Polémico penal con VAR le da el triunfo a San Lorenzo ante Platense. ¿Fue adentro?

El «Ciclón» se llevó un triunfo con sabor a debate frente a Platense, y mirá que en el fútbol argentino estamos curtidos de polémicas. Pero esta vez, el VAR metió la cuchara en una jugada que dejó a todos con la boca abierta. ¿Fue penal o no fue penal? La pregunta que resuena en cada mesa de café, en cada grupo de whatsapp futbolero.

El penal que le dio la ventaja a San Lorenzo sobre Platense desató un huracán de opiniones. El árbitro Nazareno Arasa, tras una jugada no exenta de controversia entre Matías Reali y Salomón, no dudó en marcar la pena máxima. Acá es cuando el VAR, cual Eber Ludueña en sus tiempos mozos, entró en acción. Jorge Baliño, desde Ezeiza, le puso suspenso a la noche, revisando una y otra vez si el foul había sido dentro o fuera del área.

Y acá es donde la cosa se puso turbia. Porque la demora en la decisión trajo más dudas que certezas. Baliño, con la responsabilidad en sus manos, llamó a Arasa a revisar la jugada. ¡Dos minutos frente al monitor! Una eternidad que elevó la tensión en el Bidegain. Al final, Arasa se mantuvo firme en su decisión. Penal y gol de Vombergar. Pero la polémica… ¡uf!, la polémica recién comenzaba.

¿Qué pasó realmente en la cabina del VAR?

La pregunta del millón. Al parecer, la falta de una toma precisa, ubicada justo en la línea del área, conspiró contra la claridad. Y Arasa, aferrado a su primera impresión (¡quién no se ha aferrado a una primera impresión, eh!), no cambió el fallo. ¿Tuvo la tecnología las herramientas suficientes para tomar la mejor decisión? Ahí está el debate, señores.

El fantasma de la tecnología: ¿ayuda o perjudica?

En el mundo del fútbol, la tecnología llegó para quedarse. Pero su implementación sigue generando controversias. ¿Es infalible el VAR? ¿Humaniza o deshumaniza el juego? Preguntas que se hacen los técnicos, los jugadores, los periodistas y, sobre todo, los hinchas, que somos los que le ponemos color a este deporte. Lo cierto es que, como diría el Bambino Veira, «la noche está para cualquiera», y hasta el VAR puede tener una noche para el olvido. Y nosotros, los hinchas, a seguir gritando, opinando y, sobre todo, sintiendo esta pasión que nos une.