Los hinchas de Alianza Lima le dieron una serenata de fuegos artificiales a Boca en Perú, recordando las viejas épocas de la Copa Libertadores. ¿Bancazo o falta de respeto? El debate está abierto.
La previa copera que no durmió: Alianza Lima vs. Boca, una batalla que empezó antes del pitazo inicial
La Fase 2 de la Copa Libertadores ya arrancó, pero no precisamente en la cancha. En la madrugada peruana, los alrededores del Hotel Hyatt, donde se hospeda la delegación Xeneize, se convirtieron en un verdadero infierno de pirotecnia, cortesía de los hinchas de Alianza Lima. Una movida que, si bien recuerda a las noches bravas de Libertadores, especialmente en Brasil, dejó a más de uno con la oreja caliente.
¿Fuegos de artificio o artillería pesada? Boca y una noche para el olvido en Lima
Alrededor de las 2 de la mañana, la tranquilidad se transformó en un festival de estruendos dignos de la final del Mundial ’78. La paz del plantel boquense, que buscaba descansar antes del crucial encuentro, se vio interrumpida por una catarata de ruidos que seguramente les hizo acordar a más de un jugador a la Bombonera en ebullición… pero a las 3 de la mañana.
Imaginen a Benedetto intentando conciliar el sueño con semejante batucada no programada. O a Figal saltando de la cama pensando que era un penal en contra en el minuto 90. Una situación, por lo menos, incómoda.
Los fuegos artificiales complicaron la noche de Boca en Perú
Por suerte para el Xeneize, el espectáculo pirotécnico duró poco y no se repitió. Un alivio para el cuerpo técnico, que de por sí ya tiene bastante con las bajas para el partido, casi como si jugara Racing en el Cilindro con la cancha embarrada después de un recital de Los Palmeras.
De banderazo a bombazos: la previa xeneize en Lima tuvo de todo
Horas antes del incidente, la hinchada local había recibido al equipo con un multitudinario banderazo bajo el lema «Perú es de Boca». Un recibimiento que contrastó con la posterior «serenata» de fuegos artificiales. ¿Una muestra de pasión desmedida o una provocación innecesaria al estilo Bilardo? El debate está servido. Lo cierto es que la Libertadores, como siempre, se juega con todo, dentro y fuera de la cancha. Y como diría el Bambino Veira: «Esto es fútbol, señores, acá no se regala nada». A las 21.30 se verá si el sueño interrumpido afecta al equipo de Gago, o si salen con más ganas que Palermo a cabecear un centro de Riquelme.
