Boca le ganó 2-0 a Independiente Rivadavia con goles de Merentiel y Zeballos, pero el que se llevó todos los aplausos fue Marchesín, que atajó hasta lo que le tiraban con onda.
Boca ganó, pero Marchesín fue la figura
El Xeneize se recuperó de la derrota ante Racing con un 2-0 a la Lepra mendocina en La Bombonera. Merentiel y Zeballos metieron los goles, pero el que se robó el show fue Agustín Marchesín, que con sus atajadas evitó un posible papelón.
El show de Marchesín y un primer tiempo para el olvido
El primer tiempo fue como ver a Eber Ludueña en sus peores momentos: impreciso, lento y con más dudas que certezas. Independiente Rivadavia, con la actitud de un equipo del ascenso que se juega la vida, tuvo chances de abrir el marcador, pero se encontraron con un Marchesín en modo «Chilavert recargado». El arquero se lució con dos atajadas monumentales que dejaron a más de uno pensando si no había un imán en sus guantes.
En el segundo tiempo, Boca, como si le hubieran dado un Red Bull tamaño familiar en el entretiempo, salió con otra actitud. El ingreso de «Di Lollo» le dio solidez a la defensa y liberó a Battaglia, que pasó a jugar de cinco y se transformó en el Mascherano de Almeyra.
Los goles y un Gago que respira
Merentiel, con la ayuda involuntaria de un ex River como Ricardo Centurión, que tuvo un blooper digno de un compilado de Coscu, abrió el marcador. Y Zeballos, con una definición que lo hubiera hecho sentir orgulloso hasta al mismísimo Palermo, liquidó el partido.
Gago, que se fue silbado al descanso como si fuera el Bambino Veira dirigiendo a River, respiró aliviado con el triunfo. Los cambios le dieron resultado y, aunque todavía hay cosas por corregir (Fernando, querido, 4-3-1-2 como pedía Mostaza), al menos evitó una semana de memes y cuestionamientos. El triunfo le da aire de cara a la Copa, donde deberá demostrar que Boca no es solo figura, sino también equipo.
El uno por uno de Boca: ¿Quién se destacó y quién quedó en deuda?
Agustín Marchesín (8): la figura indiscutida. Si seguía así, terminaba el partido con la valla invicta y un contrato de por vida.
Juan Barinaga (6): un tractor. Quizás no tenga la magia de Riquelme, pero cumple.
Ayrton Costa (7): dejó la vida en cada pelota, como si fuera la final del mundo.
Miguel Merentiel (7): el goleador que Boca necesitaba. Simple y efectivo.
Exequiel Zeballos (7): entró y cambió el partido. Un revulsivo de lujo.
Alan Velasco (4): el que no encuentra su lugar en la cancha. ¿Será que necesita un GPS?
Fernando Gago (6): ganó, pero deberá mejorar mucho si quiere pelear la Copa. La Bombonera no perdona.
