¡Paren las rotativas! El universo libertario se convirtió en un reality show más apasionante que Gran Hermano. Parece que el triángulo amoroso Milei-Caputo-Karina entró en cortocircuito por un tuit que desató una crisis de proporciones bíblicas. ¿Se acuerdan del bienestar? ¡Chau, chau! Ahora reina la estupefacción generalizada, como si nos hubieran dado un saque de esos que dejan viendo estrellitas.
El «triángulo de hierro» pasó un finde de terror en Olivos, digno de una película de terror clase B, y después se mudó el drama a la Rosada. Imaginen las escenas: gritos, llantos, pases de factura… ¡hasta renuncias ofrecieron! Parece que Milei, con la voz entrecortada por el sollozo, les rogó que se quedaran. Al final, Caputo, el misterioso asesor con frases de gurú de autoayuda, se ofreció como chivo expiatorio.
Y ahí apareció Adorni, el vocero, en la tele, echándole la culpa a Caputo cual si fuera un nene con la mano en la lata de galletitas. Obvio, todo orquestado por el «triángulo…» ¡qué casualidad, che! Caputo, cual bombero piromaníaco, se sentó «arriba de la bomba» para desactivarla (o para hacerla explotar más, quién sabe). Mientras tanto, Lugones, socio de Caputo, miraba todo por zoom desde Madrid, tipo «yo no fui».
Pero como la función debe continuar, el gobierno busca desesperadamente candidatos para las elecciones porteñas, que se adelantaron para mayo. ¿Los nombres? Miguel Boggiano, Pierpaolo Barbieri, ¡y agárrense fuerte!… Iván de Pineda. Sí, señoras y señores, el de Pasapalabra. Parece que la imagen del ex modelo les da cosquillas en la panza a los libertarios. ¿Se imaginan a Iván diciendo «globo» en un debate político?
La crisis de la memecoin y el terremoto en La Libertad Avanza
Los hermanos Milei atraviesan su peor momento político desde su irrupción en la escena nacional. La «difusión» –según el presidente– de una memecoin generó una crisis interna que expuso las tensiones dentro del círculo íntimo del poder libertario. Reuniones a puertas cerradas en Olivos y la Casa Rosada, con «gritos, llantos, pases de factura y ofrecimiento de renuncias», fueron la tónica de una semana convulsionada. Javier Milei contuvo las renuncias y el asesor Santiago Caputo se ofreció a manejar la crisis comunicacional.
La búsqueda desesperada de candidatos y la sombra de Macri
Mientras el escándalo de la criptomoneda –bautizado como «$Libra Gate»– continúa, el oficialismo busca figuras para las elecciones porteñas y nacionales. Además de los nombres de Nik y Claudio Zuchovicki, que ya habían trascendido, ahora suenan el economista Miguel Boggiano, el empresario Pierpaolo Barbieri e, inesperadamente, el conductor Iván de Pineda. La falta de figuras de peso propio dentro del espacio libertario ha llevado a sondear la imagen del ex modelo a través de encuestas.
Paralelamente, la crisis fortalece a Jorge Macri en su pulseada con Karina Milei por la Ciudad de Buenos Aires. El escándalo le daría mayor margen de negociación al primo del ex presidente ante las huestes libertarias, que deben definir si acompañan la suspensión de las PASO en el distrito. Un dato de color: se cumplió un año de la promesa de Javier Milei a Mauricio Macri de convencer a su hermana para una reunión con el PRO. La esperada cumbre, con milanesas en Olivos incluidas, aún no se concretó.
De Fargosi a las piñas y la «conurbanización» de la Ciudad
La tensión política llegó a su punto máximo en un estudio de televisión. El abogado oficialista Alejandro Fargosi insultó («¿Por qué no te vas a la mierda, pelotudo?») al constitucionalista Diego Armesto, quien había criticado duramente el proyecto de «Ficha Limpia» impulsado por Milei. La discusión, que casi termina a las piñas, dejó al descubierto las diferencias entre ambos letrados.
En otro orden de cosas, el abogado mediático Mauricio D’Alessandro anunció su candidatura a legislador porteño por el partido INTEGRAR. Su plataforma se centrará en la «conurbanización de la Ciudad» y la seguridad. Resta por verse si los libertarios rebeldes Ramiro Marra y Eugenio Casielles se sumarán a su lista.