Fútbol argentino: ¿Exceso de partidos? El debate que abrió Riquelme.

Redacción Cuyo News
5 min
Cortito y conciso:

El fútbol argentino arrancó con todo, pero con un calendario apretadísimo que deja a jugadores y técnicos con la lengua afuera. ¿Se juega demasiado? Román lo dijo, el ojo no alcanza para ver tanto partido junto. Arrancamos en enero, ¿y para qué? Parece que la guita del cable manda.

¿Fútbol hasta en la sopa? El calendario argentino que no da respiro

Arrancó el fútbol argentino y, como diría el Bambino Veira, es un carnaval. Partidos a lo loco, uno atrás del otro, que ni el ojo de De Gea alcanza para seguirle el ritmo. Pero claro, tanta pelota junta también genera dudas: ¿no estaremos exagerando? Entre el 23 de enero y el 17 de febrero se habrán jugado 90 partidos (casi, por ese que quedó colgado) solo de Primera. Una locura linda, pero locura al fin.

Román lo dijo: «En Europa tienen vacaciones como la gente»

El presi de Boca, Juan Román Riquelme, ya lo había anticipado: acá se termina el torneo y a los dos minutos ya estamos jugando de nuevo. «En Europa las ligas terminan en mayo y vuelven en septiembre», tiró Román, con la sabiduría futbolera que lo caracteriza. Y razón no le falta. Boca, por ejemplo, terminó el año el 14 de diciembre y arrancó el 22 de enero. Vélez, el último campeón, tuvo apenas 33 días de «descanso», si es que a eso se le puede llamar descanso. Cambiaron hasta de técnico en el medio, como si fuera un recreo largo.

Con semejante trajín, los jugadores tuvieron dos semanas de vacaciones, a lo sumo. La pretemporada fue más corta que un centro de Palermo al área chica, y los refuerzos llegan con el torneo empezado, más perdidos que el Kun Agüero en un mapa.

¿Y en Europa cómo es la cosa?

Bueno, en las grandes ligas (Inglaterra, España, Italia) paran entre mayo y agosto. Juegan seguido, sí, pero tienen un buen parate para recargar pilas. Acá, la cosa se parece más a Brasil, con sus estaduales que arrancan en enero. La diferencia es que allá, salvo que jueguen entre ellos, los equipos grandes enfrentan a rivales más accesibles, como si el Barcelona jugara contra Victoriano Arenas.

La guita del cable: el gran responsable

¿Por qué arrancamos tan temprano? Simple: la plata. Si hay un mes sin fútbol, los abonados al cable se bajan del pack premium como si fuera un penal en el minuto 90. Y con más de 2 millones de suscriptores pagando $14.000 por mes, estamos hablando de una montaña de guita. Más de 20 millones de dólares mensuales, para ser precisos.

Y encima, como para que no quede duda, Riquelme agregó: «Es difícil jugar cada tres días, eso hace que todo se empareje mucho». Difícil y agotador, diríamos nosotros. Boca, por ejemplo, tiene 11 partidos en 36 días entre la Liga y la Libertadores. Y ni hablar de Boca y River, que si llegan lejos en todos los torneos (Libertadores, Mundial de Clubes, Liga, Copa Argentina) podrían jugar más de 70 partidos en el año. Una maratón digna de Forrest Gump.

En fin, el fútbol argentino es así: un torbellino de emociones, goles y polémicas, con un calendario que te deja sin aliento. Y como siempre, la pregunta queda flotando en el aire: ¿es mucho, es poco, o es justo lo que nos gusta? Que la tribuna opine.

Neymar Santos
Neymar en el Paulistao. En Brasil también se juega desde enero, pero con otra exigencia. (Riquelve Nata/Sports Press Photo/Getty Images)
superclásico
Boca y River, con un calendario infernal en 2025. (Getty Images)
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