En el partido Boca vs. Alianza Lima por la Copa Libertadores, Erick Noriega de Alianza Lima cometió una falta peligrosa sobre Carlos Palacios a los 20 segundos, recibiendo solo amarilla. En el segundo tiempo, Noriega realizó otra entrada dura sobre el mismo jugador, pero el árbitro no lo amonestó. La polémica está servida: ¿debió ser expulsado?
¿Jugada brusca o simple roce? La polémica de Noriega en el Boca – Alianza Lima
A los 20 segundos del pitazo inicial en el encuentro entre Boca y Alianza Lima por la Copa Libertadores, el volante Erick Noriega protagonizó una jugada que dejó a todos con la boca abierta. Un planchazo a la cabeza de Carlos Palacios que, para muchos, tenía aroma a roja directa. Sin embargo, el árbitro Esteban Ostojich, el mismo del recordado Boca – Atlético Mineiro, solo atinó a sacar una amarilla. Como si fuera poco, el VAR, a cargo de Leodán González, ni se inmutó. Una situación que nos recuerda a la famosa frase de Eber Ludueña: «era tarjeta, amarilla o roja… pero tarjeta».

El segundo round: Noriega vs. Palacios (y Ostojich)
Para agregarle más pimienta al asunto, en el complemento Noriega volvió a meter la pierna fuerte, otra vez con Palacios como víctima. En esta ocasión, Ostojich consideró que Noriega llegó primero a la pelota, un argumento que, visto en cámara lenta, da para el debate. En el banco de Boca, Gago gesticulaba como un director de orquesta en pleno frenesí, pero la segunda amarilla nunca llegó. ¿Se habrá comido el referí la roja, como Davo se come los goles en el FIFA?
La patada de Noriega por la que Boca pidió la expulsión vs. Alianza Lima
¿Y el gol de Alianza Lima?
Como si el destino fuera irónico, Noriega participó en la jugada del gol de Ceppelini para Alianza Lima. Un remate suyo, atajado por Marchesín, dejó el rebote servido para el uruguayo. ¿Habrá sido justicia divina o simplemente una de esas cosas del fútbol?
El gol de Ceppelini para Alianza Lima vs. Boca
Lo cierto es que la actuación de Ostojich dejó tela para cortar. ¿Fue permisivo con Noriega? ¿El VAR estuvo dormido? El debate está abierto y las redes sociales, como era de esperar, son un hervidero.