipo de Boca y Gago tras un primer tiempo flojo contra Independiente Rivadavia. El Xeneize no logró romper el cero y la gente se lo hizo saber.
La Bombonera, un hervidero: Silbidos a Gago y Boca tras un primer tiempo para el olvido
Un diluvio de silbidos cayó sobre Fernando Gago y el equipo de Boca al finalizar el primer tiempo contra Independiente Rivadavia por la fecha 5 del Apertura 2025. El marcador, clavado en un 0-0 que parecía una eternidad, reflejaba la falta de ideas y la impotencia del Xeneize en la cancha. La Bombonera, fiel a su estilo, no se guardó nada y despidió a los jugadores con una sonora reprobación.
Gago, cual capitán que abandona el barco primero (¿se acuerdan del Titanic?), encabezó la fila hacia el vestuario, apurando el paso como si quisiera esquivar los proyectiles sonoros que bajaban de las tribunas. La gente, que venía masticando bronca desde la derrota contra Racing en Avellaneda (un partido que recordaba al famoso baile de la selección de Bielsa contra Alemania en el Mundial 2002, pero sin goles a favor), explotó al ver que el equipo no daba pie con bola.
Fuerte reprobación y silbidos para Boca al término del primer tiempo
Si bien Boca tuvo algunas aproximaciones al arco rival, el juego fue deslucido, con más ganas que ideas, como un Eber Ludueña intentando gambetear en un potrero embarrado. Para colmo, Independiente Rivadavia no se quedó atrás y generó situaciones de peligro, como si fuera el Barcelona de Guardiola en sus mejores épocas (aunque con menos precisión, claro está).
¿Se banca la presión Gago? La Bombonera ya dio su veredicto
La paciencia del hincha parece estar llegando a su límite. El rendimiento del equipo no convence y la sombra de Carlos Bianchi, con sus cuatro Libertadores y sus tres Intercontinentales, se agiganta cada vez más sobre el banco de suplentes. ¿Aguantará la presión Pintita o terminará como el Bambino Veira en su segundo ciclo en Boca, con más pena que gloria? El tiempo, como siempre, dirá. Solo una cosa es segura: en La Bombonera, la exigencia es como la de Mostaza Merlo en Racing: «Pasión, garra y huevos».
